María José Castro tuvo siempre claro cuál era su destino como profesional. Diseñadora de modas y con una maestría en Administración, su pasión por el surf le indicó que Squalo era la empresa en la que podía potencializar su talento.
Sin embargo, llegar ahí no fue sencillo. Cuando intentó hacer prácticas profesionales en la marca tapatía, fue rechazada. Ahora no sólo trabaja con ellos, sino que es la directora creativa. “La única marca donde me visualicé en trabajar era en Squalo. Como estudiante los busqué para hacer prácticas y me dijeron que no había vacantes. Y como no había otra empresa que me atrajera, decidí comenzar mi propio sello”, cuenta en entrevista María José.
El proyecto que surgió después fue “Maho”, iniciado hace más de 15 años de manera artesanal y elaborando pieza por pieza. “Yo terminé la licenciatura en Diseño de Modas en 2003 y después empecé Administración. Ahí comenzó el viaje de ‘Maho’, mi marca de ropa de playa. Los trajes de baño los diseñaba y cosía en mi casa. Eventualmente busqué a una señora que cosiera y nosotros cortábamos los patrones y ella nos ayudaba a coser”.
“Maho” actualmente lleva el nombre de “HolieB”, enfocada en trajes de baño diseñados “para un espíritu libre y lleno de energía”.
Los caminos para cumplir los objetivos
Si bien llegar a la meta no es sencillo en ningún caso, para María José trabajar en la empresa que visualizó desde joven tardó casi una década, sin que eso implicara el dejar de disfrutar sus empleos y proyectos. Primero fue Jantzen y después vendría Fábricas Selectas, donde estuvo más de ocho años.
“En la carrera nos ofrecieron hacer prácticas en Jantzen, y como eran trajes de baño levanté la mano y me fui con ellos a trabajar; yo me metí teniendo mis horas de prácticas profesionales completas, lo hice para aprender y conocer”.
Una creativa al mando del surf mexicano
La diseñadora menciona que siempre siguió con sus proyectos y cuando buscó expandirse encontró una oferta laboral que no esperaba. “En la maestría me fui a China y al regresar quise comenzar a hacer producción en masa, venderle a tiendas departamentales y buscar escalar la marcar. Y para eso necesitaba quien me maquilara lo suficiente. Así llegué a Fábricas Selectas para que me produjera. Y no sólo aceptaron producir mi marca, sino que me ofrecieron trabajo pese a que tenía tres meses de embarazo. Tenía la intención de estar un año y me quedé con ellos casi ocho años”.
Y explica que ahora no sólo es la directora creativa de Squalo, sino que también es la responsable de la mercadotecnia. “Cuando me ofrecieron el trabajo en Squalo también me dieron el área de marketing. Desde entonces ya arrancamos varias campañas y ahora no estoy diseñando como tal; lo que sí es que hay muchas ideas plasmadas en la marca. Lo que se ve ahora en Squalo es un gran trabajo en equipo que hemos podido encauzar”.
Trabajar y ser feliz
María José rememora cómo fue cumplir un objetivo profesional y su llegada a la marca. Abandonar una empresa donde ya tenía años de labor no fue sencillo, pero le ganó la ilusión de lograr el sueño.
“Al final me buscó Squalo. Me ofrecieron un proyecto para darle un nuevo aire a la marca. Al principio me resistí porque no quería dejar el trabajo que tenía, pero recordé a la Majo del pasado que deseaba estar ahí y acepté la oportunidad”.
Y señala que ahora está feliz, montada en una ola en la que puede dirigir su destino. “Ha sido un trabajo arduo, pero estoy feliz. Siento que puedo ser yo misma. Ahora estoy como pez en el agua: estoy en mi ambiente, con mucha buena vibra y gente que sabe de surf y le gusta el diseño. Estoy encantada”.