El diseño vernáculo es la expresión fundamental de la cultura de una comunidad, de su relación con su territorio y, al mismo tiempo, la expresión de la diversidad cultural del mundo.
Es la forma tradicional y natural en la que las comunidades se identifican, un proceso continuo que incluye los cambios necesarios y la adaptación continua como respuesta a las limitaciones sociales y ambientales.
Para Selene Velázquez, mantener vigente este legado se convirtió en un gusto que obtuvo desde pequeña, y que eventualmente la llevó a consolidar en 2008, Restāurika, donde es socia fundadora y directora.
¿Cómo fue tu acercamiento con la arquitectura?
Desde niña solía jugar a “construir” pequeñas casitas o fortalezas con ladrillos de milpa que habían en el patio de la casa de mis papás, desde ahí comencé a amar los materiales regionales sin saberlo.
¿Cómo nace el interés con la arquitectura norestense?
Solía acompañar a mi papá a hacer reparaciones de electrodomésticos a los municipios del estado, e incluso hubo una temporada en la que vendíamos empanadas de cajeta y piña que hacían mis papás e íbamos a entregar a distintas zonas fuera del área metropolitana, desde pequeña comencé a observar lo que tenía a mi alrededor y siempre me llamó la atención la arquitectura de tierra o caliche que iban desde grandes casonas hasta pequeñas construcciones de bahareque en el desierto.
¿Cómo nace Restāurika?
Restāurika nace como una idea que al principio no tenía nombre, surge por la inquietud de conservar, restaurar y difundir la arquitectura que tenemos en el noreste de México. Nace cuando tomo la decisión en el 2007 de irme a Guanajuato a hacer mi maestría en Restauración y formalmente en el 2008 cuando comienza a tomar forma.
¿Qué tipo de servicios ofrecen?
Restauración y conservación de bienes muebles e inmuebles, asesorías, talleres de conservación y fotografía arquitectónica, entre otros.
¿En qué proyectos has trabajado?
La restauración, conservación y estudio de la policromía del Museo Estatal de Culturas Populares en Monterrey, en la restauración de la fachada y el conjunto escultórico de La Purísima, en la restauración de pintura de caballete de pintores novohispanos como Miguel Cabrera, Juan Correa y en un retablo barroco de José de Páez, en la asesoría de la conservación de los muros interiores, fachada y exteriores de Café Belmonte Bar y claro, en el Templo de Nuestra Señora de los Dolores, además de distintas obras en Salamanca, Gto., entre otros.
¿En qué proyectos estás involucrada actualmente?
Actualmente estoy cerrando la etapa de restauración de la pintura mural del coro y soto coro del Templo de Nuestra Señora de los Dolores, gracias al apoyo de FIDECULTURAL de CONARTE, estamos también en el proceso de conservación de una casa en la colonia Mirador de 1937: Casa Roma, con detalles Decó que seguro les va a encantar. Además, estoy con la investigación de mi doctorado enfocado a la arquitectura norestense.
¿Cuál ha sido una de las mejores experiencias?
Uy, ¡está muy complicado solo decir una! Así que, si me permites, te contaré de tres: la primera va ligada a los descubrimientos constructivos en el Templo de Nuestra Señora de los Dolores: las ollas de barro y la estructura de acero de su cúpula, y más recientemente el hallazgo de más de 2 mil ollitas de menor tamaño que aligeran la bóveda del coro. La segunda, el descubrimiento de la pintura mural nunca antes registrada y las ventanas ocultas en la antigua Casa del gobernador, hoy Museo Estatal de Culturas Populares, además del estudio de su policromía, el primero que se hace en Nuevo León. Y de las mejores, es poder entablar un diálogo con la comunidad por medio de recorridos, conferencias o los más de 32 mil seguidores de todo el mundo en la página de Restāurika.
¿Qué retos tiene la restauración y conservación de las obras?
El realizarlo de manera profesional, ya que en muchas ocasiones a todo se le llama “restauración” o “conservación” sin serlo, se debe de trabajar siempre de la mano de otros profesionistas y hacer un equipo interdisciplinario que coadyuve a un mejor resultado en un estudio o una intervención, pero, sobre todo, la difusión: no hay que tener miedo de mostrar el trabajo que realizamos, ya que es una de las mejores maneras de que más personas conozcan las herencias culturales que tenemos, sean estas materiales o inmateriales y que, a partir de ahí, exista un ejercicio de reapropiación y conservación de las mismas. ¿Qué representa para ti mantener la historia? Conservar los sistemas constructivos tradicionales, la arquitectura, la pintura, es conservar la memoria de quienes estuvieron antes que nosotros. Es hacerles un homenaje perpetuo, es reconocer la sabiduría de nuestros ancestros, de quienes descendemos, y es, también, una manera de agradecer lo que nos han heredado, su trabajo y esfuerzo.
¿Qué planes a futuro tienes?
Poder entablar aún más un vínculo con las comunidades, dar talleres en municipios y seguir investigando y difundiendo la arquitectura tradicional de mi tierra.
Perfil
Estudios: Maestra en Restauración de Sitios y Monumentos por la Universidad de Guanajuato, Arquitecta por la Autónoma de Nuevo León y Doctorante por la Universidad Pablo de Olavide en Sevilla, España.
Intereses: El noreste de México en todas sus facetas, la arquitectura vernácula, la restauración, la fotografía, el desierto, los ríos y las montañas.
Reconocimientos: Medalla “Celso Garza Guajardo” por el Colegio de Cronistas e Historiadores en el Congreso del estado de Nuevo León, por el trabajo de restauración, difusión y divulgación del patrimonio norestense. Becaria en CONARTE.
Facebook: Restāurika
Instagram: seluna // restaurika.mx
Twitter: @selunne // @restaurika
