Jalisco es un Estado que se distingue por sus atractivos destinos turísticos y espectaculares paisajes, su diversa gastronomía, además de varios elementos representativos de su cultura como el tequila, la charrería y el mariachi. No obstante, en los últimos años esta entidad federativa se ha destacado como un territorio fértil para la industria cinematográfica.
Filmar en tierras tapatías no es algo nuevo. Algunos títulos del cine mexicano como ¡Ay, Jalisco, no te rajes! (1941), La diosa arrodillada (1947), Ven a cantar conmigo (1967) y Siempre en domingo (1984) fueron grabados en este estado durante el siglo pasado. Asimismo, películas internacionales como La noche de la iguana (1964), Depredador (1987) y Kill Bill: Volumen 2 (2004) se desarrollaron en sus locaciones.
En la última década la industria del cine ha vivido un boom en Jalisco. De acuerdo con cifras de la Comisión de filmaciones del estado, en el periodo comprendido entre 2014 y 2019 se filmaron 58 largometrajes, 94 cortometrajes, 105 comerciales y otros 137 contenidos audiovisuales en esta entidad.
Tan solo en 2019, según el Gobierno estatal, se realizaron 110 producciones que dejaron una derrama económica de 100 millones de pesos, además de que se organizaron 14 festivales de cine y cuatro eventos internacionales.
“La filmografía que se ha producido en Jalisco durante los últimos años es tan diversa como los escenarios que ofrece este estado. El cine independiente, introspectivo y la nueva oleada de comedias románticas mexicanas coexisten en la pujante industria tapatía”, señala Mauricio Almeida, Founder y CEO de Scouter, plataforma de búsqueda de locaciones para proyectos audiovisuales fundada en Jalisco.
Películas como Los lobos (2019), Asfixia (2018), Día de Muertos (2019), Claudia no se quiere morir (2019), Nerea (2018), Los insólitos peces gato (2013), Somos Mari Pepa (2012) y Fecha de caducidad (2012) son algunos de los ejemplos más representativos de la primera categoría.
La boda de mi mejor amigo (2019), El mariachi gringo (2012), Treintona, soltera y fantástica (2016), Lo más sencillo es complicarlo todo (2018) y Plan V (2018), por otro lado, son algunos de los éxitos taquilleros que se han filmado en Jalisco en la última década.
Jalisco, la industria del cine en franco crecimiento
Según cifras del Anuario Estadístico de Cine Mexicano 2019, del Instituto Mexicano del Cine (IMCINE), 12% de los largometrajes y 6.8% de los cortometrajes registrados en 2019 fueron filmados en Jalisco. Los números todavía están lejanos a los acumulados por la Ciudad de México, en cuyas locaciones se filmó 43% de los largometrajes en ese mismo periodo. Sin embargo, el crecimiento de la industria cinematográfica tapatía es indiscutible.
En esta entidad, de acuerdo con un ensayo publicado en la revista Replicante, se cuentan más de 60 casas productoras, 13 universidades enfocadas en cine o medios visuales, casi 50 salas de cine y varias organizaciones e instituciones especializadas en cinematografía (cinetecas de Jalisco, Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica sección Jalisco, Red de Investigadores de Cine, etcétera).
De acuerdo con el Anuario Estadístico 2019, en esta entidad federativa hay 30 carreras y posgrados en materia cinematográfica y audiovisual.
“Después de la Ciudad de México, Jalisco es el estado con más producción cinematográfica en el país. De ahí han surgido directores, actores, fotógrafos, guionistas, entre otros talentos, que han destacado tanto nacional como internacionalmente. Tiene una estructura enorme y un circuito sólido de festivales de cine, entre los que se encuentra el Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG), uno de los más importantes de América Latina. A esto hay que sumarle los incentivos del gobierno estatal y entonces tienes una receta perfecta para que se produzca más y mejor cine y Jalisco se convierta en la capital del cine mexicano”, afirma Mauricio Almeida.
Los incentivos para ser la capital del cine en México
Jalisco es el estado que tiene mayor producción de cine en el país, tras la Ciudad de México, y tiene una estructura bien engranada. De acuerdo con cifras del gobierno estatal, de 2019 a 2020, la derrama económica en esta industria creció 128%. Durante 2020 se registró una derrama de 363 millones 297 mil 683 millones de pesos.
Para detonar el crecimiento de esta industria, los creadores pueden solicitar apoyo a través del nuevo Programa de Fomento al Cine Mexicano (Focine), esto tras la desaparición del Fondo de Inversión y Estímulos al Cine (Fidecine).
En el mismo talante, la Ley de filmaciones del estado de Jalisco fue aprobada en febrero de 2021. Los promotores de esta legislación buscan que la industria del cine genere un aumento de producciones locales, atraiga producciones internacionales y turismo, además de que genere empleos y provoque una derrama económica.
La ley facilita los trámites entre autoridades federales, estatales y municipales para solicitar permisos y agilizar la filmación. A través del Fondo Estatal Filma, en Jalisco se financiarán proyectos de obras cinematográficas, audiovisuales y fotográficas que resulten ganadores en las convocatorias.
Entre otros puntos, la legislación contempla que empresas extranjeras y de otros estados de la República Mexicana deben contratar al menos a 40% de personal jalisciense.
“En este momento convergen varias circunstancias que pueden hacer a Jalisco la capital del cine en México en un futuro. Tiene historia, los escenarios, centros de formación de profesionales, una generación interesantísima de artistas y directores, y una gran estructura; además cuenta con un gran circuito de festivales, y es la segunda economía del país. Todo está alineado para que Jalisco pueda llegar a ser la capital del cine”, dijo Enrique Leñero, CEO de Filmingo, productora cinematográfica fundada en Jalisco.