“Lo más importante que encontramos aquí es la amistad”. Así nos respondió Alejandro Marcel Corbo cuando le preguntamos qué era lo más valioso que tiene el club de vinos que fundó hace más de 13 años.
El Club de Vinos Marzel celebró su quinto aniversario en Guadalajara, sede que cuenta con más de 100 entusiastas miembros. Para esta fecha, el Almacen del bife fue el escenario elegido para una noche al son de la música cubana y que contó con la presencia del habano sommelier Carlos Lorenzo, quien ofreció una sobremesa a 4 tiempos con los mejores puros mexicanos.
Más de una década compartiendo con los mexicanos
Alejandro llegó a México en 2005 procedente de Uruguay y se estableció en Baja California. En compañía de otros socios fundó Altovino, una bodega de vinos de autor que cuenta con 22 marcas y una producción de cerca de 300 mil botellas al año.
Lo natural fue seguir expandiendo este amor por el mundo del vino y en 2009 comenzó con el club de vinos. “Cuando arrancamos el público era muy poco conocedor de vino, pero tenía ganas. No podíamos degustar vinos de muy alto costo porque no llegaban y era complicado la gente estaba empezando a tomar vino, pero hoy día ha cambiado al 100%. La gente ya sabe apreciar un buen vino, quiere conocer muchas regiones diferentes, se clava y aprende”.
Más de 10 mil personas se han afiliado en este tiempo en las distintas sedes del club, que actualmente se encuentra en Ciudad de México, Querétaro, Uruapan y Morelia.
Una experiencia que va más allá de una copa de vino
“El espíritu de este club viene de compartir el vino de una manera mucho más relajada. Conocer vinos de todo el mundo, todos los meses probar opciones diferentes y tener la oportunidad de maridar estos diferentes platillos y cada tanto además tener eventos especiales como el día de hoy que donde aparte de tener un maridaje de vino blanco y tinto con un maridaje preparamos con el restaurante una experiencia completa de sobremesa”, comentó emocionado el fundador de este club.
Algo que vale la pena señalar es que además de las suscripciones mensuales en las que los miembros reciben beneficios como selecciones especiales de vino en sus casas o descuentos en restaurantes afiliados y precio especial en marcas y etiquetas exclusivas que importan Alejandro y su equipo, extienden el conocimiento del vino y su manufactura con los viajes enológicos que organizan durante el año.
“Otra parte primordial son nuestros viajes. Los wine tour que hacemos por todo el mundo. Tenemos siempre una fecha al año en Europa y Sudamérica además de varias visitas al Valle de Guadalupe. Aquí en México hacemos los viajes relativamente cerca de la parte de la Vendimia. Es decir, que es siempre de agosto en adelante”. Esto quiere decir que estás justo a tiempo de organizar tu visita acompañado de los expertos para tener una experiencia mucho más completa y exclusiva.
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Un lustro brindando en tierras tapatías
De acuerdo con Alejandro así como con los miembros con los que pudimos conversar, uno de los secretos del éxito que ha tenido este club es el trabajo que realiza Martha Mejía, la directora en la ciudad y socia de este proyecto.
Al respecto de su trabajo al frente del club, Martha nos comentó: “Más que la historia de Alex y mía, cómo nos hicimos socios o qué nos llevó aquí, lo más importante es que el aniversario es de todas y cada una de las personas que comparten una copa con nosotros, que nos acompañan a la cena del mes o que van con nosotros a los viajes”.
“Cumplimos en total 13 años a nivel nacional pero no estamos ni cerca de lo que queremos compartir y seguir creando para nuestros clientes y amigos. Sinceramente me siento muy afortunada”.
En esta celebración pudimos encontrar que además del gusto por descubrir nuevos sabores y apreciar de forma adecuada el vino de distintas latitudes, lo más importante es que brindan un pretexto para conectar con otras personas y disfrutar del gusto por compartir de una buena compañía.
