Por mucho tiempo hemos escuchado frases como “cuida el medio ambiente”, “hagamos del mundo un lugar mejor” o “seamos mejores habitantes” pero realmente a cuántos de nosotros nos han explicado cómo podemos lograrlo o qué cosas de nuestra rutina diaria podemos cambiar para impactar positivamente en nuestro ecosistema.
De esto son conscientes Aiko Soto Valle y Germán Hernández, quienes a través de Groen promueven hábitos verdes a partir de nuestro papel en tres ejes: como productores, consumidores y generadores de residuos.
Sabemos que los hábitos no se crean de la noche a la mañana y que en muchos casos es necesario un acompañamiento por ello estos jóvenes imparten conferencias para sensibilizar a la población para que se conecten con la naturaleza y enseñan a aprovechar las bondades que ésta nos regala.
“Damos talleres para que sepas qué puedes hacer en tu jardín, por ejemplo ahorita tenemos uno de deshidratador solar, que es una técnica vieja pero muy funcional que la verdad te emocionas cuando tú puedes comer tu propio alimento, en este caso podemos hacer té, tisanas, guayabas deshidratadas”, explicó Germán.
A la par se encargan de diseñar espacios como huertos orgánicos, muros verdes, jardines en interiores o cualquier otro que fomente la vida de la flora y lo adaptan a las necesidades de las personas para que sea de fácil mantenimiento.
Groen tiene apenas un año y el reto de cambiar conciencias ha sido muy grande pero poco a poco más personas se han sumado a este estilo de vida. “Muchos ven un hábito verde como una moda pero difícilmente en pro del ambiente porque vivimos en una ciudad en donde si llueve o no, yo tengo agua; si hace calor o hace frío, yo tengo un microclima en mi casa”, expresó Aiko.
La empresa inició con la idea de estos emprendedores por tener un huerto en la azotea de su casa, sin embargo, la falta de información hizo de éste un intento fallido que los motivó a certificarse en permacultura. Luego se dieron cuenta que contar con jardines comestibles no es muy común en la ciudad, incluso se encontraron con la dificultad de conseguir materiales locales para hacerlo y los que había solo se podían comprar en cantidades industriales.
“Quisimos brindar un servicio de jardinería integral pero uniendo a la gente, no nada más diciéndole: ya está listo tu jardín. Si tú conectas con la naturaleza entonces empiezas a disfrutarla, a cuidar de ella y a tener beneficios”, comentó Germán.
“La concientización natural va desde que no sabemos de dónde viene nuestra comida y el poder ver lo que se necesita o el trabajo de una semilla, vas viendo todo el proceso y eso hace que tengas una percepción diferente a lo que consumimos”, agregó Aiko.
