En el marco de su 52 aniversario luctuoso, la Expo Guadalajara reconoce la obra de uno de los empresarios más trascendentes de Jalisco, Fernando Aranguren, dedicando uno de sus salones de eventos con su nombre, “Salón de Eventos Fernando Aranguren Castiello”, un homenaje a su legado que perdurará.
El acto, encabezado por el Lic. José Andrés Orendain De Obeso, presidente del Comité Técnico de Expo Guadalajara, destacó que este reconocimiento reque este reconocimiento simboliza la vigencia de los valores y la visión de liderazgo que distinguieron a Aranguren Castiello.
Se resaltó que no solo se celebra su nombre, sino sus valores como la responsabilidad, la competitividad, el compromiso, la vocación, la integridad y la colaboración.
Durante la ceremonia, su pensamiento y legado empresarial fue proyectado a través de un video conmemorativo, seguido de un minuto de aplausos en honor a su aniversario luctuoso.
El momento más emotivo del evento fue la develación de la placa conmemorativa, un acto que reunió a figuras clave del estado: representantes de Expo Guadalajara, de la Cámara de Comercio y de los gobiernos de Jalisco, Guadalajara y Zapopan. La presencia del Lic. Jaime Aranguren Álvarez, hijo del homenajeado, dotó al evento de una profunda emotividad.
En su mensaje de agradecimiento, el Lic. Aranguren Álvarez evocó la vida familiar, la intachable trayectoria y, sobre todo, los valores de integridad, responsabilidad y visión social que su padre sembró en la comunidad jalisciense.
La noche cerró con broche de oro con una presentación especial del Ensamble Vocal del Coro Municipal de Guadalajara.
Legado empresarial
Fernando Aranguren Castiello (1940-1973) es recordado como uno de los líderes empresariales con mayor impacto social en la historia de Jalisco. Su vida, aunque fugaz, estuvo marcada por una brillantez académica y un profundo compromiso humanista que lo consolidaron como la figura empresarial más importante del Occidente de México en la década de los sesenta.
Aranguren demostró un intelecto excepcional desde temprana edad, graduándose suma cum laude en Administración de Empresas de la Universidad de Notre Dame con apenas 18 años. Su rápida ascensión al liderazgo lo llevó a ser consejero del Banco Nacional de México (Banamex) a los 28, y a asumir la presidencia del Centro Empresarial de Jalisco (actual COPARMEX Jalisco) en 1967.
Inspirado por su formación jesuita, Aranguren concibió la empresa no solo como generadora de riqueza, sino como un motor de bienestar y desarrollo humano. Su filosofía se centraba en el “bien-ser” como principio rector, promoviendo de manera activa la austeridad, la responsabilidad, la integridad y la colaboración, así como el impulso constante a la capacitación y la juventud.












