En un contexto de incertidumbre económica y comercial, Carlos Ayala ha elegido un camino poco común: seguir construyendo. Desde su fundación, Vistacor Group ha crecido bajo una premisa clara: invertir en calidad, transparencia y planeación, incluso cuando el mercado se desacelera.
Para Ayala, el desarrollo inmobiliario es un negocio de visión, no de inmediatez. “Este año ha sido complejo, sí, pero también lleno de oportunidades. El reto está en mantenerse activo, leer los ciclos y prepararse para el momento en que todo se reactive”, explica.
Una filosofía que privilegia la confianza
La historia de Vistacor es un ejemplo de cómo la integridad puede ser una ventaja competitiva. Su modelo de trabajo se basa en la transparencia total con socios e inversionistas, operando bajo un esquema de “libro abierto” donde cada costo, material y especificación está a la vista.
“No buscamos maximizar rentabilidad a costa del cliente. Nuestro valor está en la confianza”, enfatiza Ayala. Este enfoque ha consolidado relaciones con inversionistas institucionales y privados que valoran la claridad operativa y la ética financiera como pilares de su inversión.
Recientemente, con gran emoción y después de una gran negociación, la compañía inauguró la nave industrial de la empresa española de refrigeración Infrico, cuyo proyecto fue desarrollado con los estándares de calidad y de servicio para que ellos únicamente se preocuparan por llegar, instalarse y comenzar a trabajar.
De lo industrial a lo residencial boutique
Con proyectos activos en el norte de México, Vistacor desarrolla naves industriales de 3,000 a 8,000 m² y fraccionamientos residenciales boutique de menos de 30 viviendas.
Su estrategia es clara: atender un nicho de mercado que los grandes desarrolladores no cubren. “Hay empresas y familias que no buscan lo masivo, sino la atención personalizada, el detalle y la formalidad de unafirma profesional”, explica.
Actualmente, la empresa impulsa dos proyectos industriales y uno residencial, además de un desarrollo de 8,200 m² en Salinas Victoria, donde la colaboración con autoridades municipales ha sido clave para elevar estándares de calidad y sostenibilidad.
Sustentabilidad y largo plazo
Ayala está convencido de que el futuro del desarrollo en Monterrey pasa por la eficiencia energética y la certificación ambiental. Por ello, Vistacor trabaja en adaptar sus nuevos proyectos para lograr la certificación EDGE, con el objetivo de reducir el impacto ambiental y aumentar la vida útil de sus edificaciones.
Construimos activos que van a existir 50 años o más. Tenemos que pensar en su impacto social y ambiental desde hoy”.
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