Alan Maeda se abrió camino en el mundo del futbol desde los seis años. A esa edad sus padres lo llevaron a entrenar para que pudiera sacar toda su energía y tiempo después éste se convirtió en el deporte que más lo apasiona.
A los 12 años se dio su llegada a Santos, tras ser seleccionado para la Sub 13. Ahora, cuatro años después, el defensa vio cristalizado uno de los grandes sueños de cualquier futbolista: ser parte de un Mundial. Alan se unió a la Selección Mexicana de Futbol para participar en la Copa del Mundo Sub 17, disputada en India, una oportunidad que sin duda le ha dejado grandes satisfacciones, pero sobre todo, aprendizajes.
“Esto era un sueño para mí desde que empecé a jugar futbol de manera profesional. Me sentí muy orgulloso y contento de representar a México y a Club Santos, que fue quien me dio todo para estar ahí. Aprendí a seguir trabajando, a no confiarse, no menospreciar al rival, no tener una confianza negativa y estar más seguro para poder poner en práctica toda la experiencia”.
Completamente entregado dentro del campo, Alan no pierde el enfoque para poder seguir desarrollándose, ahora desde su trinchera como defensor santista en la Sub 17. Se dedica por completo a entrenar a tope para estar en el once titular, mostrando siempre una gran disposición y compromiso.
“Quiero seguir trabajando para tener un lugar en la Sub 20 de la Selección y en Santos, y, por supuesto, estar en primera división. Mi consejo para los jóvenes que buscan abrirse camino en el mundo del futbol es que no sean tímidos como yo, tengan su objetivo muy claro y mantengan el enfoque; que aunque alguien les diga que no se puede, sigan luchando, disfrutando cada momento que pasen en la cancha”.
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