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noviembre 25, 2024

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Ana Rodríguez: ‘La Divinata es mi sueño’

Ana Rodríguez es fundadora de La Divinata y en esta entrevista nos comentó como logró cristalizar este concepto de postres.

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Por azares de la vida, Ana Rodríguez descubrió su vocación y no dudó en aceptar el reto que llamaba a su puerta: “Vi una oportunidad y la tomé”, comparte la CEO de La Divinata; creadora de un concepto y una excelente opción para dar sabor a los momentos más especiales. La historia, la conocemos todos. Un día, en un restaurante, a Ana le preguntaron su opinión sobre el servicio en general, ella respondió que todo había estado muy bien, salvo por los postres y es en dónde surge la solicitud de elaborar un postre en especial para ese negocio el cual ella ya preparaba para familia y amistades en su casa.

“Encontré, sin darme cuenta, que mi afición desde niña por la cocina se podía convertir en un negocio. Mi aprendizaje y el consejo que siempre doy es estar atentos a las oportunidades que se nos presentan. Con una acción tomada en el tiempo correcto pueden marcar el rumbo de una vida, porque lo que sí es seguro es que si yo no la tomaba alguien más lo haría”, explica Rodríguez.

“Me di cuenta que yo no podía hacer todo y empecé a delegar. Hice un organigrama robusto, con inteligencia; tienes que tomarte de la mano de personas que sumen a tu empresa”.

Compromiso, la clave del éxito

Durante todo este tiempo, el compromiso con sus clientes y con su trabajo ha sido el motor para llegar a donde se encuentra, “Establecer tiempos y cumplirlos”, dice. “Mi primer cliente fue un restaurante, así es que yo sabía que no podía decirles ‘Disculpen este fin de semana voy a salir de viaje y no voy a poder entregarles’ porque eso hubiera hecho que buscaran otra opción. Si quería ser tratada como profesional, me tenía que comportar como tal”, detalló. El éxito no llega solo y el trabajo en equipo se vuelve fundamental en todo emprendimiento, eso lo comprendió Ana cuando su negocio comenzó a crecer.

“En un principio, cometí el error de pensar que yo sabía todo y que podía operar todo, así es que trabajaba sin parar, descuidando otras áreas de mi vida, iniciando por lo más importante, que soy yo misma y mi familia, pero la vida me llevó forzosamente a hacer un alto y ver todo desde una perspectiva diferente. Fue entonces cuando comencé a tomar capacitaciones especializadas en Kiik Consultores y Victoria 147, para aprender cómo dirigir y construir una empresa. Entre las primeras cosas que se sugerían fue el separar a Ana de “La Divinata”, queriendo decir con esto que La Divinata es una persona diferente a mí, con otras necesidades, tiempos y proyectos, y si quería que el negocio creciera tenía que apoyarme de personas que tuvieran los conocimientos en los que yo no era especialista, así es que empecé a reforzar el organigrama”, señala.

Uno de los valores principales en La Divinata es el empoderamiento de sus colaboradores, “Primero hay distinguir las habilidades individuales de cada integrante del organigrama, impulsarlos, guiarlos y en su momento aplaudir y reconocer sus logros. Plasmar objetivos anuales concretos y metas claras a largo tiempo es mi responsabilidad, en conjunto con las áreas de dirección, porque de esta manera todos los integrantes del organigrama desde Ventas, Producción y Compras, entre otros, avanzarán hacia la misma dirección”, dice.

A raíz de la pandemia, se abrieron nuevas áreas de venta en la compañía que no existían o estaban muy pequeñas, como las plataformas de ‘delivery’. “Mi compromiso como líder de la empresa ante esa situación específica fue buscar por dónde sí se podía llegar a los clientes, buscando alianzas estratégicas en las que las tres partes ganaran, La Divinata, la empresa en alianza y los clientes”, agrega.

Mujeres: Resiliencia

En medio de la adversidad, no solo nos adaptamos, sino que buscamos soluciones para crecer, es lo que nos ha llevado poco a poco a ganar la confianza dentro de los puestos claves de las empresas. “La manera en que nos desempeñamos y adquirimos compromisos con resultados medibles aprovechando todas nuestras capacidades dando el 100 por ciento en todo, aceptar nuestros errores y aprender de los mismos”. “Estoy orgullosa de ser inspiración de cambio en muchas mujeres. Cuando abrí La Divinata, no tenía mucha competencia, las mujeres que se animaban a abrir un negocio eran pocas, cada vez somos más las que tomamos ese compromiso. Estamos moviendo la economía, generamos empleos y formamos parte de una cultura de superación. “Ahora nos toca decidir por nosotras mismas, quitando paradigmas sobre los roles y funciones que tenemos que hacer en la sociedad. Demostrar que, si nuestra decisión es tener hijos, esto no tiene por qué limitarte para tener un negocio exitoso. Nuestro día y tiempos se organizan de tal forma que podamos cumplir con ambas cosas”.

Ana asegura que La Divinata es su sueño y se siente orgullosa de lo que se ha cumplido. El lograr que esta empresa fortalezca su personalidad, viva y crezca sin ella es uno de sus objetivos primordiales. ¿Qué es lo que hace a Ana Rodríguez que le den ganas de levantarse cada mañana? “Cosas muy sencillas: las ganas de ser mejor cada día, solucionar situaciones, hacer ejercicio, comer rico, tomarme un café, platicar con mis hijos y, ¿por qué no? Si me toca ese día trabajar, hacerlo con todo el empeño y actitud; y si me tocará descansar, también disfrutarlo”, finaliza.

Conoce más sobre ella

La Divinata tiene ya 14 años dando servicio a sus clientes.
Actualmente cuenta con 80 colaboradores.
De sus colaboradores 85% son mujeres.
Cuenta con ocho puntos de venta en diferentes sectores de Monterrey.
Sus áreas de mercado son: sucursales, restaurantes y a partir de 2020 participación en las plataformas de ‘delivery’.
Todos sus pasteles y panadería están elaborados con procesos artesanales y materias primas de la más alta calidad.

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