Ricardo Ponce, el empresario tapatío con Síndrome de Down es creador de “Atole con el Dedo”, empresa de venta de comida que nació durante la pandemia para innovar en el sector.
Ricardo ha ganado distintos premios como “La llave del éxito de Mazapán de la Rosa” y fue reconocido en el Premio al Joven Emprendedor en Jalisco 2019.
Lo que comenzó en la cocina de los hermanos Ponce de León, se ha convertido en un emprendimiento familiar.
“No abandones un sueño por el tiempo que lleve, Si no sales de la pecera nunca aprenderás a nadar con Tiburones… ” mencionan en sus redes sociales.
Comienzos del espíritu emprendedor…
Tras graduarse como chef, inició su emprendimiento con un negocio de repostería, pero se vio obligado a cerrar debido a la llegada del COVID-19. Sin embargo, este no fue un impedimento para continuar con sus sueños y crear “Atole con el dedo”.
En este proyecto también involucró a sus hermanos y ahí fue donde comenzaron a innovar en sabores y colores de tamales. Ahí fue donde nació el famoso “Tamal de Unicornio” que tiene cinco sabores en uno.
¿Cuál es el diferenciador de Atole con el dedo?
Definitivamente el mayor diferenciador de este negocio es la innovación gastronómica que ofrece al público con sus inigualables tamales de distintos sabores y colores, como es el caso del “tamal unicornio”.
Sabores como filadelfia con zarzamora, gansito, fresa, hacen que las personas quieran vivir esta experiencia culinaria.
Actualmente, no solo cuenta con envíos locales e internacionales, también acaban de tener su gran reinauguración de su sucursal en Zapopan, Jalisco. La cual contó con la presencia de toda su familia, el empresario Héctor Romero Sánchez Primo y la conocida Shark Thank, Marisa Lazo.
“Después de realizar una renovación empresarial completa, la cual incluyó apoyo legal, marketing y financiamiento para la línea de producción. Estamos orgullosos de anunciar el relanzamiento de la marca.”
Planes de expansión de Atole con el Dedo
El plan es expandir el concepto primero en Guadalajara, luego de forma nacional y piensa en la posibilidad de hacer de Atole con el dedo una franquicia. El primer paso es la inversión de 300 a 500 mil pesos para aumentar la cadena productiva.
Al día, venden de 130 a 150 tamales, pero cuando hay picos más altos, llegan a veces hasta los 300. Estas ventas duplicadas se dan en los días de quincena o en fechas festivas, como el Día de la Candelaria.