Andrea Molina Millet, historiadora del arte y creadora de contenido en redes sociales (@andreinart), ha logrado construir una comunidad apasionada por la historia del arte.
Desde pequeña, mostró interés por el arte al pedir pinceles y libros de biografías de artistas a Santa Claus. Para ella, el arte es adrenalina y emoción, una forma de transportarse a diferentes épocas y comprender mejor la humanidad.
Encontró su vocación en la enseñanza de la historia del arte. Considera que el arte es una huella indeleble de la historia y una manera accesible y enriquecedora de conocer el pasado.
“El arte es la prueba, la huella perfecta que deja el hombre”, comenta.
Andrea Molina
Aprender la historia a través del arte
Desde su perspectiva, el arte es un medio mucho más atractivo y dinámico para el aprendizaje en comparación con los libros de texto o las noticias.
"Es mucho más divertido, más ligero, y permite un conocimiento profundo del hombre", afirma.
También resalta que las obras de arte reflejan la literatura, la filosofía, la política y los acontecimientos históricos de cada época, ofreciendo una visión integral de la humanidad.
Andrea Molina tomó la decisión de enseñar historia del arte al notar que muchas personas se sienten excluidas de este mundo por considerarlo inaccesible.
"Hay una idea falsa de que el arte es solo para la élite, pero el arte es para todos", señala. Su misión ha sido democratizar el conocimiento artístico, presentándolo de manera accesible y amena.
Iniciativas interactivas
Entre sus iniciativas destaca una clase que combina historia del arte con música, ofreciendo un recorrido de 3,000 años a través de ambos medios. También organiza experiencias presenciales como “Catando Arte”, donde se marida una copa de vino con una pieza de arte, enriqueciendo la experiencia sensorial y cultural de los participantes.
Su incursión en redes sociales comenzó en 2013, cuando Instagram se popularizó. Al principio, su cuenta estaba dedicada a compartir sus cuadros, pero con el tiempo evolucionó hacia el contenido de historia del arte. Su crecimiento ha sido orgánico, lento pero constante, y actualmente cuenta con más de 400,000 seguidores.
“Nunca ha sido una prioridad el número de seguidores para mí. Prefiero llamarlos lectores, y aunque solo tuviera uno, seguiría haciendo el mismo contenido”, menciona.
Andrea Molina
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Hacia TEDx
El impacto de su labor la llevó a dar una charla TED en Querétaro, una experiencia que considera enriquecedora y desafiante debido al límite de tiempo de 17 minutos. “Lo más difícil fue decidir qué no decir”, recuerda.
Su charla surgió de manera espontánea, con solo unas viñetas escritas en el reverso de un ticket de compra.
Además, ha sido reconocida en diversas publicaciones y medios por su labor en la divulgación del arte y la historia, recibiendo mensajes de personas que antes no tenían interés en el arte pero que, gracias a su contenido, han comenzado a apreciarlo.
El arte para vivir
Andrea ha logrado demostrar que el arte puede ser una fuente de ingresos viable. Durante la pandemia, sus clases online se convirtieron en su principal fuente de ingresos, y en la actualidad, combina cursos presenciales y colaboraciones con marcas que buscan promover la cultura.
Aunque su perfil en redes sociales no está saturado de publicidad, ha trabajado con marcas que buscan resaltar su vínculo con el arte.
“El arte sí puede pagar cuentas”, asegura.
También menciona que, aunque su pasión es el arte, en la vida real se desempeña en bienes raíces, lo que le permite balancear su vida profesional con su amor por la enseñanza artística.
Para aquellos que desean sumergirse en el mundo del arte, su consejo es simple: comenzar.
"Mi abuela decía: 'En gerundio'. Es decir, practicando. Si quieres aprender arte, empieza leyendo. Si quieres vender tus cuadros, empieza pintando. No esperes a que todo sea perfecto, simplemente empieza hoy".