El intercambio cultural entre México y El Vaticano permitió por mucho tiempo que artesanos de nuestro país tuvieran la oportunidad de visitar Roma y sus atractivos. Fue durante uno de estos viajes cuando una mujer de entre 65 y 70 años entró por primera vez a la Capilla Sixtina, asombrándose por su majestuosidad a tal grado que cayó de rodillas y comenzó a llorar en agradecimiento.
Antonio Berumen, Gabriel Berumen y el lagunero, Sergio Dávila, fueron testigos de esta escena; conmovidos, empezaron a idear un mismo objetivo: poder transmitir esa sensación a más gente, sin necesidad de que tuvieran que recorrer miles de kilómetros.
Así inició la idea de crear una réplica a tamaño real de la emblemática edificación, un sueño que de momento parecía imposible, pero que, gracias a la insistencia de Antonio, Sergio y Gabriel, pudo convertirse en una realidad que hoy en día ha llegado a distintas ciudades, y que actualmente se encuentra recibiendo a miles de personas diariamente en Torreón.
A sus 38 años, Sergio Dávila se dedica a comercializar la Capilla Sixtina en México. Desde muy joven comenzó su carrera en el mundo del espectáculo, la producción de eventos y la cinematografía, migrando a la Ciudad de México y estableciendo una fuerte amistad con Antonio Berumen, con quien ya tiene 20 años colaborando.
Ha trabajado en más de 200 comerciales, ha sido conductor de eventos como el Carnaval de Mazatlán o el Futbolito Bimbo, y ha participado como productor, director o casting en 32 películas, incluidas La Dictadura Perfecta, Fuera de Lugar, El Infierno, El Jeremías y la ganadora de Cannes, La Jaula de Oro. También perteneció al equipo de producción de series como Hasta que te conocí y actualmente, además de su labor con la capilla, se encuentra filmando El Metro, película del director de Narcos, Álvaro Curiel.
Junto a Antonio Berumen se encargó de la operación, logística y desarrollo de la visita del Papa Benedicto XVI a la ciudad de León, un hecho que en conjunto con la organización de la Nunciatura Apostólica, fueron abriendo el camino que más tarde los llevó a hacer realidad la réplica de la Capilla Sixtina.
Una vez concretado este sueño, su amor por La Laguna lo motivó a buscar incansablemente la forma de traer este proyecto a Torreón. Tras una cadena de favores que involucró a Roger Cuéllar y Alejandro Martínez Filizola, logró llegar al alcalde Jorge Zermeño, quien lo recibió y le dio luz verde para arrancar.
Gracias a su esfuerzo, se estima que medio millón de personas de la región y estados vecinos acudan a este museo itinerante, detrás del cual se encuentra el arduo trabajo de cientos de ingenieros y operadores, a los cuales se añaden trabajadores oriundos de la ciudad donde en esos momentos se encuentra la Capilla, una acción que refleja su origen 100% mexicano. Compuesta por dos millones 700 mil fotografías, su imponente estructura de aluminio alcanza los 24 metros de altura, recreando a la perfección cada detalle del lugar donde se lleva a cabo el Cónclave, la elección del Papa.
La réplica de la Capilla Sixtina llegará próximamente a Chihuahua, Sinaloa, Tamaulipas, Durango, Tijuana, Cancún y, por petición del Papa, a Phoenix.
