Más allá del glamour que caracteriza a la industria de la moda, para Álvaro Valadez, fashion stylist de Guadalajara, este sector laboral, económico y cultural tiene una base humana.
Con más de 15 años de trayectoria, Álvaro conoce a detalle cómo la industria de la moda se ha posicionado y consagrado en la metrópoli tapatía. Su carrera, que explora tanto el estilismo, producción, relaciones públicas, docencia, consultoría y periodismo, es un ejemplo de una generación que marcó un antes y un después en Jalisco sobre cómo se vive, se trabaja y se entiende a la moda contemporánea.
“Siempre he luchado para que mi visión ofrezca otras facetas de la moda, no algo superficial y vacía, sino el lado el humano. La moda es una cuestión de pasión”.
Una generación dispuesta al cambio
Álvaro detalla que a la par de las grandes firmas internacionales que llegaban a la ciudad, Guadalajara veía el surgimiento de una nueva generación independiente y underground que fue esencial para dar continuidad al legado que habían marcado profesionales de la moda como los hermanos Lupercio en la formación de modelos y estilismo, o el empuje disruptivo y comercial que también hicieron las diseñadoras Julia y Renata Franco.
“La moda es un sector bastante nuevo. Hay gente que tiene décadas en esto, pero entendiéndola más como una industria desarrollada, pujante e interesante, tendrá unos 20 años, desde los años 2000. Ahora sí se tiende a la moda como una profesión, las escuelas tienen más carreras”.
Su primer paso laboral fue dentro del Festival Internacional del Cine de Guadalajara, de ser practicante se integró de lleno al departamento de relaciones públicas. Ahí tuvo un primer vistazo de lo que implica la comunicación y de paso comenzar a proponer su concepto de stylist a figuras invitadas como Ely Guerra.
Crédito: Jesús Villanueva
El inicio
Posteriormente forma parte de Trendsetter, agencia que llevó las grandes inauguraciones de firmas globales de Andares o diseñadores que comenzaban a consagrarse dentro y fuera de México. Nos obstante, Álvaro ha optado por el camino freelance, con un trabajo independiente que forjó su camino en extintas revistas como Posh, donde liberó por completo su creatividad y estilo ante las cámaras y editoriales como un profesional stylist de moda.
“Yo hacía todo iniciando como stylist de moda, desde aterrizar la idea y el concepto, hasta conseguir la ropa, modelos, locaciones. Ahí empecé a foguearme en el estilismo. Después estuve trabajando varios años con Denisse Guerrero, de Belanova”.
Y sí, el trabajo estético que Álvaro maniobró con Denisse en su indumentaria, colores, textiles y fusiones de prendas en una etapa más madura de Belanova, también marcó a un público dispuesto a replicar este estilo y explorarlo lejos de los estereotipos y prejuicios.
“Entre 2006 y 2008 se estableció también una comunidad muy interesante de diseñadores en Guadalajara, Ciudad de México o Monterrey. Desde Pablo Villalpando, Jonathan Morales o Denisse. Era una escena muy efervescente, muy relacionada también con la vida nocturna y la cultura underground de la ciudad”.
Crédito: Esteban Calderón
“Trato de estar en proyectos que me llamen la atención y me aporten algo creativo. El reto es mantenerte activo, que puedas generar algo propositivo”.
Álvaro Valadez.
Andares, el parteaguas de Jalisco para el fashion stylist
Hay quienes dicen que infancia es destino. Álvaro nos comparte que desde su niñez la moda llegó a su vida a través de icónicas revistas que hoy forman parte de su colección. Años después, esas portadas y artículos que le mostraban un escenario que parecía lejano con todas las tendencias internacionales más allá de las fronteras mexicanas, llevan su nombre, creatividad y trabajo tras bambalinas.
“Nunca lo vi esta profesión como algo real, era muy lejano para mí ver todo lo que pasaba en Europa con diseñadores, modelos, desfiles. No había internet, las redes sociales no existían, solo por las revistas me enteraba”.
Si bien su carrera de Comunicación en el ITESO y su maestría en Comunicación de Moda del Istituto Marangoni Paris, lo encaminaron a la industria y desarrollarse como stylist de moda, el instinto por conocer en primera persona a esta maquinaria mundial, lo situaron en momentos clave del desarrollo económico, empresarial y cultural de Guadalajara con la apertura del centro comercial Andares.
“Nos tocó ser la agencia de relaciones públicas y marketing de todas estas marcas que llegaron. Ahí inicié de forma dura en este negocio. Andares fue un antes y un después. Antes sí había unas cuantas marcas de lujo, pero Andares, hasta la fecha, es la corona para la mayoría de las marcas a nivel Latinoamérica, es un punto importantísimo a nivel económico y comercial”.
Crédito: Jesús Villanueva
Periodismo de moda
A la par de estar corriendo de un lado a otro, de organizar eventos de moda en Guadalajara o cualquier parte de México o hasta en Nueva York, Álvaro también comenzó a pulir su faceta como periodista de moda.
“Si no tengo algo bueno que decir, prefiero no escribirlo. Trato de ser constructivo”.
Arropado entonces por la revista Gente Bien, y ahora en el medio estadounidense Harper’s Bazaar, Álvaro se ha consagrado a través de sus columnas, artículos y entrevistas con las grandes figuras internacionales de la moda. Ha sido testigo del nacimiento y posicionamiento de diseñadores, marcas y modelos que han llevado a la moda de Jalisco y México a los escaparates mundiales.
“Siempre he tenido claro que, en ese tema que abordo, al final lector, quien sea, yo pueda dejarles algo de información, que aprendieron algo nuevo. Necesitas un bagaje cultural para poder desarrollar el tema, tratar de aportar algo, un punto de vista, un contexto. Que no se quede una visión superficial. Es importante ser parte de la industria para entender cómo funcionar y tener este ojo crítico. No es fácil”.
Crédito: Germán F.
“Mi estilo es bastante clásico, no soy mucho de tendencias, soy de la moda clásica. Juego y me adapto, pero trato de crear imágenes que sean atemporales. Un estilo glamuroso, sofisticado”
Álvaro Valadez
Nuevos desafíos
Este stylist de moda, quien se desempeña actualmente también como docente en el ITESO, afirma que al paso de los años y con un escenario profesional más comprendido social y laboralmente, aún existen desafíos. Falta dar mayor certeza a salarios, lograr que los proyectos tengan continuidad y que la nueva generación logre consolidar más plataformas profesionales.
“Claro que hay nuevas generaciones. Como profesor, en las escuelas veo que cada vez hay más oferta académica, más estudiantes y nuevas propuestas. Pero siento que no hay la misma cantidad de oportunidades y proyectos que se consoliden”.