El sistema IPS e.max es el más utilizado a nivel mundial de cerámica. Una década de estudios clínicos y más de 100 millones de restauraciones confirman el éxito y la confiabilidad de este sistema.
Mencionando lo anterior, El IPS e.max award fue diseñado para servir como un recurso de inspiración para todos los técnicos dentales y dentistas. El concurso recibe casos de muchas partes del mundo que reflejan individualidad, calidad y versatilidad del sistema IPS e.max. Dicho reconocimiento es presentado en el continente asiático, europeo y americano.
El Doctor Luis Roberto Sánchez Ramírez fue galardonado como el Mejor Diseñador de Sonrisas del continente americano el año pasado junto con su técnico Alen Alic al presentar la práctica del sistema con hipodontis. Los dientes de la paciente habían sido restaurados con carillas tres años antes y estaba insatisfecha con la forma y el color de sus dientes. Se utilizó Photoshop Smile Design (PSD) para visualizar las posibles mejoras y el plan digital se transfirió a un articulador digital y se produjo un encerado.
“A clinically and technically accomplished case. The layering, morphology and tooth proportions have been expertly solved”, fueron palabras del Dr Anabell Bologna, miembro del panel de jueces.
Con tan solo 27 años, Luis Sánchez nos compartió todo acerca de su trayectoria como dentista y sobre el arte de saber como copiar la naturaleza y entenderla para lograr obtener un buen resultado en una sonrisa.
¿Cómo surgió tu vocación por ser dentista?
Es algo familiar, mi papá es dentista, mi hermana es estudiante de odontología y mi mamá está metida en el negocio también. Mi papá dice que nunca nos presionó pero creo que inconscientemente siempre quiso que fuéramos dentistas. Como vivimos en el consultorio y ahí crecimos, es algo muy natural para mi y por eso decidí estudiar odontología.
Trayectoria
Entré directo a odontología sin tener dudas. Estudié en la Autónoma de Nuevo León la cual se componía de 5 años de carrera y 1 año de servicio social. Para el servicio social, yo decía que quería ser cirujano maxilofacial y entré al servicio pero a los 6 meses me di cuenta que no era lo mío. Vi unos videos de unos doctores que realizaban trabajos estéticos y me llamó mucho la atención.
Di con mi maestro Mc Laren y vi que tenía un programa en La Universidad de California de Los Ángeles (UCLA) y supe que ese era el lugar en donde iba a estudiar. Apliqué, me entrevistaron y me aceptaron. Fui el primer mexicano en ser aceptado en esa escuela, una escuela diferente porque si te enseñan a apreciar la naturaleza y tratar de copiarla, que al fin de cuentas es lo que un dentista trata de hacer y lo que el paciente quiere. A veces los pacientes quieren la típica sonrisa Hollywood, y eso es mucho más fácil que el hacer que un diente quede igual a otro. Son habilidades que tal vez no cualquier dentista sabe hacer.
¿Qué se necesita para ser dentista?
Muchas cosas. Tienes que saber ver, tienes que saber como copiar la naturaleza y entenderla. Cual es su forma, como son los colores que tiene adentro y tener habilidades manuales. Si tu mano te tiembla definitivamente no puedes ser dentista. Lo más importante es tratar de copiar la naturaleza de la boca, saber desgastar el esmalte y todos los factores involucrados.
¿Cuál es el mayor reto al cual te haz enfrentado?
Tratar de cambiarle la mentalidad a las personas, a los clientes. A veces no necesitan algo y vienen con una idea de que quieren parecerse a otra persona. Llegan con una revista con una foto de una artista y te dicen que se quieren parecer cuando no es lo más adecuado para ellos en algunas ocasiones porque no van con sus facciones naturales.
Eso a veces llega a ser un reto, el decirle a los pacientes qué puede ser mejor para ellos. Por lo general los convenzo pero no siempre, hay clientes que piden los dientes “blancos refrigerador”. Son algunas cosas en las que tienes que tomar decisiones en las que no es lo que tu quisieras hacer pero son los gustos de cada paciente.
¿Cuál ha sido tu mejor experiencia?
Con pacientes que han tenido muchos problemas por muchísimo tiempo y que se sentían incómodos y eran cohibidos que les arreglo los dientes. Modificar los dientes les puede dar una apariencia muy diferente a como estaban. Se pueden llegar a ver jóvenes y que brille más su sonrisa. La mejor experiencia que he tenido es hacerle una sonrisa a los clientes y que queden satisfechos.
¿Quiénes son tus clientes principales?
Tenemos muchas novias que están a punto de casarse y van a tener un photoshoot y vienen a blanqueamientos o a ponerse carillas. Últimamente hemos tenido muchos pacientes así, a veces vienen los novios, la mamá y la suegra. En la clínica también recibimos a gente grande porque mi papá pone implantes a personas que tienen un poco más de edad.
¿En qué estatus se encuentra el proyecto de acuerdo a tus expectativas?
Creo que todavía le falta. Hemos invertido en mucha tecnología, como equipos de radiología para dar un diágnostico real y muchos sistemas como CAD/CAM que nos han ayudado a agilizar los procesos de trabajo y tratar de obtener precisión. Faltan detalles y yo creo que es el tiempo, trabajar y que confíen en ti. Nos ha pasado que mi papá atendió a los abuelos, luego a los hijos, luego a los nietos y bisnietos hasta convertirse en el dentista familiar.
¿Qué planes tienes en el futuro?
Que la gente cambie su idea de un dentista y que entienda la diferencia que existe dentro de los dentistas. A mi me gusta explicarle a los pacientes la diferencia entre un dentista cosmético y estético. Para mi el cosmético lo primero que se me viene a la mente es “maquillaje”, lo que es cubrir un defecto. Hay otra manera de ver la odontología que es la estética.
La estética tiene un poco de cosmética porque por ejemplo, un paciente tiene un diente feo y quiere que se le vea bonito. El punto es cómo hacer que ese diente se vea bonito y natural, que la gente no sepa distinguir, que solo vea que tu sonrisa es natural.
Es mucho más difícil hacer una sonrisa natural a una sonrisa normal con dientes cuadrados y blancos. La mayoría de los dentistas no son técnicos, y es un arte hacer un diente. Por más habilidades que tengas como dentista, si no entiendes cómo funciona el color y la forma respecto a la estética, muy difícilmente llegas al 100 porque también trabajas con técnicos que no entienden eso. Lo que busco es que los pacientes lleguen a tener una sonrisa natural y que se sientan a gusto.
¿Cuál es la meta máxima que aspiras alcanzar?
Me gustaría que la gente reconociera mi trabajo y que me busquen por eso. Que no me busquen por hacer una sonrisa fake si no porque quieren una sonrisa natural y bonita. Eso me gustaría alcanzar, que la gente entienda la diferencia y que no es algo tan sencillo de hacer. Tiene su ciencia y su arte.