Rodrigo Flores-Roux es la mente definiendo los aromas de marcas como John Varvatos y Estée Lauder.
Cuando uno piensa en perfumería, es difícil no remitirse a Francia y a su gran tradición de narices que han creado las más icónicas fragancias en la historia. Pero hay un latinoamericano que está jugando a lo grande en el mercado internacional.
Si te han conquistado fragancias como Neroli Portofino de Tom Ford, o J’Adore de Christian Dior, es un hecho que te ha conquistado la maestría de Rodrigo Flores-Roux, el artista mexicano que después de estudiar biología e ingresar a la escuela de perfumería ISIPCA en Francia, ahora se encuentra en Nueva York definiendo el rumbo de aromas para marcas como Clinique, Estée Lauder. Incluso, él tuvo a su cargo crear el primer perfume para la prestigiada marca John Varvatos.
Con varios premios FIFI, es un claro ejemplo de la genialidad mexicana que marca pauta en el mundo.