Desde hace algunos años hemos compartido la idea de que las empresas estaremos enfrentando “tormentas perfectas”: pandemias, guerras, la renuncia silenciosa, las generaciones mal llamadas “de cristal”, reformas laborales para tener más vacaciones, trabajo remoto, el nearshoring que está generando una batalla por el mejor talento, entre otras cuestiones.
Es por ello por lo que comparto el factor crítico para que las empresas podamos sortear estas tormentas perfectas: equipos de personas con sentido de logro. Esto es la base del liderazgo que da resultados.
¿Te gusta sentir que estás logrando cosas en tu trabajo?, ¿en tu rol como director, como gerente o lidereando un proyecto?, ¡claro que sí! A todos nos gusta sentirnos satisfechos de un trabajo bien hecho y a todos nos gustaría saber que vamos por el camino correcto.
Según algunos estudios del Foro Económico Mundial, más de la mitad de los trabajadores piensa en renunciar o cambiar de trabajo dentro de los siguientes 3 o 6 meses y todos nos preguntamos ¿por qué? y ¿qué podemos hacer? Bien, tenemos una pista.
Pensemos que una persona estará en su trabajo unas 90,000 horas en su vida. Si esas 90,000 horas no tienen un propósito y una serie de batallas ganadas y logros, tendremos colaboradores vacíos, buscando contantemente un nuevo trabajo. Entonces resolvámoslo:
1. Líderes centrados en la persona. El líder NO supervisa, el líder desarrolla personas. Este es tu factor clave, incluyéndote; necesitas líderes que observen comportamientos, que midan resultados, que diagnostiquen y que den retroalimentación constante, no cada tres meses, no cada año, al menos cada 4 semanas, aunque diario y semanal es mejor.
2. Método para definir, actualizar y seguir indicadores individuales. La felicidad de las personas no viene del confort, viene del reto. Todos queremos más, queremos crecer, queremos sentir que ganamos y los indicadores juegan el rol fundamental en esto. No los dejes para tu revisión anual. obsérvalos a consciencia a través de un sistema de evaluación del desempeño.
3. Ancla una cultura de retos ganados. La evaluación de desempeño es una herramienta central en la cultura de la organización. La evaluación del desempeño, además de agilizar la ejecución de la estrategia, hace posible el punto 1 y 2. Pero es clave que los resultados se reconozcan, es decir que tengan consecuencias. Reconoce un trabajo bien hecho y asegúrate que el bajo desempeño tiene consecuencias.
En Nóvament nos encanta facilitar la evolución de los líderes, como disparador de una ejecución de la estrategia más ágil. Si quieres acelerar esta evolución estamos al alcance de un click.
