- Habilidades duras: Son los conocimientos o destrezas técnicas que permiten que una persona desempeñe su puesto o profesión.
- Habilidades blandas: Por el contrario, están más relacionadas al comportamiento de la persona, su desempeño social, liderazgo y manejo emocional.
Una es tan necesaria como la otra, pero regularmente serás más evaluado por las blandas que por las duras: en forma general podrás saber mucho, pero si lo haces de mal modo o sin una estrategia social, difícilmente serás reconocido. Los clientes y gente con la que te relaciones en los negocios perdonan más fácil una falla técnica que una “mala cara” hacia su persona.
Dos cosas que sí puedes hacer para desarrollar más tus habilidades blandas:
- Desarrolla una estrategia social: Mejora tu empatía por la necesidad de las otras personas; sin olvidar el objetivo del negocio, muestra un honesto interés en atender o ayudar a las personas.
- Desarrolla una cultura de desarrollo personal: Leer un libro de autoayuda, escuchar un audio de liderazgo y crecimiento humano, o aporta tiempo en un grupo de ayuda social sin fin de lucro.
Para trascender no es suficiente ser un profesionista o empresario, desarrollarte como mejor ser humano te hará llegar acompañado al éxito esperado.
