Hace una década Alejandro Madero Ramón, graduado de Arquitectura por el Tec de Monterrey, inició su carrera profesional en el mundo de los eventos masivos, festivales de música entre otros.
Comenzando como voluntario en el Nrmal, después diseñando instalaciones de las primeras cinco ediciones de dicho festival.
A la par, el regio de 31 años colaboró con el diseño de interiores de varias tiendas de Eleven People, mientras que en el rubro del diseño urbano trabajó en un proyecto para la Universidad Carolinas y sus primeras aulas ubicadas en Saltillo, Coahuila.
Durante su adolescencia desarrolló su lado artístico y creativo cuando trabajó en la agencia de modelaje de su mamá, Rosina Ramón, en algunas ocasiones en backstage y en otras como modelo, convirtiéndose así en una persona proactiva.
En el 2010 dentro del taller de la Cátedra Blanca liderado por el arquitecto Agustín Landa Vértiz participó en el Macro Centro Comunitario Independencia, un proyecto de más de mil 500 metros cuadrados que cuenta con talleres de oficio, de cocina, un teatro, gimnasio techado, una biblioteca y mucho más.
El proyecto recibió reconocimiento a nivel nacional por la manera en la que reactivó el tejido social durante una época en la que la inseguridad se apoderaba de cada rincón del estado.
Alejandro considera que colaborar con uno de los arquitectos más icónicos y reconocidos en los últimos años fue una de las razones por las que se enamoró de la arquitectura, convirtiendo su trabajo en su mayor pasión.
Un año después se fue por varios meses a trabajar al despacho LAVA (Laboratory for Visionary Architecture), ubicado en Stuttgart al suroeste de Alemania, donde desarrolló un master plan para un campus de investigación en ciencia y un rascacielos de 25 pisos de Arabia Saudita.
Al regresar a Monterrey continúo colaborando de manera independiente en distintos proyectos, diseñando instalaciones efímeras para festivales de música, diseño y producción de eventos.
Aunque desde sus inicios en el 2009 se empezó a consolidar Roma 212 Creative House, la primera edición del festival Tecate Pa’l Norte fue clave para desarrollar lo que es hoy su despacho.
El nombre está inspirado en la dirección de la casa de su mamá y el Creative House es la frase que expresa no solo lo que hacen, si no también en crear experiencias en eventos masivos e instalaciones temporales. Las cosas que desarrollan no son desde cero, hay una historia que se tiene que estudiar para poder crear ese factor WOW en cada uno de los espectadores.
Durante la primera edición del festival diseñaron la zona de comidas, el desplazamiento del evento, la ubicación de los escenarios, accesos, toda la infraestructura que conlleva para poder lograr que funcione como una mini ciudad.
El aprendizaje que le dejó la primera edición es que la clave es ser proactivo, tener la capacidad para hacer más de una actividad, gracias a eso generó una confianza con Óscar y Jesús Flores de Apodaca Group y comenzaron a invitarlo a colaborar en otros eventos.
Hace tres años Roma 212 Creative House realizó una alianza estratégica con Apodaca Group, convirtiéndose en una división de la compañía, mezclando de manera extraordinaria la visión creativa de Madero y el lado empresarial de los hermanos Flores.
Actualmente con ocho ediciones en su portafolio, se encargan de crear desde cero todo el look & feel de varios festivales del grupo.
Madero comenta que en la edición 8 del Tecate Pa’l Norte una de las piezas clave es una especie de Arco del Triunfo, donde todo gira alrededor de la misma.
Otras áreas que intervinieron fueron: el escenario acústico Banregio, los 4 accesos donde colocaron un Dj, los módulos pequeños de información, la activación de Mary Kay y Pro Sazón que al ser clientes nuevos, tuvieron una muy buena respuesta por parte de los asistentes.
Uno de los mayores retos en esta edición fue el Hospitality Tecate que tenía 3 niveles, 6 metros de altura y en un lado una torre de cerca de 20 metros. Al contar con estas dimensiones, lo modelaron en 3D y aunque ingresaron varios días antes a Parque Fundidora, había ciertos árboles que no estaban en el lugar, tuvieron que ser muy proactivos y cambiar su estrategia al momento.
Uno de los mayores retos para las más de 18 personas que colaboran en el despacho es crear una experiencia inigualable al momento de ingresar al festival, que quieran tomarse una fotografía que tenga una permanencia en la memoria.
El director y socio fundador del despacho comenta que el 35% de las personas que trabajan ahí son arquitectos, otros son diseñadores industriales, el restante son operativos y de administración.
Algunos de los eventos masivos que destacan en el portafolio de Roma 212 Creative House son: Tecate Location, Tecate Supremo, Live Out, Beyond Wonderland, entre otros. Con los que buscan exceder las expectativas de los asistentes, proponer cosas alternas y que el atractivo no solo sean los artistas, sino toda la experiencia que están a punto de vivir.
Ha sido todo un reto consolidar un equipo firme y fuerte, comenta Madero, ya que al ser un giro poco habitual, el ritmo de trabajo es muy distinto, tienen que desarrollar muchos prototipos, innovar y es un proceso de prueba y error hasta llegar a la solución.
En años anteriores, festivales internacionales como: el Outside Lands celebrado en San Francisco y el Bonnaroo en Manchester han sido fuente de inspiración para convertir a Tecate Pa’l Norte en el festival más poderoso y ascendente de América Latina.
Durante la entrevista, Alejandro nos comentó que el caos que se convirtió en un problema fue el que vivieron durante la 2nda. edición del Tecate Pa’l Norte, donde faltando 2 semanas para el evento, les cancelaron el permiso del espacio en San Pedro. Por esa razón buscaron una nueva locación, negociaron con el metro para extender el horario y así convirtieron al Parque Fundidora en la sede por excelencia.
El secreto del éxito en cada uno de sus eventos radica en la colaboración, ya que una persona puede tener una idea, pero es clave rebotarla con sus compañeros, conocer distintos puntos de vista y experiencias vividas en otros festivales para poder desarrollar en conjunto esa idea perfecta.