Fue desde que era un niño, que Yuri Zatarain se sintió atraído por el arte. Con tan solo seis años de edad, ganó su primer concurso de pintura, lo que despertó el inicio de una apasionante carrera internacional que le ha permitido exhibir sus impactantes obras en Nueva York, París, Londres, Milán, Moscú, Dubái, Atenas, entre muchas otras ciudades.
Este sinaloense de nacimiento y tapatío de corazón se ha convertido en uno de los pintores y escultores más importantes de México y del mundo, con más de 250 exposiciones y colaboraciones con marcas internacionales como Chanel, Salvatore Ferragamo, Mont Blanc, Ferrari y Bentley.
Considera que una de las exposiciones que más ha marcado su vida, fue una muy importante llamada “Pide un Deseo”, realizada en Guadalajara, ciudad en la que reside desde hace 30 años, después de mudarse desde Mazatlán, Sinaloa, con el motivo de realizar sus estudios, ya que es egresado de Diseño Industrial por la Universidad Autónoma de Guadalajara, además de ser Técnico en Administración de Empresas en Mercadotecnia y Liderazgo, y Comunicólogo.
Yuri menciona que lo que más disfruta de su trabajo es pintar, “Meterme como en una locura con cada uno de los cuadros. Cada uno representa una historia y sentir que el cuadro te habla, es para mí lo más importante, que cuando estoy pintando, realmente la pintura cobre vida propia”, expresa.
Una historia que vivió y por la cual está convencido de que sus creaciones viven y sienten, fue con un cuadro que para él era muy importante.
“Siempre que llegaba y lo veía, le decía que me lo iba a llevar para mi casa, siempre le hacía cariños, le decía ‘eres muy eres muy grande y quizá no cabes’. Un día vienen unos coleccionistas a ver las obras y me preguntan por ese cuadro, que casualmente, la gente nunca había preguntado por él, y entonces le dije, ‘no, ese cuadro tiene muchísimo tiempo ahí, nadie lo quiere’. Y entonces, sentí como un silencio en el lugar. Yo creo que pasaron como dos horas, cuando me habló mi asistente por teléfono y me dijo ‘¡no sabes lo que acaba de pasar!, el cuadro se cayó, se despegó y se vino encima de todo, se quebró todo lo que había alrededor del lugar, pero el cuadro está intacto’. Me vuelve a hablar como a las dos horas y me dice, ‘hay un coleccionista de México que necesita esa obra’ y yo ‘¿cómo? ¿El mismo cuadro?’ y me dijo ‘sí, lo que puedo hacer es cambiarle de marco y enviarlo’ y ya nunca lo volví a ver, como que se enojó”, recuerda.
Las composiciones del artista combinan lo figurativo con lo abstracto, mientras profundiza en temas recurrentes de amor y honestidad, a través de la combinación de técnicas y la utilización de lápices, carbón, acrílicos, óleos, pintura sobre metal, lienzo, madera o cerámica.
“Las técnicas que utilizo son espontáneas y son algo muy personal, pero los colores son muchos tonos blancos y negros, utilizo los tonos pálidos porque escribo siempre cerrando los ojos y descubriendo la emoción que viví en algún momento y eso es lo que plasmo en el cuadro.
“Lo increíble de mi historia es que cuando las personas tocan los cuadros, se transportan al sentimiento que yo tenía cuando lo estaba pintando, de alguna manera pude transportar ese sentimiento a esa hora y eso es lo que creo que le da como la gran característica a mi trabajo ¿Cómo escribo esta historia de amor? Voy pintando los capítulos de la historia y algunas veces pueden ser abstractos, otras veces pueden ser muy realistas, pero todo el lugar se desarrolla en un bosque”, concluye. Su fuente de inspiración nace de un momento especial, ya sea una noche romántica o una fiesta increíble que no quiere olvidar. Me lo guardo en la mente y a ese momento le llamo ‘absoluto’, cuando cierro los ojos y veo ese momento en mi mente, cuando quiero acordarme de eso, cierro los ojos y solo veo lo que no vi en aquel momento y eso es lo que pinto, ese sentimiento y esa emoción que nunca vi, pero sé que se quedó guardada en mi mente”, explica.
Lo que viene después es poner su lienzo y reunir sus elementos de trabajo, “Utilizo todo lo que esté alrededor, puede ser agua, aceite, tintas, colores, lápices, y lo que me enloquece es no poder encontrarme con ese sentimiento, o ese sentimiento resulta difícil de develarse en mi mente y poder como de alguna manera plasmarlo, pero cuando lo puedo lograr y siento que el cuadro me habla, entonces entro ahora sí en paz”, explica.
Comparte que está enamorado de cada una de sus obras y que le cuesta mucho dejarlas ir, “Cuando llega algún coleccionista y se lleva alguna obra, muchísimas veces no me da tanto gusto porque es el tiempo, el valor, la locura que pasó por cada una de ellas, se les ven a algunas obras las cicatrices, el paso de los momentos, las emociones, los dedos, todo lo que pasó para que esa pieza estuviera ahí. Tenerla es realmente como un momento de éxito, y que se vaya ese éxito a veces duele”, argumenta.
PREMIOS Y RECONOCIMIENTOS
• A los 22 años ganó el premio Arte Joven de Jalisco.
• Cuando tenía 27 años, colocó su primer cuadro en el Museo de Arte Latinoamericano en Los Ángeles, California.
• A la edad de 35 años recibió la Medalla Antonio Leaño, entregada por la Universidad Autónoma de Guadalajara.
• Fue reconocido como Sinaloense Ejemplar en el Mundo.
• En el 2014 recibió la Medalla Iberoamericana por la Fundación Honoris Causa, en la Ciudad de México
LO QUE VIENE PARA YURI ZATARAIN
Entre sus planes a futuro están seguir pintando, exponer sus obras en Austria, realizar colaboraciones con marcas importantes, así como la hacer la presentación de su libro “Las Leyes de la Sabiduría”.
DÓNDE ENCONTRAR SUS OBRAS
• Acaba de inaugurar el Museo-Galería Yuri Zata rain, donde exhiben algunas de sus obras y tiene otras a la venta.
• Cuenta además con galerías en Guadalajara, Ciudad de México y San Miguel de Allende.
