Leticia Vilchis estaba destinada a la gastronomía y hacer de Masa Madre: La Boutique del Trigo, uno de los proyectos que revolucionan a la panadería en Guadalajara.
Hoy Masa Madre se ha posicionado como un referente de la calidad e innovación al tener a la masa madre como su materia prima y producto estrella con el que no solo brinda un sabor puro y natural, sino también una experiencia gastronómica y de conocimiento.
Este emprendimiento familiar ubicado en la calle Ottawa 1301, en la colonia Providencia, refleja la identidad de Leticia y su hija Luciana Masciarelli. Con ella ha ampliado la experiencia de Masa Madre como panadería, reforzando su menú y propuesta con las creaciones de Café Masa Madre.
“La gente se empezó a dar cuenta que este tipo de panadería realmente te genera un bienestar. Nunca pensé hacer un negocio y una empresa. Se empezó a dar, y ahora de la mano de mi hija Luciana, estamos haciendo la cafetería, ser ya una empresa”.
Masa Madre, una panadería extraordinaria
Más allá de las múltiples opciones que hay en Masa Madre con una panadería de productos totalmente integrales y naturales de larga fermentación con koji, kamut, centeno o avena, por ejemplo, Leticia Vilchis se ha preocupado por realmente hacer que el pan forme parte de la cotidianidad del tapatío.
No se trata de vender por vender ni llenar charolas por producir determinadas piezas de pan al día. El comensal y el cliente realmente viven una experiencia que se transforma en una verdadera cátedra cuando Leticia o su equipo de trabajo comienzan a explicar las particularidades de cada pieza.
Leticia podría pasar horas y horas detallando todo el proceso que hay detrás de una pieza de pan: el sabor, la forma de preparación, con qué alimentos llevarlo, cómo cuidarlo en casa. Son datos básicos que se unen a las historias en las que Masa Madre profundiza para explicar de dónde viene el trigo que se utilizó, cuál es la historia del productor o la tierra que lo vio nacer. Todo con sello mexicano.
En este lugar, que hoy celebra 10 años de existencia, cada pan, cada bocado, cada compra, siempre va acompañado por una fascinante historia.
En esto hace énfasis Leticia: hacer comunidad. Lograr que talentos de la cocina, productores, proveedores y comensales se conozcan, sepan cómo se moviliza un grano de trigo hasta convertirse en un pan, como si se tratara de una denominación de origen, que solo se encuentra en Masa Madre.
“Yo lo que quería era hacer un lugar que fuera barrio. Tener barrio nos conecta a unos con los otros. La gente sabe que de atrás de su casa puede traer pan y comprarse algo rico (…) es muy bonito tener un barrio en el cual la gente pueda estar realmente conectada con tu comunidad, porque finalmente somos comunidad. Eso es parte de lo que hago”.
Leticia recuerda esos primeros acercamientos con el pan cuando su familia se instaló en Portugal. De cuando, ante la dictadura de aquel entonces, el pan se compraba en el “mercado negro”, en los barrios más pobres. No tardó mucho en que Leticia ayudará a su madre en la cocina. Desde entonces, el pan de convirtió en algo cotidiano.
“Todos los días estoy innovando algo. Me contacto con gente con la que probé cosas deliciosas y que las fabrica. Yo digo, ‘¿cómo puedo hacer un pan que contenga la misma calidad nutricional, pero con sabor, que provenga de la misma comunidad, que sea creativo y se pueda vender?’”.
Progresivamente, Leticia profundizó en la especialización, ampliando sus conocimientos hasta transitar por experimentados y reconocidos espacios. A los 14 años de edad, toma su primer taller de masa madre con Guadalupe Rodríguez, en Xalapa, Veracruz, quien instaló el primer rancho orgánico en México.
El despertar de Masa Madre
A la par de impulsar otras facetas creativas en la danza o el pilates, Leticia nunca dejó de hacer pan en su hogar buscando ofrecer productos de calidad a su familia.
Después comenzaría a vender sus piezas de manera independiente, con una canasta, en el colegio de sus hijos. La propuesta de este pan casero cautivó tanto, que el momento de abrir la panadería, era el siguiente paso.
“Empiezo a vender pan y de repente tenemos un auge increíble, todos quería pan. Yo no tenía dónde hacer el pan y vendí, durante 2 años y medio, en mi casa”. Leticia recuerda que la panadería empezó con lo básico apoyada por dos obradores.
“Se empezó a dar solo que la gente viniera a mí, porque todo el mundo necesitaba cambiar su dieta, desde niños hasta adultos, todos. Hubo un boom del ‘sin gluten, que si vegano, que si lo otro’, la idea era quitar los químicos, sacar tus químicos del cuerpo y meter cosas orgánicas a tu organismo”.
El respaldo del que hoy goza Masa Madre entre los tapatíos también se debe al gran equipo de trabajo que Leticia presume con orgullo. Cada uno de sus colaboradores tiene una misión y una pasión que se ve reflejada en la fidelidad de los clientes.
“Toda la gente que tengo en la panadería es gente que le gusta lo que hace, es talentosa en lo que hace. Siempre pido opinión de lo que son capaces y ver de qué manera se puede implementar en grupo todo lo que todos saben. Para mí, eso es liderar algo”.
A esto se suma la capacidad de reacción que cada colaborador tiene cuando llega un cliente. Ya sea conocido o primerizo, además del pan del día, siempre está la recomendación y asesoría para disfrutar al máximo el pan que se llevará a casa.
“Nuestro pan es un protagonista, no es cualquier pan que te ponen en la mesa en cualquier día del año (…) entrevisto a este cliente y le pregunto ‘¿qué vas a hacer, cómo quieres poner tu mesa, cómo la vas a vestir, cómo te puedo orientar?’”.
Conoce a Masa Madre: La Boutique del Trigo
Masa Madre está ubicada en la calle Ottawa 1301, esquina Sao Paulo, colonia Providencia. Su única sucursal está abierta de lunes a viernes de 08:00 a 19:00 horas (cafetería cerrada los lunes). Sábados y domingos de 08:00 a 14:00 horas.
