El reparto de utilidades es un derecho que tienen todos los trabajadores que son contratados de forma directa por las empresas, quienes reciben una parte de las ganancias que generó la empresa donde laboran durante el año. De acuerdo con la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo, tienen hasta el 30 de mayo para entregarlo.
En caso de no recibirlo, el trabajador tiene dos opciones: la principal es que acuda ante la Procuraduría de la Defensa del Trabajo para levantar una queja. Dicha instancia tiene la obligación de atender esas quejas y resolverlas en un plazo relativamente corto.
La Procuraduría le requiere al patrón que exhiba los documentos que acrediten si existe el reparto de utilidad correspondiente a este ejercicio, o en todo caso si no hubo utilidad, aclarar ese punto con el trabajador.
La segunda opción es que el trabajador presente una demanda ante la Junta de Conciliación y Arbitraje para efecto de hacer ese reclamo y que se resuelva el caso para que le puedan hacer el pago correspondiente, ya que es una obligación de todos los patrones que hayan generado utilidad hacer ese reparto.
La obligación en términos de ley es que la empresa pague completo en una sola exhibición el reparto de utilidades; sin embargo, sí existe manera de que el patrón y el trabajador se puedan poner de acuerdo para establecer algunas modalidades; por ejemplo, acordar que se aplace el pago en un par de meses o se vaya realizando parcialmente.
