Llevar al teatro al mundo empresarial no es tarea sencilla, sin embargo, desde la plataforma Voy al Teatro, Alan Gutiérrez ha logrado una vinculación especial que impulsa a la cartelera del teatro de pequeño y mediano a todo México.
Hace 9 años, Alan Gutiérrez puso en marcha Voy al Teatro, sin imaginar que este proyecto lo catapultaría como una promesa del Premio Emprendedor Jalisco 2023 de Coparmex.
Alan vive por y para el arte. Con los años, no solo ha protagonizado y dirigido obras de teatro, su talento va más allá. La experiencia de vivir en carne propia los desafíos de impulsar un proyecto escénico lo han hecho más que sensible a los retos de la cultura y cómo fortalecerla como una industria viva y con potencial siempre de crecimiento.
“Me encontraba con la necesidad de generar plataformas y proyectos que pudieran ayudar al aumento de los públicos. No es del desconocimiento de nadie que las artes escénicas se consumen menos en comparación a otras formas de entretenimiento”.
Como finalista del Premio Emprendedor Jalisco 2023, Alan Gutiérrez nos relata cómo ha sido caminar con una perspectiva cultural en el competitivo mundo empresarial.
“Me formé como actor y bailarín, egresado de Artes Escénicas de la Universidad de Guadalajara. Hice la plataforma porque conozco muy bien el sector, yo hago obras. Conozco las dificultades, las oportunidades. Desde que salí de la preparatoria soy teatrero”.
Alan Gutiérrez, creador y director de la plataforma Voy al Teatro / Fotografías: Claudio Jimeno
¿Qué es Voy al Teatro? La plataforma con la agenda teatral más grande de México
Desde 2021, Voy al Teatro inició su expansión en México y a dos años de esta apertura nacional, ya tiene presencia en 22 estados. Esta plataforma, orgullosamente nacida en Guadalajara, brinda al público toda la agenda teatral del país. Directorio de teatros, obras, talento, agenda. Todo y un poco más de las artes escénicas que nacen en el país.
¿Cómo tomó la comunidad teatral que una plataforma agrupara a toda la cartelera habida y por haber en la ciudad?
“Fue muy bien recibida desde el inicio y hasta la fecha. El proyecto ha evolucionado, porque ya no es solo cartelera, ya es todo una plataforma que hace un montón de cosas. En los otros estados no hay nada similar. La meta para 2024 es estar en todos”.
Basta con ingresar a su web para ver la maquinaria de fechas, artistas, producciones, carteles y teatros que el espectador encuentra en cuestión de segundos. Alan empezó en solitario este proyecto que hoy tiene una base laboral de 6 profesionales y que se vincula con la mayoría de compañías y teatros independientes del país. Producciones de pequeño y mediano formato fueron su apuesta.
Esto ha permitido que el espectador, en un solo click conozca la oferta teatral en casi todo el país. Alan celebra que el proyecto haya marcado un parteaguas, en su rubro y formato, para señalar que las cosas importantes no solo suceden en Ciudad de México.
“No hay algo similar en el país. Eso me da mucho orgullo, porque siendo de Guadalajara, la ciudad está siendo referente en las artes escénicas con Voy al Teatro con estas características y alcances. En el entretenimiento y artes escénicas, la norma es que los proyectos así de grandes son generados en Ciudad de México, pero en esta ocasión es distinto”.
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Dejarlo todo por Voy al Teatro
Hay quienes pueden pensar que Alan tenía un trabajo de ensueño. Formar parte de la Secretaría de Cultura con un salario asegurado y un horario de oficina. Decidió dejar esta comodidad para jugarse el todo por el todo cuando Voy al Teatro le demandaba cada vez más tiempo.
“Ese fue ese mi punto de inflexión. Renuncié a ese trabajo y me dediqué de lleno. Pensé, ya está funcionando, pero no va a dar el gran salto hasta que ya no le entregué mi 100 por ciento. Desde el 2017 estoy concentrado con la plataforma.
Con el potencial de Voy al Teatro, Alan no dudó en capacitarse en otras aristas que han sido clave para seguir impulsando al proyecto y formalizarlo aún más: la visión de emprendurismo.
“Mi formación era de artista, no de un gestor o administrador de empresas o algo similar. Me di cuenta que me hacían falta muchos conocimientos y expertis en este tema. Desde ese momento, y lo sigo haciendo, me he metido a programas de formación empresarial, emprendurismo para obtener esas asesorías que me permitan seguir creciendo y mejorando”.
Más allá de la tarima: estrategias, crecimiento y reconocimiento
En la víspera de que Coparmex celebre su gran gala, Alan ha vivido un proceso de mentoría para fortalecer a Voy al teatro con la asesoría de la empresa INBEST.
“Esto lo veía como el siguiente nivel. Esta convocatoria se veía más compleja, así me escribí y quedé. Uno siempre hace las cosas esperando que funcionen. De pronto es difícil explicar las cosas que uno hace, porque el nicho que atiendo es el pequeño y mediano formato, las obras más chicas, foros independientes.
Cuando se habla de artes escénicas se piensa en los grandes teatros o espectáculos, pero decidí atender este sector que estaba más olvidado. Lo que ocurre allí es muy valioso a nivel artístico y muchas veces la gente no se entera”.
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Teatro que vende, un reto constante
Hablar de la cultura como una industria, como un negocio puede generar un choque de ideas. Si bien el amor al arte es genuino, hacer que tu proyecto cultural sea rentable y con una expectativa de vida, también.
“No lo hice con la finalidad de una empresa o negocio para mí. Lo hice para poder abonar al sector, para ayudar esta problemática de pocas audiencias. He encontrado cómo puede ser sustentable, que puede mantenerse a sí misma y también generar trabajo para mí y otros compañeros.
La plataforma ya genera un impulso que ayuda a que el trabajo de las y los creadores se vea mejor recompensado desde ese lado económico. Con la difusión que hacemos se venden más boletos y si se venden más boletos hay más ingresos para toda la cadena que representa el sector, una economía circular”.
Aunque Alan no se asume como empresario y le gusta más presentarse como creador, su disciplina en este sector le permiten ver y vivir la cultura desde diversas perspectivas: la pasión, el negocio y la necesidad de adaptarse a las formas de consumo.
Voy al Teatro no solo te da santo y seña de dónde, cómo, cuánto, quién de la cartelera teatral. La plataforma ha generado más proyectos para atender otras necesidades de la vida teatral.
“Voy al Teatro es un montón de cosas. Tiene una boletera, un programa de fidelización de espectadores con la membresía Espectador Frecuente, sacamos una sala virtual durante la pandemia, damos cursos, diplomados. Es una plataforma que promueve a las artes escénicas a través de distintas estrategias herramientas, servicios y programas”.
