Sensira Resort & Spa Riviera Maya, un espacio paradisiaco y de desconexión, nos invitó junto con los miembros del Consejo de nuestro certamen gastronómico PLAYERS’ Restaurant’s Choice, foodies de corazón y amantes del buen vivir, a conocer su experiencia por nosotros mismos.
Nos consintieron con cenas especiales, degustaciones y relajación en el spa: disfrutamos de un refugio frente al mar que inspira los sentidos y apapacha al alma.
Este rescate del rush de la ciudad ofrece algo para todos: actividades de relajación, de aventura, experiencias gastronómicas, y para disfrutar tanto en individual como en grupo. En cada momento, en el resort de lujo hubo un servicio cálido y atento en un entorno apartado de los complejos habituales de la Riviera Maya que pudimos disfrutar con nuestro grupo.
Al viejo oeste
Un restaurante de especialidades con concepto Steak House llamado Rodeo Grill que nos hizo sentir como en una película del Viejo Oeste. Aquí se mezclan la madera y los pórticos de un pueblo vaquero. El ambiente cálido nos invitó a probar la selección de cerveza artesanal, maridaje perfecto los nuestros cortes de carne suaves y jugosos. Como amantes de los cortes de alta gama, este fue el lugar ideal.
Vivir el presente
El yoga se desarrolló como una práctica espiritual hace miles de años; hoy nos permite conectar el cuerpo, la respiración y la mente. En esta pausa de la vida de ciudad, tomamos un espacio para una clase de yoga personalizada posturas físicas, ejercicios de respiración y meditación para mejorar la salud general.
Cena a ciegas
Para continuar con el apapacho tuvimos una cena a ciegas. Fue un despertar de los sentidos que nos permitió tomar los bocados con la mano y descubrir, primero a través del tacto, las texturas. Con el olfato nos acercamos más a aquello que estábamos por probar y, finalmente, lo degustamos. Esta experiencia fue liderada por el chef John Bertrand y se llevó a cabo en el restaurante Galerie des Sens, un restaurante de autor, íntimo, con toques parisinos inspirados en el Louvre.
Entre risas saboreamos platillos internacionales contados de otra manera, creados por el chef Bertrand. Rodeados de arte y con luz tenue, disfrutamos también del maridaje perfecto con el sommelier, quien nos recomendó lo más delicioso de la casa.
La pérgola
Descubrimos un increíble buffet, ideal para disfrutar de una variedad de platos internacionales en el desayuno y comida: toda la comida preparada al momento, con una extensa barra de frutas y ensaladas, así como una de ceviches y fiambres; todo complementado con diversos helados y postres para cerrar con broche de oro la experiencia.
Disfrutamos también de un espacio diseñado con gran amplitud e iluminación, con decoración tropical donde los detalles entre plantas, madera y muebles multicolores armonizaron nuestros sentidos.
Cena especial con sabores mexicanos
Sabores familiares que evocan momentos específicos de la vida. Disfrutamos de una cena especial, con platillos mexicanos exquisitos y propuestas del chef. Fue un momento de celebración y confort a través de la gastronomía de nuestro país, que nos es tan cercana.
Santuario de serenidad
Nos atrevimos a vivir una experiencia única, relajante y extraordinaria en el spa. Entramos a un santuario de serenidad en un ambiente lleno de arte, pues está inspirado en genios artísticos como Van Gogh, Picasso, Carlos Mérida, Miró, Klimt y Matisse, entre otros.
Escapamos de la cotidianidad con el exquisito circuito de hidroterapia, las 9 espléndidas salas de tratamientos especializados, sala de belleza, vapor, área de relajación y sauna. Fue una experiencia de bienestar total con la que pudimos renovar nuestro día.
Cuando tuvimos ganas de algo más, fuimos al Disco S Club para un ambiente animado, DJ y bebidas premium. Durante casi todo el viaje, estuvimos en las áreas especiales para adultos (piscinas, bar, restaurantes), y vimos áreas designadas especialmente para niños y adolescentes (salón de trampolines, mini golfito, cancha de pádel, clases de yoga, actividades en la alberca, y otras áreas de esparcimiento).
En la playa, el agua cristalina y la arena suave; en el resort, calma y conexión con nosotros mismos. Este viaje fue un reset para todos.
