Hablar del cerebro es hablar del órgano más complejo del cuerpo humano. Durante mucho tiempo, la neurocirugía fue vista como un procedimiento de alto riesgo, casi impensable. Hoy, gracias a avances científicos y tecnológicos, existen tratamientos más seguros, personalizados y centrados en la calidad de vida del paciente.
En este contexto, el Dr. Paulo Tabera se ha convertido en un referente por su enfoque humano, innovador y profundamente ético ante los desafíos que plantea la neurooncología moderna.
Un nuevo enfoque en la neurocirugía
Aún hoy, hablar de un tumor cerebral puede generar incomodidad. Hasta hace unas décadas, se creía que una intervención quirúrgica en el cerebro no tenía un buen pronóstico. Sin embargo, este panorama ha cambiado radicalmente: ahora contamos con más información, mejores herramientas y múltiples opciones de tratamiento.
El Dr. Tabera centra su práctica en la resección de tumores cerebrales desde un enfoque personalizado y dirigido a preservar las funciones cognitivas del paciente. Menciona que el método antiguo sólo se enfocaba en extirpar el tumor y preservar funciones vitales como el habla o la movilidad, lo cual en muchas ocasiones resultaba en la pérdida de habilidades importantes.
El cálculo, el juicio y la memoria son otras funciones que no se consideraban esenciales debido al estado crítico de un paciente, sin embargo, hoy es posible ser muy precisos en la cirugía para preservar estas y otras habilidades que dan calidad de vida a las personas. Es por eso que el médico brinda un tratamiento individualizado.
No es lo mismo un paciente que puede hacer eso y aparte puede seguir trabajando en lo que él hace, por ejemplo, si a un ingeniero le quito la capacidad de poder hacer cálculos, eso a lo mejor no es calidad de vida para él”.
Este escenario es posible actualmente gracias a la tecnología que se ha desarrollado en donde figuran la microscopía de fluorescencia, la neuronavegación, el mapeo cortical y la cirugía cerebral con el paciente despierto, que se acompaña de monitoreo neuropsicológico para cuidar las funciones del cerebro.
Tumores malignos y benignos
Entre los tipos de tumores cerebrales más frecuentes se encuentran los glioblastomas y los meningiomas. Los primeros son altamente agresivos y su pronóstico suele ser reservado, mientras que los segundos, si se extirpan correctamente, permiten que el paciente retome su vida con normalidad en la mayoría de los casos.
El doctor explica que durante mucho tiempo se ha simplificado esta clasificación entre “malignos” y “benignos”, pero esto apenas es la superficie. Por ejemplo, un meningioma se considera benigno por su bajo nivel de propagación, sin embargo, si se encuentra en una zona crítica, como la base del cráneo, puede comprometer seriamente funciones motoras y sensitivas del rostro.

Hoy, gracias a la tecnología de Mapeo Molecular es posible estudiar el tumor y saber con exactitud su clasificación y nivel de agresividad.
Estos avances les permiten a los neurocirujanos abordar desde la mínima invasión y otorgarle al paciente un mejor resultado y calidad de vida. El Dr. Paulo menciona que, en la cirugía de tumores cerebrales, el término “inoperable” está cada vez más en desuso.
“Ya no es una cirugía sentencia donde vas a salir mal. Es una cirugía donde vamos a hacer lo mejor posible para que te vaya muy bien, darte calidad de vida y puedas regresar a tu vida normal”, confiesa el Dr. Paulo Tabera.
El especialista como mediador y acompañante
Uno de los cambios más importantes en la práctica neuroquirúrgica actual es el rol del especialista. El Dr. Tabera destaca cómo la figura tradicional del médico como autoridad ha evolucionado hacia un modelo colaborativo, donde el paciente y su familia forman parte activa del proceso de toma de decisiones.
Tienes que ser un facilitador de las relaciones familiares, un facilitador también de los cuidadores, de los aspectos incluso burocráticos del seguro de gastos médicos mayores”.
Dado que esta especialidad muchas veces implica diagnósticos difíciles y expectativas de vida limitadas, el especialista en neurocirugía también debe ejercer como puente emocional entre el paciente y sus seres queridos. El Dr. Tabera comparte casos donde los pacientes deciden no operarse y disfrutar el tiempo que le habían pronosticado.
De igual manera, cuando el paciente no está en condiciones de tomar decisiones sobre su salud, el neurocirujano debe llegar a un acuerdo con la familia, “no nada más eres el médico del paciente, también tienes que guiar a la familia en este proceso”, menciona.
Viene tecnología más avanzada, dice el Dr. Paulo Tabera
El médico reconoce que aún sabemos más del universo que del propio cerebro humano. Sin embargo, su vocación lo impulsa a seguir explorando los misterios de este órgano.
Entre las innovaciones que destaca se encuentra la inmunoterapia, que explora la toma de muestras del tumor del paciente, se analiza y, a partir de ella, se diseña una vacuna personalizada. Esta vacuna está destinada a que el propio sistema inmunológico del paciente reconozca y ataque el tumor, generando así una respuesta dirigida y específica contra las células tumorales.
“Estamos empoderando al cuerpo mismo para que haga la función, porque parte de los mecanismos que utilizan los tumores es eso, o sea, confundir a tu cuerpo para que no te reconozca el tumor y lo deje crecer”.
A su vez, resalta la terapia térmica intersticial con láser (LITT por sus siglas en inglés), un pequeño cable que se introduce en el cerebro, genera calor y quema el tumor. Aunque esta tecnología aún no está disponible en México, promete convertirse en una alternativa eficaz en el futuro cercano.
El doctor también menciona un hallazgo preocupante sobre los glioblastomas: según estudios recientes, estos tumores parecen tener cierto nivel de “inteligencia”, ya que pueden desplazarse dentro del cerebro para evitar ser extirpados, lo que representa un desafío importante para la comunidad médica.
Acceso al tratamiento en México
El Dr. Paulo Tabera asegura que el sistema público de salud en México cuenta con los instrumentos necesarios para realizar cirugías cerebrales exitosas. Sin embargo, el principal obstáculo es la alta demanda de pacientes, lo que puede generar largos tiempos de espera.
En el sector privado, recomienda contar con un seguro de gastos médicos mayores, ya que el tratamiento de un tumor cerebral implica mucho más que la cirugía. Se requiere un abordaje integral que incluya quimioterapia, seguimiento, rehabilitación y atención emocional.
El médico se despide abriendo las puertas de su consultorio a quienes estén pasando por un diagnóstico de tumor cerebral, pues su compromiso es ofrecer la mejor atención posible, de manera individualizada y de la mano de tecnología de punta, con un acompañamiento humano y empático.

No están solos, siempre hay opciones, siempre hay alternativas. No busquen sólo un médico tratante, busquen también un acompañante”.
Ponte en contacto con el Dr. Paulo Tabera para cualquier duda o consulta
Av. Cto. Frida Kahlo 180, Haciendas de La Sierra, San Pedro Garza García, N.L.
Health Center, Hospital Angeles Valle Oriente


