Para Alejandra Rodríguez no hay problema que no pueda tener solución. Desde diversas perspectivas siempre busca encontrar algún camino que permita hacer la vida más práctica, más llevadera.
Hoy Alejandra Rodríguez comanda, junto a Diego Masayi, iBasto MX, uno de los emprendimientos que han sido clave para uno de los sectores con más desafíos de modernización: las tienditas de la esquina.
Este proyecto ha llamado la atención no solo por fungir como un eslabón entre diversos engranes del sector de los alimentos y la proveeduría, sino por llevar la tecnología a pequeños comercios que día a día alimentan a miles y miles de hogares.
“Nuestra misión es que el de la tienda se haga un gran comerciante y llegue más lejos”.
¿Qué es iBasto?
La digitalización de tienditas de barrios y colonias es su eje de trabajo. Con presencia en México y con la expectativa de ampliarse a Latinoamérica.
Con iBasto, Alejandra logró que las libretas en las que los dueños de las tienditas migrarán al formato digital no solo para poder abastecerse de productos en una plataforma en cuestión de segundos, sino también contar con créditos para sus compras.
“Ellos en momentos de apuros económicos, puede ser que no tengan el dinero, pero bastan 1 o 2 días para que se recuperen de la caja, por ello decidimos hacer una alianza para extenderles créditos a nuestros clientes. Ahorita, en esta etapa, les estamos dando terminales físicas para que puedan cobrar con tarjeta de crédito con la tasa más barata del mercado”.
En 2017, durante su paso en el Consejo de Jóvenes Empresarios como vicepresidente de innovación, Alejandra coincidió con Diego Misayi, quien le planteó el problema que daría paso a iBasto.
“Me dijo que todos los proveedores de alimentos de la Cámara Alimenticia de Jalisco quieren llegar a las tienditas. Se hizo un primer camión para llevar los productos a las tiendas, pero me preguntó si esto se podía resolver con comercio electrónico. Le dije que sí y así nace la idea de iBasto”.
Una mujer sin fronteras
iBasto ha transitado por diferentes etapas y plataformas para consolidarse como un proyecto que llegó para quedarse. Detrás de la historia de este negocio, Alejandra ha forjado una trayectoria de resiliencia, dedicación, compromiso y creatividad que la posicionan como una de las mujeres no solo de su natal Jalisco, sino a nivel internacional, que transforman al mundo.
En 2023, fue distinguida por Women of the Future y el Financial Times como una de las 50 mujeres líderes del futuro en factores sociales, ambientales y de gobernanza corporativa.
Además de iBasto, Alejandra, especialista en comercio electrónico, también impulsó Krrrunch, empresa de desarrollo de software en comercio electrónico. Aunque ahora las soluciones tecnológicas son su enfoque, su primer emprendimiento estuvo en el nicho de la moda.
Aunque el proyecto se mantuvo por un tiempo y fue un negocio súper rentable con destacadas boutiques de la ciudad, esta iniciativa quebró y marcó en Alejandra las bases para entender cómo de los altibajos se puede renacer.
El destino hizo sus movimientos y en este proceso de soltar el proyecto, Alejandra sufrió un accidente que también la impulsarían a sentar las bases de sus futuros proyectos. Buscando en cuál producto podría hacer una nueva inversión, su mamá le recomendar apegarse a un talento y conocimiento ya desarrollado: el comercio electrónico.
Con los cinturones, Alejandra ya había experimentado y triunfado en las ventas en línea. Entonces, en 2014, el término marketing digital no estaba posicionado ni explorado como ahora lo conocemos.
“Contraté una oficina, contraté a mi primer programador y tomé mi primer curso de marketing digital en línea. Así me metí de lleno al comercio electrónico por un proyecto fallido.
Decreté que tengo que hacer dinero de mi cerebro, en ese momento no tenía más para invertir, de mi cerebro tenía que impulsar conocimiento que pudiera capitalizar”.
“Internet es una alianza entre la persona que sabe ser estratega digital y capitalizar ese conocimiento”.
Enfoque social y autonomía
Alejandra recuerda que desde la infancia los negocios estuvieron presentes. De pequeña vio en sus padres el compromiso y responsabilidad de llevar el liderazgo de una empresa. Si bien tuvo la oportunidad de tomar la batuta del negocio familiar, optó por seguir su propio instinto y forjar su camino.
“Algo que siempre vi de chiquita era a mis papás hablando de negocios. Mi mamá administraba el negocio desde la casa y administraba ser mamá, y mi papá se iba al negocio”.
A eso se sumó su formación académica en el ITESO en la Licenciatura de Diseño Integral, en donde determinó que impulsar un proyecto no se enfoca en generar dinero y rentabilidad, sino que se puede ir más allá con un sentido social para ayudar a los demás.
“El ITESO me acercó mucho a esta filosofía de hacer algo a la humanidad, de no hacer dinero por hacer, no trabajar por trabajar, sino acercar algo a un bien social. Esa es mis primeras misiones de vida, que mi talento sume, solucione o ayude a un problema social”.
Alejandra no pierde oportunidad de hablar y presumir con orgullo cómo forma parte de una generación de emprendedores y mujeres que están marcando nuevos modelos de negocio, alianzas e inclusión.
Ver por las demás
Si algo ha caracterizado a Alejandra en sus proyectos es el arropamiento que brinda a las mujeres. Recordando a su mamá inmersa en el negocio familiar, Alejandra ha buscado replicar la autonomía económica que ella vio en casa en las mujeres que progresivamente se acercan a su entorno.
“Por eso decido abanderar temas de mujeres, el empoderamiento de mujeres en estos ámbitos, porque da empoderamiento económico.
Cuando creces en una casa donde ves la figura de una mamá empoderada económicamente, es que ahora entiendo mucho de mi seguridad, de cómo decido emprender y crear mis empresas”.
Este apasionamiento por ayudar a mujeres a construir y mejorar sus entornos, oportunidades y proyectos la han llevado a impulsar otras iniciativas como la asociación civil Equalitics For Children, la Escuela de Liderazgo feminista “Violetas del Anáhuac” y fundar Talent Woman.
