Lula Martín del Campo: El poder del origen. Del maíz a la raíz

Chef mexicana, reconocida de manera internacional, comparte su visión sobre el maíz, la cocina mexicana ancestral, la sostenibilidad y la comunidad, defendiendo una gastronomía que conecta identidades y futuro.

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Lula Martín del Campo, quien se autodenomina cocinera y ha sido ampliamente galardonada, abre una ventana a sus recuerdos y, en esta entrevista, comparte su filosofía culinaria y la misión que hoy abraza con fuerza: llevar la cocina mexicana a nuevos horizontes sin perder el arraigo en lo más profundo de la tierra.

“El maíz es identidad y nos hace entender que hay un elemento en común en un País o en un continente que nos conecta y nos hace ser más humanos”, asegura. Sus palabras no son discurso: son años de observar cómo un grano puede ser punto de unión entre comunidades y generaciones.

El despertar de una vocación

Su formación no nació de la casualidad. El respeto por las cocineras tradicionales, las vivencias familiares y la influencia de figuras clave marcaron un camino inevitable. “Admiro profundamente a Mónica Patiño porque me hizo entender que una mujer puede hacer gastronomía desde la sencillez y con el tiempo seguir siendo inspiración”, comenta. Esa huella se nota en la manera en que defi ende la sencillez como virtud y como fuerza creativa.

No se trata de complicar la cocina mexicana, sino de volver al origen. “El lema de menos es más significa que la sencillez tiene un gran poder”, afirma. Lo explica a través de la milpa: un sistema agrícola complejo que, al final, regresa siempre al maíz.


La vida entre sabores

La conversación se llena de anécdotas. Habla de tacos como su comida rápida favorita, de tamales como platillo embajador y de la ternura que guarda el pastel de chocolate de su madre. “Un taco es la mejor opción: cabe en una tortilla, no necesitas cubiertos y puede compartirse alrededor de una mesa”, dice con una sonrisa que se siente incluso a la distancia.

El chile es otro protagonista. Para ella, es quien da alegría y juego al paladar. “Aunque amo el maíz y el frijol, el chile nunca puede faltar porque da sorpresa y movimiento”, enfatiza.

El maíz es identidad y nos hace entender que hay un elemento en común en un país o en un continente que nos conecta y nos hace ser más humanos”.

Una cocina que hace país

Cuando describe lo que significa cocinar en México, lo hace desde una perspectiva amplia: no es solo el acto creativo de un chef, sino una cadena de valor que involucra a pescadores, productores, meseros, comunicadores y comensales. “Cuando me refiero a ser País alrededor de un plato es cuando todos nos ponemos en sintonía y en comunidad”, explica.

De ahí nace su empeño en trabajar con productores locales, quienes, dice, le han enseñado a valorar la sencillez y la riqueza de lo cotidiano. “Cuando tienes menos, tienes más, porque puedes conectar con los valores humanos y con lo simple”, comparte.

Inspiraciones lejanas

La música también aparece en la charla. Si su cocina fuera un género, sería Mecano. No es casualidad: creció escuchando sus canciones, testigos de una era alternativa que conecta España y México.

Hay un lugar que la sigue llamando: Baja California. “Siempre que vuelvo a Tijuana regreso llena de corazón, porque ahí está mi familia y una gastronomía que ha evolucionado sin perder su esencia”, recuerda.

Riesgos y aprendizajes

Abrir restaurantes ha sido uno de sus mayores desafíos. “La decisión más arriesgada que he tomado ha sido tener no uno, sino dos restaurantes”, confi e-sa. La experiencia le mostró que el crecimiento no siempre signifi ca satisfacción, sino mayor complejidad. Hoy lo asume como un reto diario que le impulsa a ser mejor.

En su visión, un cocinero atraviesa tres etapas: definir un estilo, caminar en comunidad y aprender que menos es más. Ella se encuentra en la tercera, enfocada en sostener lo logrado y en abrir camino a nuevas generaciones.

Cocina mexicana para el mundo

Hablar de futuro la llena de convicción. “El mundo global puede entender de la cocina mexicana que somos una cocina ancestral que sigue viva hoy en día y que somos una cocina que comparte, que hace comunidad”, asegura.

No busca modas pasajeras ni tendencias digitales. Aunque reconoce la fugacidad de las redes, también cree que dejan aprendizajes que habrá que comprender en unos años. Lo importante, insiste, es mantener el orgullo de las raíces y evo-lucionar con conciencia.

La chef Edna Alanís entregó el premio Trayectoria Gastronómica ala chef Lula Martín del Campo durante los PRA Guadalajara 2025.
La chef Edna Alanís entregó el premio Trayectoria Gastronómica ala chef Lula Martín del Campo durante los PRA Guadalajara 2025.
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