Alejandro Gutiérrez, creador de la Sociedad Mexicana de Parrilleros

Players of Life - Gravatar
9 Min Lectura

Fracaso tras fracaso: un despacho de diseño que no prosperó, una franquicia de artículos de bajo costo que no despegó, clases de diseño que no llenaban su espíritu. Durante más de una década, Alejandro Gutiérrez parecía coleccionar tropiezos. Hasta que entendió que cuando enciendes un proyecto por pasión, y no por dinero, la historia cambia.

En la casa de sus padres, en las faldas del Cerro de la Silla, el regiomontano de nacimiento aprendió el ritual de la carne asada: el asador en familia, el humo que reúne y la mesa como punto de encuentro. Ese aprendizaje lo llevó, años más tarde, a querer competir en un campeonato de parrilla en Estados Unidos. 

Alejandro Gutiérrez

Como no existía en México algo similar, creó uno en su propia ciudad. Su primera edición apenas le dejó 500 pesos de ganancia, pero fue la chispa de lo que hoy es el Grill Master H-E-B: el festival de parrilla más grande de Latinoamérica, así como lo que dio pie a la creación de la Sociedad Mexicana de Parrilleros a través de la cual ha creado una comunidad integrada por miles de miembros que comparten con sus seres queridos momentos inolvidables alrededor del asador.

DE LAS CENIZAS AL FUEGO

Gutiérrez recuerda que, en sus inicios, las cosas simplemente no salían. “Todo lo que intentaba parecía fallar”, confiesa. Pero esos tropiezos lo llevaron a descubrir lo esencial: que su talento no estaba en productos de ocasión, sino en aquello que hacía con naturalidad desde joven: prender un asador.

Con los años, transformó esa autenticidad en disciplina: se documentó sobre fuego y negocios, ingresó a la aceleradora Enlace+, buscó mentores y, junto con el apoyo invaluable de su esposa Gaby, fortaleció los cimientos de lo que hoy es un sueño colectivo convertido en realidad.

Por otro lado, como emprendedor, acostumbrado a abrir, cerrar, contestar el teléfono y hasta barrer, tuvo que aprender por las malas a delegar, lo que mantuvo la empresa a flote durante un periodo en el cual estuvo hospitalizado y en recuperación por una serie de afecciones relacionadas con la columna vertebral. A raíz de eso comprendió algo esencial para el crecimiento de la SMP, que el negocio no giraba alrededor de él, sino de las experiencias para los participantes en los cursos. 

Con más de 260 colaboradores, 13 capítulos, 12 en cinco estados de la República Mexicana y uno en San Antonio, Texas, en Estados Unidos, y 13 años de historia, la SMP hoy es una plataforma de negocio con cursos, productos, experiencias y un parque que funge como centro de encuentro.  

LIDERAZGO SIN OFICINA

Hace algunos años, Alejandro tomó una decisión difícil: cedió la Dirección General para enfocarse en lo que realmente disfruta. “Me gustan menos las juntas y más el trabajo de campo”, admite. Hoy lo mismo se le puede ver partiendo leña que guiando a un grupo en un curso, o probando recetas.

Sin duda, adaptarse a este rol ha sido un reto para él, acostumbrado a hacer de todo dentro de la empresa. Durante la charla compartió que este Grill Master fue el segundo en el que no intervino en la organización, al llegarse la fecha llegó al evento a ver cómo quedó todo, y hasta se hizo tiempo para tomarse alrededor de mil 300 fotografías con amantes de la parrilla a quienes inspira ahora a través del contenido que genera en sus redes. 

Su liderazgo no se mide en discursos, sino en acciones. Inicia el día temprano, alimenta cuerpo y mente con ejercicio y lectura, y cuando comienza la jornada laboral ya está listo para encender nuevas ideas. Pero, a diferencia de muchos directivos, no se encierra en una oficina: trabaja desde su camioneta, desde el parque o junto a un asador, siempre presente en el campo. Esa cercanía es la chispa que mantiene viva la cultura de la SMP.

ADAPTARSE PARA TRASCENDER

Aunque se describe como un hombre serio, ha sabido adaptarse a los tiempos. Su marca personal hoy suma más de un millón de seguidores en redes sociales y aunque no le resulta natural exponerse, lo ha hecho para compartir la cultura del asado. “Tuve que aprender a comunicar sin perder autenticidad”, dice. Ese equilibrio entre sobriedad y apertura digital es prueba de que el liderazgo también se mide en la capacidad de evolucionar.

NEGOCIO CON ALMA PARRILLERA

La SMP ha demostrado que la carne asada puede ser mucho más que un ritual de fin de semana. Hoy es un modelo de negocio robusto: eventos, productos, libros, ‘merch’, capítulos en México y Estados Unidos, e incluso cursos diseñados para distintas generaciones, desde familias completas hasta parrilleros con sus mascotas. Su propuesta ha marcado un precedente al punto de impartir también cursos empresariales sobre la filosofía de la compañía. 

En su crecimiento ha forjado alianzas con marcas globales como Victorinox, New Era y Mariscal, y Alejandro funge como embajador de la Ford Lobo King Ranch. Cada colaboración, enfatiza, debe sumar más que ventas: “Si no compartimos visión y propósito, no tiene sentido”.

MÁS QUE BRASAS: RESPONSABILIDAD

La SMP no se limita a la parrilla. Desde sus inicios, han buscado retribuir a la comunidad a través de su Fundación:  plantar árboles, reciclar, rescatar perros o donar un camión a Bomberos Nuevo León son acciones que demuestran que la compañía no solo enciende fuego: también honra la tierra que lo alimenta. “Si nuestro fuego se enciende en esta tierra, es nuestra responsabilidad cuidarla”, explica.

Más que filantropía, es coherencia: el fuego que los reúne también debe proteger lo que les da vida. Esa convicción ha hecho que el impacto de esta organización trascienda el negocio y deje huella en la comunidad. 

Alejandro se describe como un hombre de mente inquieta, lo que a temprana edad le hizo ganar el apodo “Alegando”. Hoy mantiene su creatividad despierta para diseñar nuevas experiencias, nuevos productos y lo que sea que sume para hacer crecer la empresa y ayudar a más personas.

EL LEGADO DEL FUEGO

Al final, Gutiérrez insiste en que la SMP es más que un negocio. Es un espacio donde se honran los alimentos, las experiencias y la gente. Es la prueba de que los negocios con propósito generan mayor impacto que cualquier estrategia de marketing. Monterrey, ciudad de acero y cerveza, ahora también puede presumir al mundo la fuerza cultural de la parrilla.

El mensaje de Alejandro para los empresarios es claro, cuando propósito y pasión se alinean, no solo nace una marca: se enciende un legado que une generaciones.

LECCIONES DE NEGOCIOS DE ALEJANDRO GUTIÉRREZ

  • Hacer las cosas por pasión, no solo por dinero, cambia el rumbo.
  • Los fracasos son lecciones que afilan el instinto.
  • Predicar con el ejemplo mantiene viva la cultura de una empresa.
  • Delegar a tiempo es esencial para crecer.
  • Crear oportunidades propias puede convertirse en ventaja competitiva.

SMP EN CIFRAS

  • 260 colaboradores directos.
  • Presencia en Nuevo León, CDMX, Guadalajara, Querétaro, Mérida y San Antonio.
  • 13 años de historia.
  • Grill Master: evento internacional con miles de asistentes.
  • Colaboraciones con marcas globales como Victorinox, New Era y Mariscal.
  • Acciones sociales: reforestación, reciclaje, rescate de animales y donación de un camión de bomberos.
Comparte este artículo