Por Marcela Castillo Estrada
Lic. En Psicología, Autora del libro ¡Auxilio! Somos papás
Alentemos a nuestros adolescentes a tomar trabajos temporales, de verano o de fin de semana. Siendo esto una experiencia sumamente enriquecedora, lejos de alejarlo del estudio, robarle tiempo, o cansarlo en exceso, lo ayudará a organizarse, promueve una actitud más realista con el dinero y le será de gran ayuda al elegir o descartar futuras carreras. Ellos necesitan probarse que pueden, que valen, que son capaces, que son maduros.
Sin embargo, muchas veces los padres lo viven como una herida narcisista, se sienten cada vez menos indispensables como proveedores y sienten que pierden poder sobre el hijo, o que esto le alejará de la casa innecesariamente, pero es mucho más lo que gana que lo que pierde.
Los ensayos de independencia que se dan cuando viajan fuera de casa, son ensayos de independencia muy enriquecedores que le ayudan al adolescente a madurar y a valorar a su familia, mientras los padres tomen las medidas de seguridad que consideren necesarias, deberán darles a sus hijos este voto de confianza y permitirles una experiencia de vacaciones, de viaje al extranjero o de campamento de verano, ya que por medio de estas experiencias se enfrentarán a situaciones inesperadas, administrarán su dinero de manera que les alcance para toda su estadía, cocinarán, limpiarán y ordenarán su ropa, esto rara vez lo harán en su casa y les resultará sumamente útil para manejarse en la vida.
Tome precaución y conozca a sus amigos, establezca límites pero apóyelos en sentirse bien lejos de casa y con personas que no son de la familia. Crecer es una aventura maravillosa que merece ser estimulada por los padres.
Después de todo amar a nuestros hijos es desear que vuelen más alto, que vayan más lejos, que vivan más experiencias, que nos superen, porque solo así estaremos seguros de haberlo hecho bien como padres.