Con información de Periódico A.M
Roberto Plasencia no solo estuvo al frente del Grupo Flexi, sino que dejó un gran legado en León, gracias al compromiso incondicional que tuvo con el desarrollo de la comunidad. Como buen visionario, su ímpetu lo llevó a participar más allá de su faceta como empresario, involucrándose en la política donde contribuyó con el progreso de la ciudad a través de acciones encaminadas a la educación y crecimiento de la industria zapatera.
Su reciente fallecimiento aún mantiene de luto a la región que tanto impulsó, por ello hemos decidido rendirle un homenaje al hombre que se convirtió en uno de los industriales más importantes de la ciudad y que no dejó de lado esa humildad y sencillez que lo caracterizaban.
Nació el 24 de febrero de 1940 y hasta el 14 de octubre de 2017 vivió una vida ejemplar en la que procuró el bien no solo de sus colaboradores en Flexi sino de la ciudadanía, especialmente de los más necesitados a través de obras sociales.
Su padre fue don Roberto Plasencia Gutiérrez, migró de Jalisco para fundar en 1935 un pequeño taller de calzado bajo la marca César la cual 30 años más tarde se convertiría en Flexi, hoy el fabricante de calzado más importante de Norte y Centroamérica.
Fue hasta 1963 cuando Plasencia tomó las riendas de lo que comenzó como un negocio familiar. A dos años de encabezar la empresa, creó la marca Flexi cumpliendo con el objetivo de evocar comodidad y flexibilidad del calzado, distintivos que hasta la actualidad se han mantenido.
El grupo comenzó a expandirse en 1969 y en su búsqueda por llegar a mercados internacionales, registró la marca Flexi Country entre otras con lo que la empresa logró abarcar países como Canadá, Estados Unidos, Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Colombia, Japón, Chile, Perú, Honduras y Argentina.
Quienes colaboraron con él aseguran que fue una persona honesta y sencilla, siempre saludaba con un “buenos días, que les vaya bien” a todos por igual, sin importar si se trataba de un operativo o alguien de administración. Lo recuerdan como un jefe que cumplió con el desarrollo de su personal, incluso dándoles la oportunidad de continuar con sus estudios.
En su labor como uno de los zapateros más reconocidos de la ciudad se dedicó a poner en alto el nombre de México con los más altos estándares de calidad y fue parte de los defensores del calzado mexicano cuando los chinos buscaban acaparar el mercado. Siempre fue una de las piezas claves de la Cámara de Calzado del Estado.
Hacia el progreso
Su papel en la política se dio al tomar protesta como Presidente de la Junta de Administración Civil 1977-1979, luego de que el Congreso del Estado anulara el triunfo como alcalde del priísta Amador Rodríguez Leyaristi.
Desde esta trinchera Roberto Plasencia dirigió la transformación de León mediante una importante participación en la construcción del Centro de Exposiciones y Convenciones, una obra que detonó el turismo de negocios de la zona, convirtiéndose en un importante polígono empresarial, ahora denominado Poliforum de Negocios del que también fue factor fundamental en su creación y desarrollo.
En temas académicos, durante su gestión se llevó a cabo la construcción del Centro de Investigaciones en Óptica (CIO) y, además de colaborar con la edificación del campus, fue consejero fundador del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM).
IImpulsó la remodelación de la prolongación del bulevar Adolfo López Mateos, desde lo que es el Poliforum hasta la Unidad Deportiva Enrique Fernández Martínez; la apertura del bulevar Insurgentes y el arranque de obra del Libramiento Norte también fueron parte de su legado.
La creación de la Zona Peatonal en el Centro Histórico fue otra de sus aportaciones a la comunidad, al igual que la Plaza Expiatorio, que ideó en la Junta pero que se concretó hasta el 2008.
Estas acciones no le bastaron al espíritu de servicio de este empresario, pues en el sector agroalimentario también dejó su aportación hacia los campesinos con la creación de colectivos que dieron empuje a la producción aprovechando al máximo tierra y agua.
Así como con el camino hacia la comunidad de Nuevo Valle de Moreno, acciones de bordería, pozos y agua potable, además de la construcción de presas como La Manzanilla e Ibarrilla.
Cambiando al mundo
La educación fue otro de los tantos temas que interesaron al empresario Plasencia Saldaña, sobre todo mantenía un compromiso hacia las personas de escasos recursos para que tuvieran la oportunidad de asistir a la escuela. Por ello fue uno de los principales impulsores del Colegio Mano Amiga Villas de San Juan.
Cuando el padre Patrick O’Connell le presentó el proyecto, rápidamente se enamoró de la idea y fue quien ayudó con la construcción del primer edificio donde se ubican preescolar y área administrativa; más tarde aportó con un segundo inmueble para que se impartieran las clases de primaria.
Personal del colegio recuedan a don Roberto como una persona que siempre se preocupó por las necesidades de la institución en infraestructura, material didáctico o cualquier otra de carácter económico. Mantenía apoyo para otorgar becas a alumnos desde preescolar hasta secundaria.
También promovió el desarrollo cultural impulsando la creación de los Coros de Valle de Señora, la fundación de la Biblioteca Antonio Torres Gómez así como del Forum Cultural Guanajuato que integra el Teatro del Bicentenario, la Biblioteca Central Estatal Wigberto Jiménez Moreno, el Departamento de Estudios Culturales de la Universidad de Guanajuato y el Museo de Arte e Historia de Guanajuato (MAHG), donde participó como Consejero Directivo y miembro del Comité Técnico.
La noche del sábado 14 de octubre Don Roberto Plasencia Saldaña partió de este mundo a los 77 años, su deceso consternó no solo a la ciudad que lo vio crecer profesional y personalmente sino a toda una nación.