Pedro González Coronado, actual partner en Finergia Asesores, es una figura que ha contribuido significativamente al panorama empresarial, especialmente en el proceso de transición que enfrentan las empresas al cambiar de manos o estructura.
La trayectoria de este banquero de riesgo se ha caracterizado por su visión estratégica y su capacidad para añadir valor a las empresas en momentos críticos de su desarrollo.
González Coronado inició su carrera en el ámbito financiero, un sector que le proporcionó una base sólida para entender las complejidades del mundo empresarial. Trabajando en diversas instituciones financieras, adquirió la comprensión adecuada de los mecanismos económicos y la importancia de una gestión financiera sólida para que cualquier empresa tenga éxito en su trayectoria.
Egresado de Ingeniería industrial, la preparación de Pedro González Coronado se ha desarrollado en diferentes ámbitos, como su paso por Hewlett Packard y su posterior maestría en Estados Unidos, país en el que comenzó a entender el mecanismo de adquisición o fusión de empresas.
La estrategia como pilar de la vanguardia
Pedro ha sido clave en el desarrollo de estrategias para incrementar el valor de las empresas antes de una venta o transición. Esta tarea implica no solo un conocimiento profundo de las finanzas corporativas sino también una comprensión del mercado, la competencia, y las tendencias económicas globales.
Entre los retos con los que se encuentra están, entre otras cosas, el entorno en el que se desarrollan las empresas y la mentalidad de sus propietarios.
“La situación ideal sería que los empresarios gestionaran sus compañías como si fueran a venderlas mañana, es decir, con toda la información relevante al día, los aspectos cruciales bien atendidos, una visión clara y un plan estratégico bien definido”, expresa González Coronado.
“Sin embargo, la realidad es que la mayoría de nuestros clientes acuden a nosotros cuando ya han iniciado un proceso de venta o cuando alguien les ha propuesto una oferta y no saben cómo proceder”.
Su labor, en este caso es poner sobre la mesa los diferentes escenarios ante los cuales el propietario se va a enfrentar, como pueden ser la poca colaboración del dueño debido a situaciones confidenciales, o la aceptación del proceso de desinversión en el que la compañía se encuentra.
“Algo que me llama la atención es la concepción de que una empresa formada puede ser para toda la vida. Sin embargo, muchas veces termina cambiando de manos por diversas circunstancias, lo cual es parte del ciclo de vida natural de las empresas. Los anglosajones suelen separar bien lo empresarial de lo personal, considerando la empresa como un activo que, si la situación lo requiere, puede desinvertirse y monetizarse”, advierte.
“En la cultura latina, y sin querer generalizar, suele haber un mayor apego a la empresa. Las generaciones anteriores a menudo nacían, vivían y morían en el mismo oficio, y si la industria sufría altibajos, ellos los enfrentaban sin considerar otras opciones. No obstante, las nuevas generaciones muestran una mayor apertura mental y flexibilidad”.
Ante este tenor, se busca que los empresarios entiendan de mejor manera cómo es que el entorno alrededor de su negocio puede afectar su rendimiento y buscar siempre la mayor ganancia.
González Coronado representa una figura central en la transformación empresarial, a través de la cual se cumplen las diferentes etapas de la vida de un negocio y en el que la clave es entender que tarde o temprano éste terminará por evolucionar o cambiar de manos.
Fotos: Claudio Jimeno
Frases:
“La generación de 30 a 40 años tiene otro chip y poco a poco están viendo a la empresa como lo que es, un medio que puede cambiar”
“La administración de la negociación, es lo que hacemos nosotros, es un poquito el rol de director de orquesta”
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