José Luis Font cabe de manera perfecta en la definición de hombre de mundo. Como director de Relaciones Corporativas para MATCH Hospitality, se puede jactar de conocer medio centenar de países, haber vivido en Estados Unidos, Sudáfrica, Inglaterra, Qatar y regresar a México para, desde aquí, impulsar el negocio de la hospitalidad y el turismo de cara a la Copa del Mundo de 2026.
Ese hombre, que de niño soñó con ser astronauta o policía, tuvo claro que viajar sería uno de los motivos para ser feliz mientras trabajaba.
“Siempre fui muy inquieto desde chiquito. Quería ser abogado y estudié Comercio Internacional en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). No quería estar dentro de una oficina o encerrado”.
Apasionado de los deportes, nunca pensó que el destino lo llevaría a ser parte importante de los mundiales de futbol. Se desarrolló como emprendedor en temas de logística y fue parte de una cadena hotelera antes de unirse a MATCH Hospitality.
“Mandé mi currículum buscando un poco de cambios, porque me quería retirar de lo que hacía en temas de comercio internacional. Apliqué y llego directo a Sudáfrica. Trabajaba en la división de hotelería, le hacíamos todas las soluciones hoteleras a la FIFA para mundiales”.
Ahí empezó su trayectoria, que lo ha llevado a participar en los mundiales de Brasil, Rusia y Qatar.
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José Luis Font, profesional de retos mundiales
Llegar a una Copa del Mundo es una experiencia única. Gozar de un país dispuesto a mostrar lo mejor de sí, vivir el deporte al máximo y descubrir un sinfín de aventuras.
Todo sin ningún contratiempo. De eso se encarga MATCH Hospitality, conformada por una red global de agentes de venta que ofrece soluciones de venta y operación a los eventos deportivos más importantes del mundo, y son responsables del funcionamiento completo del Programa de Hospitalidad de la FIFA. De ese tamaño es el reto que enfrenta José Luis Font previo a cada evento.
“El haber trabajado en la parte de hotelería previo a un evento esta magnitud, me generó muchos aprendizajes. Desde temas de logística hasta en manejo de estrés”.
Y explica que, para llegar al día de la inauguración sin ningún contratiempo, hay muchísima preparación previa al silbatazo inicial.
“Siempre puede suceder un contratiempo, pero sucede de una manera totalmente distinta a muchas otras industrias. Tienes manufactureras o empresas que producen cosas en serie y es un poquito predecible porque lo estás haciendo de manera diaria aquí. Entonces, los problemas los conocemos y los anticipamos. Y sí, hay problemas nuevos, porque además hay que tomar en cuenta que con cada evento deportivo son variables totalmente distintas: es un país nuevo, es un equipo de trabajo nuevo, es una cultura distinta”.
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Volver a casa
Tras completar el mundial de Qatar, José Luis volvió al país para seguir con la planeación del próximo mundial. Además, regresa a sus raíces y donde su familia puede establecer más lazos.
“Mis hijos están en una edad donde ya empiezan a tener amigos. Cuando nos fuimos a vivir a Qatar, estaban un poquito más chicos, veníamos de una pandemia y estuvieron un año y medio sin realmente estar en clases formales. Tras aprovechar esa experiencia de vivir en otro país, ahora fue el momento adecuado para regresar. Ellos están sumamente felices de haber regresado porque su casa siempre estará aquí”.
Aunque él, ese niño inquieto que siempre quiso viajar, no descarta mudarse de nuevo a Estados Unidos o Canadá. Me sigue gustando el conocer otros lugares, aunque no creas, con los años ya uno busca más tranquilidad. Pero como el Mundial estará cerca, no estamos peleado en mudarnos de nuevo”.
“De mi etapa de emprendedor me quedo con el aprendizaje, porque me han servido para mi actual encargo”
