Fotos por Jesús Omar
El Apenitas es un restaurante familiar con 37 años de historia que ha sabido conquistar a varias generaciones de comensales en Saltillo y Ramos Arizpe. Su fórmula combina sabor casero, tradición y calidez, convirtiéndolo en un referente gastronómico que ha logrado mantenerse vigente en una ciudad que cambia y se reinventa todos los días.
De una cochera a un referente gastronómico
Detrás de esta historia están Ana Elisa Rodríguez Garza y Luis Felipe Hernández Gutiérrez, esposos y fundadores que, desde 1988, decidieron apostar por la cocina como una manera de unir familia y comunidad.
Lo que comenzó como un remolque conocido como El Carrito, a un costado de las famosas gasolineras cuatas en Ramos Arizpe, pronto se transformó en un proyecto más sólido. Con esfuerzo y dedicación, abrieron el primer punto de venta en la colonia República. “Queríamos atender a nuestros clientes sin descuidar a nuestros tres hijos pequeños. Así nació el primer punto de venta”, recuerda Ana Elisa.
Una familia que creció junto con el restaurante
Los recuerdos de aquellos primeros años son entrañables. Los lunes, cuando el local cerraba, se convertían en los “domingos familiares”. Entre fogones, libretas escolares y la algarabía de los comensales, El Apenitas creció junto con la familia Hernández Rodríguez, hasta ocupar cada rincón de la planta baja de la casa y consolidarse como el restaurante que todos conocen hoy.
En 1997 dieron un paso decisivo al abrir una sucursal frente a la estatua de Venustiano Carranza, acercándose así a los clientes de la zona industrial. “Era importante facilitar a los trabajadores de empresas como General Motors, Chrysler o De Acero un lugar cercano donde disfrutar de un buen platillo sin perder tiempo en traslados”, explica Luis Felipe.
El menú: sabor casero que perdura
El menú de El Apenitas es un homenaje a las raíces familiares. Las Tortas de Pierna estilo Ciudad de México fueron el impulso inicial, conquistando paladares con un sabor poco común en el norte. Después llegaron las Enchiladas Apenitas y el caldo de res, perfecto para los días de lluvia.
Cada salsa, cada guiso y cada platillo se prepara diariamente, conservando la frescura y autenticidad que distinguen al restaurante.
Calidez y trato igualitario
Más allá de la comida, lo que ha mantenido vigente a El Apenitas durante casi cuatro décadas es su filosofía clara: un trato igualitario y cálido sin importar quién cruce la puerta. “Damos la misma atención a un obrero que a un director de planta. Para nosotros, todos los clientes son importantes”, asegura Ana Elisa.
Mantener la rapidez y la calidad no ha sido sencillo, sobre todo en un entorno donde la rotación de personal es constante. Sin embargo, el compromiso y la constancia han sido clave para mantener su esencia.
Mirada al futuro
Hoy, la familia Hernández Rodríguez trabaja en un modelo de franquicia que permitirá llevar el concepto de El Apenitas a nuevos lugares. Mientras tanto, su misión permanece intacta: ofrecer a cada comensal un platillo con sabor a casa y una experiencia con sensación de familia.
¿Nuestro secreto? Mantener la calidad, el sabor casero y la atención personalizada de los propietarios con los comensales”
Fotos: Jesús Omar
Instagram: @el_apenitas_rest
