El emprendimiento y la ecología no están peleados y para demostrarlo ponemos de ejemplo a Emmanuel Campos Martínez, un joven salvaterrense que elabora ladrillos ecológicos al no estar vinculado con procesos contaminantes y que además representan un ahorro de hasta el 30% en el costo total de la obra.
Su preocupación por el cuidado del medio ambiente nació mientras cursaba la preparatoria y luego de sus prácticas profesionales en el sistema de agua potable de su ciudad, donde se involucró en el tema del cuidado del líquido vital.
Eligió la carrera de Ingeniería Ambiental y realizó servicio profesional en una constructora, donde aprendió más acerca de procesos ambientales y materiales sobre todo lo relacionado con su gasto. Al ver el alto costo que representaba el cemento, acero y mano de obra, se vio en la necesidad de buscar una alternativa que redujera considerablemente este problema.
Tras ensayo y error, el joven de 27 años logró crear el denominado Ladrillo Ecológico Modular Fecaza elaborado con arena, tierra y cemento, y curado con agua de lluvia para que logre fraguar. Su proceso es cero contaminante ya que no es cocido, se recolecta el agua de lluvia y no utiliza tierra fértil, por lo que no afecta a la agricultura. Su producción es sostenible al contar con componentes fáciles de tener acceso y los mismos ladrillos pueden ser reutilizados en otro proceso.
“Poco a poco se van a ir eliminando los materiales que se producen a base de quema, ya que es una contaminación muy grande tanto en aire como en suelo. Están utilizando en su mayoría hornos que se usaban desde hace 100 años”, explicó Emmanuel.
Su forma nos hace recordar a los legos con los que jugábamos cuando niños, es por ello que es fácil de colocar, además que reduce la utilización de cemento pues con su acabado ya no es necesario el enjarre ni tampoco el uso de cimbra.
“Es un material térmico y tiene una mayor resistencia y durabilidad en comparación al tabique rojo, tabicón, block o cerámico. El mantenimiento de muros es menor y los acabados duran por mucho más tiempo”.
Agregó que es un ladrillo contra incendios ya que la tierra no se puede quemar y sus propiedades hacen que las ondas de sonido queden atrapadas dentro de los huecos que tiene evitando que el ruido se escape.
“Hoy en día, la gente está eligiendo cada vez más un camino o una alternativa ambiental. Es necesario un cambio para poder disminuir la contaminación que generamos y estamos siendo más consciente de eso”.