Colaboración de Maria José Palomar de Kueski
El 8 de marzo fue el Día Internacional de la Mujer. Desde sus orígenes, hace más de un siglo, hasta la actualidad, el propósito de este día es conmemorar la lucha de las mujeres por alcanzar la igualdad de género.
El objetivo de esta fecha es visibilizar y reflexionar entorno a las deudas que todavía tenemos como sociedad frente al reconocimiento de los derechos y las posibilidades de desarrollo y bienestar de las mujeres en el mundo. Si bien, hay un camino avanzado con logros importantes -el derecho al voto, el uso de la píldora anticonceptiva,el acceso a la educación universitaria, por mencionar algunos ejemplos,- también es cierto que el trayecto es todavía largo y falta mucho por recorrer.
En México, dicha deuda no es sólo importante, sino altamente alarmante. En un país en el que hay 10 feminicidios al día y ocupamos la primera posición como el país más violento para las mujeres en América Latina y la sexta a nivel mundial, no nos es posible ni aceptable, permanecer ya impasibles como sociedad.
Hoy más que nunca, frente a historias desgarradoras de feminicidios como la de Ingrid Escamilla, Fátima Antón, Abril Pérez, Karen Estrada, Lesvy Berlín entre muchísimas otras, esta penosa realidad nos debe indignar, preocupar y ocupar a todas y todos los ciudadanos de este país, sea cual sea nuestra trinchera.
Específicamente, desde las empresas, como uno de las espacios de socialización más importantes, tenemos una corresponsabilidad para hacer frente a esta grave problemática. Al final, es dentro de las esferas de trabajo, que se adoptan formas de comportamiento y relacionamiento que de no abordarse propiamente, replican las estructuras de poder desiguales entre mujeres y hombres de nuestra actual sociedad mexicana.
Las empresas debemos asumirnos como parte del problema de la desigualdad de género, y como tal, debemos impulsar la visibilización de esta grave problemática y la formación constante de conciencia con perspectiva de género entre todas y todos nuestros colaboradores. Es nuestra responsabilidad hacerlo. No sólo el #8M. Todos los días del año.
El compromiso de construir espacios de trabajo más dignos, saludables y justos para todas las mujeres es responsabilidad de todas las empresas mexicanas. En Kueski, no sólo este 8 y 9 de marzo, sino todos los días del año, son días de lucha, de reflexión y de cambio.