“Si no hay ventas, no tiene sentido”, es una frase que distingue la determinación de Miguel Pánuco en la industria de la moda.
Con 26 años de edad, este joven tapatío tiene claro su objetivo como diseñador de modas. Si bien la creatividad es otro rasgo que ha marcado su posicionamiento en la moda tapatía, su ímpetu visionario y plan de negocios han sido clave para hacer de su firma PÁNUCO una de las grandes promesas de la manufactura en el sector del lujo en México.
“Mi trabajo se basa mucho en la arquitectura del tejido y la construcción de las prendas. Eso lo desarrollé con la experiencia laboral”.
Próximo a inaugurar en Guadalajara su showroom en alianza con las diseñadoras Montserrat Messeguer y Lydia Lavín, Miguel Pánuco vive por mucho uno de los años más significativos en su trayectoria.
Por un lado, abrirse al mercado internacional con su debut en el Centro Cultural Casa del Reloj, de Madrid, su apertura al e-commerce y ser el primer diseñador en protagonizar un desfile de modas en el legendario Teatro Degollado, en colaboración con la Cámara de Joyería para celebrar el décimo aniversario de su magno evento Escaparate.
“Estamos en la transición de dejar de ser PÁNUCO Diseñador a ser PÁNUCO empresa”.
Miguel no solo profundiza en la pasión que le genera el diseño, sino en cómo ha forjado una vocación que inició teniendo 13 años de edad y que ahora transforma en una empresa dedicada a la confección artesanal y que suma sustento a por lo menos 11 familias de manera directa e indirecta.
Un destino escrito: el origen de Miguel Pánuco
No cualquiera tiene el privilegio de iniciar en la moda bajo la asesoría de grandes iconos de la moda tapatía. Miguel dio sus primeros pasos en el taller del reconocido diseñador Alberto Rodríguez, experiencia que lo animaría a formalizar académicamente su propósito y estudiar en el Centro de Diseño de Modas de Guadalajara, del que han egresado destacados diseñadores como Julia & Renata.
“Era más un sueño y la curiosidad, no pensaba en lo que iba a lograr. Alberto Rodríguez tenía un negocio tangible, redituable, y eso lo veía en el taller. Lo primero fue enamorarme del proceso de creación, de la artesanía, del trabajo manual que realizábamos todos los días. (Entonces) No lo visualizaba como tal en un negocio propio, pero sí sabía que había un futuro”.
El camino estaba puesto y el destino trazado para que Miguel cautivara en el pionero reality de diseño “México Diseña By ELLE”, que en su edición 2017, le otorgó el cuarto lugar como finalista.
“Allí fue cuando explotó todo y tuve la oportunidad de cuestionarme qué es lo que iba a hacer, porque yo antes trabajaba las creaciones de otros artistas, no las propias. Fue la oportunidad de explorar lo mío”.
Un año después, PÁNUCO estableció los cimientos de esta firma que a la fecha ya suma exclusivas colaboraciones con Tierra Rossa, CLOE y SHEIN. Desde entonces, se ha dado a la tarea de perfeccionar no solo su estilo, sino también su liderazgo para ser un diseñador que vende lo que confecciona en cada colección.
“Si no puedes alimentarte de tu creatividad es un proyecto que no tiene sentido o razón de ser. Ese es el principal motor que deberían enseñarle a los creativos para que aprendan que su arte debe de ser un negocio.
Al final, es el valor agregado de los creativos en el presente: su identidad como creativo, pero también la base sólida de cómo proyectas tu talento de manera monetizable”.
Los desafíos del sector de lujo
Miguel celebra que en las carreras actuales de las industrias creativas el negocio sea un tema clave en la formación. Memora en sus inicios la poca importancia o profundidad que se le brindaba a los diseñadores para que supieran cómo vender y hacer de sus colecciones un negocio como cualquier otro.
“El principal reto fue eso, la parte económica. Hacer ropa en México no es más barato y muchas personas tienen esa creencia de mandar hacer algo o que comprarlo aquí será más barato. No es así, la industria no funciona de esa manera”.
Estos limitantes en la perspectiva del consumidor anima a los diseñadores a inclinarse al sector del lujo, considera Miguel al reflexionar sobre la alta competitividad que representa este nicho y las estrategias claras que se deben trazar para abrirse un lugar en este mercado, atendiendo también al semi-lujo.
“Hay cuestiones que demanda ese cliente que tienes que cubrir para proyectarte como una marca que ellos deseen adquirir. Ese fue el mayor reto, porque al inicio nadie te conoce, no sabes cómo vender tus piezas, quién las va a comprar. Es ir formando tu nombre y darte a conocer para que la gente tome el valor de querer pagar el costo que estás ofreciendo con tu producto”.
“Me preguntan que a qué personas famosas he vestido, yo digo que a todas mis clientas, son personalidades que resaltan tu trabajo en su gremio y eso es algo bonito”.
Un propósito a seguir
“Fugaz”, la primera colección con la que PÁNUCO debutó comercialmente en enero de 2018 en la feria de negocios Intermoda. Puntualiza ha sido uno de los proyectos más significativos y con el que marcó la popularidad de su ya icónico top de corazón deconstruido, que se convirtió en una prueba de fuego para augurar el éxito de la marca.
Con esa seguridad, Miguel no ha dudado en hilar historias en cada colección y en cada pieza con la que puede narrar también parte de su vida. Un ejemplo de cómo su creatividad refleja su esencia es la sensibilización y concientización sobre el VIH que ha hecho con su más reciente colección “Indetectable”, que llegó este año a Fashion Week Madrid.
Esto se refleja también en las alianzas que busca, como será la boutique con la diseñadora Montserrat Messeguer y Lydia Lavín: “somos colegas que nos damos cuenta que si no nos apoyamos entre creativos, no vamos a avanzar nunca como industria”.