¿Aún no estás convencido de conocer la magia de Coahuila? Aquí te contamos los mejores destinos para que puedas disfrutar de unas increíbles vacaciones.
Enamórate de Cuatro Ciénegas
Entonces tienes que conocer Cuatro Ciénegas. Enclavado a unos pasos del Área Natural Protegida, este es un oasis peculiar y hermoso. La Poza Azul es el primer lugar que debes conocer apenas llegues.
Descubre su belleza desde el mirador. Cristalina y con una profundidad de cinco metros, “la poza forma parte de una red de torrentes subterráneos que dan paso a un mundo secreto y fascinante bajo los colores que se dejan ver. El agua entra por una cueva subacuática y sale por otra, permanentemente renovada, como parte de esta misteriosa red de torrentes subterráneos que fluyen interconectados y alimentan cada poza”.
En algunos puntos, el agua adquiere tonos azules que no es descabellado decir que te sentirás en el Caribe o en los cenotes del sureste. Te sentirás pequeño ante esta maravilla natural. Ahora, que no sólo agua multicolor tiene Cuatro Ciénegas.
Las Dunas de Yeso es otro atractivo único. “La peculiaridad de este lugar, radica en un desierto blanco, conformado de médanos blancos como la nieve porque están formados de sulfato de calcio”. Conocidas también como Los Arenales, el paisaje es de otro mundo, un espejo lunar en la tierra.
Parras: elogio al desierto
Alojamientos cómodos y seguros
Si estás buscando opciones de alojamiento, en Cuatro Ciénegas podrás encontrar una variedad de hoteles, entre ellos el Hotel Hacienda 1800 que cuenta con un servicio de calidad, así como el Hotel Plaza Cuatro Ciénegas, entre otras opciones de igual forma muy cómodas y seguras.
Antes de que te vayas, te recomendamos deleitarte con un plato de cortadillo, tradicional de la región y que no es otra cosa que carne en trozos bañados en salsa. O descubre el queso con chile, la machaca y los tacos piratas. Querrás volver para quedarte.
Parras de la Fuente: el oasis de Coahuila
El primer lugar que tienes que visitar es Parras de la Fuente. Con sus nogaleras, la arquitectura y su tradición vitivinícola, este Pueblo Mágico es un elogio al desierto. De aquí es Casa Madero, la principal fi rma mexicana dedicada al vino. Su historia se remonta a 1597 y es la casa vitivinícola viva más antigua del Nuevo Mundo y la sexta del mundo.
Puedes recorrer las casi 400 hectáreas de viñedos e imbuirte en una cultura tan antigua como novedosa. La primera parada será para apreciar “el viñedo Santa Bárbara desde un mirador, siguiendo con una parada en el lote donde se cultiva la uva emblemática Shiraz”, de acuerdo con Casa Madero.
El recorrido finaliza en La Encantada, “con una vista panorámica espectacular del viñedo”, ideal para capturar los momentos más instagrameables de tu visita. Es necesario que reserves e invites a tus amigos y amigas. Si lo tuyo es la aventura, Parras de la Fuente también es para ti. El Cañón de la Lima es ideal para que saques al trotamundos que está adormecido.
Viñedos en Parras de la Fuente
“Cuenta con un espectacular tramo ubicado a unos cuatro kilómetros al sur de Parras y tiene unos 500 metros de longitud. Ahí, el lecho del arroyo se ve flanqueado por muros de 30 o 40 metros de alto, de rocas sedimentarias de color gris azulado, que poco a poco se van estrechando”.
¿Todavía no se te antoja? Qué tal si te decimos que el Cañón de la Lima también es una especie de laberinto.
Para avanzar y salir es necesario caminar entre pozas y subir piedras. Eso sí, es importante que contactes a algún operador turístico para que tu paseo sea más placentero. Y con aventura y vino, seguro ya te dio hambre. La nuez es parte importante de la gastronomía local. Pruébala en estado natural antes de adentrarte en los dulces. Te quedarán ganas de volver y descubrir mucho más.
Encuentra la mejor estancia
Al visitar Parras de la Fuente, encontrarás una variedad de lugares para hospedarte y disfrutar aún más de la experiencia. Desde el Hotel Posada las Nubes hasta el Foggara Hotel, entre otras opciones llamativas según tus gustos.
Los paisajes más impresionantes, solo en Arteaga
Y si Parras de la Fuente es un elogio al desierto, Arteaga es el ejemplo perfecto del hombre y su comunión con la naturaleza. “Rodeado por las enormes montañas de La Viga, La Martha y La Siberia es el escenario ideal para practicar ecoturismo y actividades de aventura, cuenta con hermosas cabañas donde los visitantes pueden disfrutar del ambiente campestre y practicar senderismo, avistamiento de aves y paseos a caballo”.
¿No sabes dónde hospedarte?
Considerado la Suiza de México, Arteaga es un paraíso para aquellos que buscan desconectarse de la rutina y reencontrarse con lo más puro de la naturaleza. Renta una cabaña en Bosque de Monterreal o disfruta de una increíble estancia en el Hotel Hacienda la Concepción y comienza a disfrutar del aire puro. O si lo prefieres, haz rappel, ciclismo de montaña o esquí, todo sin salir del pueblo lleno de magia.
Arteaga: la Suiza de México
Ahora, que, si vas en la temporada invernal, la nieve y las fotografías serán la pareja ideal. En el centro, que por sí mismo merece una postal, conoce su arquitectura. Recorriendo sus calles empedradas llegarás a imponente templo dedicado a San Isidro Labrador. Para comer, las frutas son un imperdible. Arteaga es un gran productor de “manzana, membrillo y durazno, con los que se elaboran deliciosos licores y dulces.
Su oferta gastronómica incluye las tradicionales rellenas, las enchiladas y particularmente las carnitas cristal; como aperitivo prueba algún licor de frutas o uno de los vinos coahuilenses, cada vez mejor posicionados en la industria vitivinícola”. No te vayas sin comprar conservas de fruta, licores y pan típico.
