Por Federico Díaz González, Consejo Consultivo Expo Guadalajara
El sector de los bienes raíces es, sin duda alguna, uno de los más importantes y rentables. Además, se trata de una actividad noble, que genera altos retornos de inversión y seguridad a través del tiempo.
Esta industria presenta grandes oportunidades de crecimiento y expansión, en especial en lo relativo al marketing inmobiliario, gracias a esta herramienta se ha logrado crear un vínculo más profundo con los compradores o inversionistas desde el primer acercamiento. El éxito de esta relación se alcanza, principalmente, cuando está basada en la confianza y la claridad.
Este tipo marketing se caracteriza por estar dirigido a un perfil diferente al tradicional, debido a que, ya sea para vivienda o inversión, comprar un bien inmueble es una de las decisiones más importantes para una persona.
El trabajo realizado por los especialistas en mercadeo, hasta hace algunos años, había sido impecable: centrado en la experiencia y el contacto directo.
Sin embargo, a raíz de la pandemia las reglas cambiaron, los agentes tuvieron que idear nuevas formas de aproximar a sus clientes potenciales con los productos ofertados. Las necesidades se modificaron radicalmente, pues ya no existía la posibilidad de acercarse, mostrar los detalles del producto y realizar un proceso de convencimiento basado en la observación.
En consecuencia, se dio apertura al abanico de opciones que presentaba la tecnología, las redes sociales actualizaron la forma en la que se interactúa con los clientes potenciales, es decir, se migró a la era de la escucha activa.
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En primera instancia, se abrieron mercados que antes no se podían alcanzar con facilidad. El aspecto masivo de las redes sociales ha permitido llegar a targets que están físicamente distantes a las propiedades y con esto, promover aún más la venta como inversión. Por otro lado, las redes permiten que los anunciantes segmenten sus audiencias, para que se pueda llegar a aquellos compradores que tienen perfiles muy particulares.
Además, son una gran base de datos, pues en ellas, los usuarios almacenan de forma voluntaria sus gustos, intereses, lugares a los que suelen acudir y preferencias de compra. Esto ayuda a que los vendedores tengan más oportunidades de crear un vínculo con sus clientes, con mayores opciones de éxito.
Un aspecto muy importante es que estos medios permiten a los agentes inmobiliarios ofertar sus servicios sin resultar invasivos, ya que el acercamiento se lleva a cabo de los usuarios a la marca, y no a la inversa, como solía hacerse en el marketing tradicional. Esto les brinda la sensación de tener el control de sus decisiones e intereses.
Como en cualquier venta que se gesta a través de redes sociales, es un hecho que la base de la cual partir siempre será tener un contenido de calidad, con un enfoque adecuado para la audiencia. Sin embargo, en un mundo regido por las tendencias, las plataformas en las que se entreguen estos contenidos tienen gran incidencia en el impacto que generan. Tiktok es el canal que actualmente mantiene el liderazgo en cuanto a percepción y alcance.
A pesar de su naturaleza, basada en el entretenimiento y la inmediatez, la plataforma tiene la facultad de atraer, convencer y cerrar ventas con gran facilidad, ya que cuenta con el valor del video y la síntesis, que en conjunto pueden resultar muy persuasivos.
La mejor parte de TikTok es que, a través de las publicaciones que realizan los usuarios, se van creando las tendencias que son la guía para abordarlas con contenidos creativos, aunque sin duda alguna, también es importante buscar la innovación, con nuevas formas de atraer audiencias y mantener a las cautivas interesadas.
El marketing inmobiliario centrado en redes sociales es el presente de las ventas en el sector y solo será rentable mientras los creadores de contenidos estén dispuestos a sumarse a las novedades, y a anticiparse a las oportunidades de cambio.
