Muchas mujeres anhelan recibir un anillo de compromiso, pero el verdadero sueño de Daniela Califa era hacerlo ella misma. Por eso le advirtió a su novio que, si un día le pedía matrimonio, no lo hiciera con una joya de por medio.
“Me hacía muchísima ilusión hacerlo a mi gusto, desde que conocí a mi esposo le dije que si algún día nos casábamos, yo me encargaría del diseño de mi anillo de compromiso y así fue”, señala.
Contrajo matrimonio en abril del 2020 con Diego Ollague, luciendo en su dedo anular de la mano izquierda la pieza más entrañable de las muchas que ha realizado en su trayectoria como gemóloga.
Amante de las piedras preciosas y semipreciosas, Daniela Califa abrió su primer negocio de joyería hace más de 15 años, pero fue hace siete veranos que lanzó la marca que lleva su nombre y apellido.
Este 2024 ha sido un año particularmente brillante para la diseñadora de joyas regiomontana, ya que se convirtió en la primera mexicana que está presente en La Galería del célebre hotel Ritz, en París.
“La primera vez que estuve en el hotel, me enamoré de él. Es demasiado espectacular en todos los sentidos, por la historia que tiene y la ubicación. Aparte, París es una de mis ciudades favoritas. Estar presente en el Ritz es un verdadero honor para mí”, dice Daniela, quien se mudó a la Ciudad de México hace siete años para impulsar su negocio.
El proceso para llegar ahí fue muy rápido, ya que al llegar con el encargado de la galería, a través del director de marketing, de inmediato pasó el primer filtro al mostrarle sus piezas. Semanas después, recibió la buena noticia de que había sido aprobada.
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“Es un honor y un sueño hecho realidad”, dice.
Daniela recibió la notificación de que tendría una vitrina en el Ritz justo antes de quedar embarazada de Lola, quien nació en octubre pasado, y tuvo que poner en pausa el proyecto, por la cantidad de trámites que implicaba.
En el espacio parisino tiene desde piezas icónicas hasta las más clásicas.
“La idea es estar rotando lo que ahí se exhibe, para que haya más visibilidad. Además de la vitrina, tengo piezas en venta, en la concept store, al lado de marcas internacionales increíbles”, explica.
Se trata de un espacio comercial donde están Piaget, Dolce & Gabbana, Gucci y Chanel, entre poco más de medio centenar de afamadas firmas y casas de moda.
ÚNICAS Y ATEMPORALES
Luego de cursar la carrera de diseño de modas en Monterrey, Daniela Califa no tardó en darse cuenta que la joyería era lo suyo, así que decidió especializarse en el Gemological Institute of America, la máxima autoridad mundial en la materia.
Comparte que más allá de los estudios, la han hecho crecer el trabajo diario, los viajes a las exposiciones de joyería y las horas que pasa con sus proveedores, eligiendo cada gema.
El proceso creativo inicia con la piedra, ya sea que la tenga en sus manos o deba ir en busca de ella. Después se hace un render, lo revisa y si todo está perfecto, se imprime una cera, la cual analiza para corroborar que se asimile al diseño.
“Una vez que doy el sí, se hace el braseado en oro y se montan las piedras, se le da el terminado final y está lista para la venta”, explica.
Daniela, quien vende sus piezas en su página web y en Instagram, así como en un showroom en la Ciudad de México, ha creado piezas por encargo para grandes personalidades de México y el extranjero, advierte que no hay una pieza más valiosa que otra.
“Todas son importantes porque las personas me han entregado su confianza para realizarlas”, agrega la joven, quien divide su tiempo entre ser mamá y empresaria.
EL PODER DE LAS JOYAS
Una joya de autor, advierte, está hecha con mucha pasión, con piedras que ella selecciona cuidadosamente.
“Me cercioro que cuente con los más altos estándares de calidad, y como no somos perfectos, en caso de que tenga algún defecto por fabricación nos hacemos cargo para arreglarlo. Me gusta que mis clientas se sientan tranquilas comprando conmigo, que sepan que les estoy vendiendo algo de calidad, porque hoy en día hay muchas replicas en piedras”, agrega.
Sus piezas las define como clásicas y atemporales, con un toque juvenil, y su idea es que las mujeres puedan comprar joyería sin esperar a que se las regalen sus esposos o seres queridos.
Admira a Harry Winston, un joyero al que también se le conoce como “El Rey de los Diamantes”.
“Además de ser mi marca favorita, es mi modelo a seguir. Su historia es fascinante, cómo empezó en el mundo de la joyería, hasta posicionarse en lo que es el día de hoy”, dice.
“Manifestar todo lo que deseas, para que se convierta en realidad”, es su lema y vaya que lo aplica.
Nada menos, para compartir su reciente llegada a la Galería del Ritz, en su cuenta de Instagram recordó un post del 17 de noviembre del 2022, donde compartía imágenes del icónico hotel parisino, con la leyenda “Algún día estaré aquí”. Hoy es una realidad.
