Por Juan Covarrubias Corona
MBA en Gestión Deportiva por el Real Madrid UEM, Director Deportivo por la Real Federación Española de Fútbol y Director Técnico Profesional por ENDIT, FEMEXFUT
Twitter: @juancovas87
¨No permitan que el fracaso les deteriore la autoestima. Cuando ganás, el mensaje de admiración es tan confuso, te estimula tanto el amor hacia uno mismo y eso deforma tanto. Y cuando perdés sucede todo lo contrario, hay una tendencia morbosa a desprestigiarte, a ofenderte, sólo porque perdiste. En cualquier tarea se puede ganar o perder, lo importante es la nobleza de los recursos utilizados, eso sí es lo importante; lo importante es el tránsito, la dignidad con que recorrí el camino en la búsqueda del objetivo. Lo otro es cuento para vendernos una realidad que no es tal.¨ – Marcelo Bielsa
Y pareciera que lo único importante en el mundo del fútbol es ganar, a toda costa, con cualquier estilo, a como dé lugar. En la victoria florecen las falsas amistades, la verborrea de elogios se vuelve el elixir y la gasolina del ego, la soledad no lo es más y las tribunas pletóricas desbordan color. Entre más alto se está, más dura es la caída.
La victoria distrae, relaja, marea y rápido se olvida.
En la derrota y las crisis viene el abandono, la crítica, la ofensa, el desprestigio, la soledad, la autocrítica, el aprendizaje, las grandes oportunidades y los grandes cambios.
Después del mareo abrumador, la relajación absoluta y el exceso de confianza derivada de ¨la época Almeyda¨, en el futbol mexicano hay una cosa clara: las Chivas están hoy en el fondo del pozo. ¨Bienaventurados los que están en el fondo del pozo porque de ahí en adelante sólo cabe ir mejorando¨, cantaría Serrat.
¿Existen culpables a los que se pueda señalar directamente por el mal paso del Rebaño? ¿Será solo una consecuencia de una actividad/deporte en el que se gana y se pierde, en la que la derrota ha sido más dolorosa porque la caída ha sido desde más arriba? ¿Será que como dice Bielsa ¨pertenecemos a una sociedad en la que se bendice todo lo que sea triunfo, y todo lo que no sea triunfo, no se perdona¨?
Qué importan ya los quiénes, los cómo o los qué, los que tienen a las Chivas en el fondo del pozo, cuando en el fondo o en la cima la realidad es: ¡Chivas nunca dejará de ser el más popular y el más querido!
Chivas nunca dejará de ser el más popular y más querido por el simple hecho de que han decidido forjar su historia, de transitar el camino, de ir a la guerra y afrontar sus competencias con puros mexicanos, y eso es ser fieles a los ideales; eso es afrontar el destino, las victorias y derrotas, las justicias e injusticias con firmeza, sin maldad, con nobleza.
¿No es esa la mayor virtud de Chivas? ¿No es esa su mayor victoria? ¿Poder contagiar, inspirar, motivar, enseñar que el mexicano puede ganar y que también puede perder, pero cuando pierde, pierde con sus hermanos, se levanta, lucha, no se rinde, aprende y sigue?
Toda la nación Chiva debería de sentirse orgullosa, sin importar la liga en la que juegue, la posición de la tabla en la que se encuentre, por ser un factor de cambio para el país, un ejemplo. Ahora que si no pueden ya lo dijo Serrat, de aquí para adelante solo cabe la mejora.
