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noviembre 2, 2024

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Grupo ampm: el éxito está más cerca de lo que parece

La certeza de que cada paquete llegue puntual recae en Pablo Moreno, el tapatío al frente de Grupo ampm y que ha transformado al sector.

Por

Pablo Moreno, director de Grupo ampm

Cada mañana una persona recibe un sobre en Grupo ampm. Nunca es la misma persona, nunca es el mismo sobre. Lo que se repite es la puntualidad y la certeza de que el paquete va a llegar. A lomos de un caballo, a bordo de una motocicleta o manejando una camioneta, llegará a tiempo a su destino. 

Y si cada mañana esa persona recibe lo que espera es porque detrás hay una operación de logística que funciona como las manecillas de un reloj. La compañía no duerme y atiende las necesidades de cada uno de sus clientes, sin importar el tamaño del paquete. 

La empresa detrás de esa entrega es Grupo ampm. Su presidente y fundador es Pablo Moreno, un hombre que empezó en el negocio porque vio una necesidad mal atendida y desde hace más de tres décadas ha transformado el negocio de la paquetería de última milla. 

De traje hecho a la medida y con una sonrisa que salta a la primera oportunidad, Pablo espera que llegue el café para hacer la primera afirmación de muchas. Durante la charla, este hombre apasionado de la tauromaquia y la gastronomía, se mostrará franco, sin ambages y con ganas de compartir cada secreto aún no revelado de su éxito en el mundo empresarial. 

“Hoy tuve la suerte de recibir un paquete de una compra que hice en una empresa estadounidense, con el nombre de un río en Brasil, y que repartimos nosotros. Antes de salir para la oficina me llegó por ampm y me dio mucho gusto saludar al compañero colaborador de la compañía, que además es un muchacho que ya tiene muchos años trabajando con nosotros”.

Grupo ampm

Pablo Moreno, director de Grupo ampm

Grupo amp, adaptarse al comercio electrónico 

Pablo sonríe, lo hará durante toda la entrevista. Con la certeza de un hombre que ha visto evolucionar su negocio, lo hace con el aplomo de las personas que se adaptaron a su tiempo.

Su compañía ha sido testigo de los cambios en la sociedad y sus formas de consumo. Desde entregar estados de cuenta y módems, hasta transportar paquetes que llegan de otros lados del mundo. Con clientes que descubrieron la paquetería en la pandemia hasta aquellos que durante toda la vida han sido habituales de la empresa.

“Yo tengo 56 años y no estaba acostumbrado a comprar por e-commerce. La pandemia nos cambió de forma brutal la manera de consumir y comprar cosas”.

Esa experiencia también cambió la forma de entregar cualquier objeto de importancia en todo el país. Grupo ampm está en toda la República y atiende la compleja última milla. 

“Ese proceso nos hizo que fuéramos muy competitivos. A las empresas grandes yo les decía, por ejemplo: ‘Voy a ir a Tapalpa porque tengo que repartir los estados de cuenta, o las tarjetas de crédito o los módems’. La respuesta siempre era la misma: ‘Sube también mis paquetes’. Porque la última milla es la más difícil. En el lenguaje de logística le llamamos cobertura extendida, que es para todas las poblaciones pequeñas. En las grandes ciudades vemos a todas las grandes empresas porque es más sencillo entregar paquetería, pero en las pequeñas poblaciones del país es donde hay dificultad y esa fue nuestra gran oportunidad: ya íbamos y repartíamos en motocicletas”.

Esa oportunidad de negocio también les dio el empujón necesario para ampliar su flotilla. “Había muchos paquetes que vienen de Estados Unidos o de empresas importantes en México de e-commerce que no eran pequeños. Entonces, en una motocicleta no puedes meter 50 o 70 paquetes de 20 kilos cada uno y nos fuimos transformando. Primero fueron pequeñas camionetas, después camionetas medianas y ahora ya camionetas grandes y tráileres para poder transportar de estado a estado”.

Pero no se trató solo de un cambio en la forma de hacer lo que mejor saben, fue una transformación profunda en el modelo de negocio en la última década.

“Vimos que cambiábamos o el mundo nos iba a cambiar. Hoy entregamos cinco veces menos cartas que lo que entregamos en nuestros mejores momentos. Vamos, el negocio cambió por completo. Hace siete años nuestra estrategia se llamaba 70-30 porque nosotros facturábamos 70% de servicio postal y 30% de todo lo demás. Hoy tenemos un 85-15, 85% de paquetes y 15% de servicio postal, renta y almacenaje”.

Las cifras surgen en un abrir y cerrar de ojos. Le apasionan a Pablo y ejemplifica en cada ocasión que ve necesaria. Ha sido brutal el cambio que ha tenido la organización. Pasamos de entregar, por poner un ejemplo, 30 mil paquetes al mes, a recibir y entregar casi dos millones al mes. Además, antes tú pedías algo y a veces te llegaba en 90 días o en ocasiones nunca llegaba. Ahora pides algo y al día siguiente, o algunas veces el mismo día, te llegan las cosas que pides, ¿no? Entonces es un cambio en el mundo entero”.

Dos orejas y un rabo

La oficina está en calma. Adentro se vive en esa pausa que dan los espacios de clima controlado. Una burbuja de cristal aísla y protege del ruido exterior, de una ciudad que no descansa. Pablo da otro sorbo de café y ofrece la bebida a quien guste. Hay afiches esparcidos que denotan sus pasiones. El café, los toros y la gastronomía son parte de esa lista.

En la fiesta brava se ha desempeñado como impulsor y apoderado desde Casa Toreros. Le brillan los ojos cuando se le menciona el tema.

“De ganadero y gestor de plazas de toros tengo ya 15 años. Es algo que me gusta desde joven y que me enseñó mi padre, y como apoderado son varios años también. Te puedo decir que manejé a Joselito Adame y Octavio García “El Payo”, quienes desde jovencitos fueron figuras del toreo. También al rockstar del toreo: Andrés Roca Rey. Lo tomamos de 17 años y es el número uno por mucho”.

Cuando la tauromaquia no pasa su mejor momento, y tras el cierre que ocasionó la pandemia, este empresario tapatío da la cara por una fiesta cultural que se ha practicado desde hace siglos. No es difícil imaginar a Pablo sosteniendo un puro mientras observa los pases de cada torero que ha manejado. Él no arriesga la vida, pero sí pone patrimonio y prestigio por una de sus pasiones. 

“Fueron dos años en los que se batalló y se sufrió mucho porque los ganaderos que producimos toros no teníamos dónde venderlos. Hoy por hoy estamos otra vez al 100%, y lo más importante es que haya toreros que interesen en el mundo del toro”.

No evade que existe un discurso en contra del toreo, al contrario, se muestra confiado en que saldrán con orejas y rabo en los litigios en los que se encuentra el templo de la fiesta brava en el país. 

“Una asociación antitoros fue la que provocó el cierre de la Plaza de Toros México, pero le vamos a ganar la demanda para poder abrirla. Sin embargo, en el país se puede ir a los toros a disfrutar. Guadalajara es una de las ciudades más importantes para la fiesta, Aguascalientes y Tlaxcala también. Esas son las plazas más importantes, pero hay más de 330 plazas de toros en todo México”. 

Una taberna para disfrutar

La capital jalisciense se ha convertido en uno de los centros gastronómicos del país. Con una cocina que se renueva cada día sin perder la tradición, no es novedad que alguien que disfruta de los placeres sibaritas haya decidido abrir un restaurante.

Conjugando su amor por el toreo y la buena cocina es que surge La Taberna de la Vaca. Junto a Leonardo Delgadillo y Bernardo Corvera, Pablo Moreno busca trasmitir un estilo bohemio con gran sabor.

“Ha sido un éxito, estamos sorprendidos. Tenemos algunos meses de apertura y está lleno todos los días. Se come espectacularmente bien, la gente la pasa muy a gusto y ya estamos pensando en abrir algunas sucursales”.

El empresario menciona que en él no recae el negocio, sino que es operado por sus socios, quienes tienen décadas de experiencia. “Nosotros nos dedicamos, de alguna manera, a las relaciones públicas, a que vaya la gente y que se la pase muy bien”. Y no duda en recomendar su platillo favorito: “las albóndigas caseras son buenísimas”.

Grupo ampm: consejos para triunfar

“De los servicios y productos que normalmente utilizamos, es clave ver cuál está siendo mal atendido. Por ejemplo, hace 35 años, cuando nosotros enviábamos cartas, estas se tardaban uno o dos meses en llegar. La gente joven no sabe lo que era enviar una carta, ponerle un timbre a un sobre y mandarla a ver si llegaba o no. Ante esa necesidad mal cubierta, nosotros dijimos: vamos a entregar cartas y sobres en tiempo y forma. A lo que esté mal atendido buscamos cómo atenderlo mejor y más rápido”.
“Las ideas no nacen esté yo en una cantina o en un bar con los amigos jugando dominó. Hay que encerrarse a trabajar, hay que leer mucho, investigar mucho acerca de los productos o servicios que están siendo mal atendidos y que pueden tener un crecimiento futuro. A las cantinas y a los restaurantes hay que ir en las noches o los fines de semana, pero es importante ponernos a trabajar las ideas, porque esas no caen del cielo”.

En la voz de Pablo Moreno

“Hay que trabajar muchísimo para tener éxito. Las generaciones modernas piensan que trabajando muy poquito se puede crecer o se puede ganar dinero y lo que hacemos nosotros es old fashion. Hay que recordar que con el trabajo viene el éxito y la excelencia”.  

Grupo ampm en número
  • 52 sucursales del Grupo ampm
  • 35 millones de entregas económicas
  • 1 millón 050 mil paquetes entregados
  • 5 mil colaboradores
  • 3 mil vehículos
  • 3 mil instrumentos de comunicación
  • 3 mil unidades GPS
  • 52 mil horas trabajadas en el sistema de rentas de mensajeros
  • 13 mil 500 m2 para administración de inventarios y almacenaje de productos

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