Hace una semana se confirmó el triunfo del exmandatario Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos (EE.UU.) 2024. Si bien millones de ciudadanos en el mundo festejaron la victoria del republicano ante los demócratas, en el lado sur de la frontera comenzó la tensión, debido a que el ahora candidato electo amenazó con imponer nuevos aranceles a productos de México. No obstante, de acuerdo con analistas de Barclays, esta opción no sería viable para la economía norteamericana.
En un estudio reciente, Barclays señaló que la segunda Administración de Trump no impondría aranceles específicos a México. A pesar de las amenazas del expresidente sobre su afinidad por los aranceles, la compañía de servicios financieros de Londres considera que México sería valorado como un socio comercial clave para EE.UU. La nueva expectativa está respaldada en el informe titulado “México: una piñata electoral, pero el socio comercial más importante de EE.UU.”
Descartan aranceles de Trump por alianza México-EE.UU.
Según el análisis, el valor de México como socio estratégico se vería reflejado en una política comercial menos adversa. Para esto, los analistas de Barclays citaron el libro de Robert Lighthizer, exrepresentante comercial de EE. UU. donde se aborda la importancia de la cooperación comercial en lugar de medidas restrictivas.
Asimismo, destacaron que los incentivos de la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, están alineados con los objetivos de una administración Trump, lo que podría reducir la posibilidad de nuevos aranceles dirigidos específicamente a productos mexicanos.
Aranceles de Trump afectarían al peso mexicano
Si bien Barclays descarta nuevos aranceles, no excluye la posibilidad de que la administración Trump aplique un arancel del 10% para todos los países (con excepciones en productos chinos). En caso de que se concrete, el peso mexicano podría depreciarse alrededor de un 10%, impactando en la inflación de México con un aumento de 25 a 30 puntos base en un periodo de seis meses.
En el caso de aranceles más amplios, México podría responder con medidas similares, afectando las importaciones de productos estadounidenses estratégicos, que tendrían mayor impacto en las empresas estadounidense que en la inflación local.
