En un mundo donde emprender es cada vez más desafiante, hay historias cargadas de valor y tenacidad. La del empresario jalisciense Pablo Gámez es una de ellas. Su trayectoria es un ejemplo claro de cómo la determinación y la creatividad pueden transformar las oportunidades en grandes proyectos con impacto empresarial
Desde que es joven se ha definido como competitivo y persistente. “Siempre me he considerado muy apegado a mis creencias, no me dejo. Siempre soy firme con lo que pienso”. Estas cualidades, heredadas de una familia deportista profesional, se convirtieron en la base de su personalidad y su forma de enfrentar los obstáculos en la vida y en los negocios.
Su camino comenzó en el TEC de Monterrey, donde estudió finanzas con la intención de dedicarse al mercado bursátil o a la banca privada. Sin embargo, durante sus estudios universitarios, por aras del destino, a los dos años fundó su primera empresa, en 2016, dedicada a la venta de materiales de construcción. Los márgenes del sector eran pequeños, pero su entusiasmo lo llevó a arriesgarlo todo. A pesar de un inicio prometedor, la empresa no prosperó y tuvo que cerrar.
Lejos de rendirse, decidió aventurarse en la fabricación de suelas de zapatos con plástico reciclado. Los retos estaban presentes, pero surgió una oportunidad que cambiaría el rumbo de su vida: le ofrecieron vender tarimas recicladas. Pablo no dudó y decidió tomar el desafío. Con un presupuesto limitado, emprendió un negocio que hoy se ha convertido en un éxito: Grupo Siga.
Resiliencia y crecimiento exponencial
Inicialmente la calidad fue su principal reto, lo que lo llevó a contratar sus primeros tres empleados. Desde ese momento, su visión comenzó a materializarse. De vender un tráiler con 400 tarimas en promedio por semana, siguió con dos a la semana y hoy ha alcanzado un volumen de 60 tráilers de aproximadamente 500 tarimas cada uno por semana.
Su crecimiento no fue casualidad. 9 años después, la empresa está conformada además por un equipo de 160 integrantes y ofrece sus productos a todo tipo de industrias en Jalisco y algunos estados adyacentes. Siendo la calidad y sostenibilidad parte de sus pilares, a lo largo del tiempo ha incorporado tecnología, con una reciente adquisición de maquinaria especializada en garantizar que cada tarima cumpla con los más altos estándares del sector.
Con gran orgullo, recuerda que hace unos años pensaba que su proyección era muy soñadora, pero hoy puede decir con certeza que incluso la ha triplicado. Recientemente, su trayectoria fue reconocida con el XVIII Premio Adolf Horn, otorgado por el Consejo Coordinador de Jóvenes Empresarios de Jalisco, reforzando su historia de éxito.
No obstante, este ha venido acompañado de momentos críticos. Hace dos años una chispa acabó por incendiar el 60% de su bodega, poniendo no solo en riesgo al equipo, sino todo un sueño que se ha construido reto tras reto. Pero su resiliencia y liderazgo se sobrepusieron.
Innovación sustentable
En lugar de rendirse, le dio la vuelta a su modelo de negocio. Dejó de fabricar el 100% de las tarimas que vendía y ahora más del 70% de sus tarimas son recicladas, una realidad que también se logró gracias a la capacitación de proveedores.
Esta decisión no solo salvó la empresa, sino que la fortaleció en temas de sustentabilidad y capacidad operativa, ya que ahora vende el triple y mantiene un equipo leal de 160 colaboradores que han crecido junto con la empresa. Más que números, para Pablo esta es parte de la esencia de la empresa: una comunidad unida que comparte la visión de construir algo que trascienda.
El volumen, la innovación y la tecnología que hemos implementado es lo que más nos distingue”
El porcentaje restante está fabricado con madera certificada de bosques sustentables importada especialmente de Brasil, Chile y Estados Unidos, reforzando así el compromiso ambiental que distingue a Grupo Siga. A esto se suma la tecnología que han incorporado para cerrar el ciclo de aprovechamiento con la reutilización de sus residuos. Esta visión sustentable, combinada con innovación, la convierte en un referente en el reciclado de tarimas en Jalisco.
Este impulso innovador lo llevó a abrir un nuevo capítulo enfocado en la fabricación de crates, tarimas especializadas diseñadas para la industria tecnológica. Este proyecto, que ya trabaja con uno de los fabricantes gigantes de chips en Guadalajara, le permitirá ser un aliado estratégico para el Silicon Valley de México.
Con planes de abrir plantas en Ciudad de México, Monterrey y el Bajío, así como en Estados Unidos, Pablo avanza con una visión única. Su historia refleja la fuerza de un emprendedor que ha convertido cada caída en impulso. Demuestra que el éxito no nace del destino, sino de levantarse, una y otra vez, y apuesta por crecer permanece constante y ha convertido a Grupo Siga en un referente del reciclaje industrial en Jalisco.
Somos una empresa 100% mexicana que tiene 9 años dedicada en su mayor parte al reciclado de tarimas”

