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noviembre 26, 2024

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El genio que “mueve” al Cirque Du Soleil

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El ingenio, la curiosidad y la creatividad son cosas que desde siempre han distinguido a Cristóbal Lanzagorta Domene, un joven tapatío que a sus 30 años logró encontrar su lugar y el trabajo que muchos soñarían tener: ser el gestor de Proyectos del Cirque Du Soleil.

Platícanos de ti, ¿cómo fue que llegaste a Cirque Du Soleil?

Desde chico empecé a trabajar los fines de semana en fiestas, eventos y siempre estuve relacionado con toda la cuestión de las luces, audio y video y me llamaba mucho la atención. Fue a los 14 años cuando comencé a trabajar en organización Zepellin.

Estudié en el Colegio Alemán y en el ITESO estuve en Ingeniería Mecánica, la verdad es que solo aguanté un semestre y medio (se ríe), lo cual es muy chistoso porque siempre quise estar en cuestiones de máquinas así como ingeniero, pero a la hora que empecé a hacer ingeniería me di cuenta que no era lo mío. Yo quería inventar cosas y me cambié a la carrera de Diseño Industrial en la UdeG y cursé hasta sexto semestre. Aunque me encanta y si me gustaba toda la carrera, el trabajo me empezó a llamar cada vez más y fue con los Juegos Panamericanos de 2011 en Guadalajara que tuve la oportunidad de trabajar en la producción. Fue ahí donde conocí a gente que trabajaba en Cirque Du Soleil y me empezó a llamar la atención una disciplina llamada Automatización, que a final de cuentas es lo que estoy realizando ahora en Cirque.

¿Qué es la Automatización? es mecánica teatral, por llamarla de algún modo. Si tú vas a ver un show, sobre todo en el Cirque Du Soleil, vas a ver que la escenografía se mueve, que hay artistas que vuelan, el escenario se levanta y se convierte en pantalla de proyección, etc.

Eso me empezó a gustar mucho y en ese tiempo, en México había muy poco de ese tema (automatización) y yo tuve la suerte que no me tocó pasar por toda la escuela como todos lo tienen que hacer, desde entrar a trabajar en teatro y hacer giras en México. Yo me brinqué todo eso, nunca estuve en contacto realmente con la automatización en México, pero vinieron los Panamericanos en donde la utilizamos. En ese evento estuve trabajando con mucha gente  y gracias a ellos, me pude conectar para conseguir un trabajo en los cruceros de Disney en las cuestiones de luces, video, pirotecnia y no precisamente en automatización, pero ya estaba cerquita de ella. Tuve la oportunidad de ver un poco cómo se manejaba, de conocer el protocolo de comunicaciones y empecé a empaparme de un poco de todo eso que yo me había brincado.

¿Cómo fue la decisión de comenzar a trabajar el Cirque Du Soleil?

Yo trabajo por proyecto. Yo empecé en el Cirque como gestor de proyecto de automatización para el show de Luzia. De hecho, cuando realmente entre al circo fue  para el espectáculo de Joya, en Playa del Carmen, ese fue el primero donde participé.

Entré como operador y fui subiendo. Por algunas cuestiones, en Séptimo Día si me desempeñé como el jefe de automatización.

Lo que pasa es que yo voy por proyecto, no tengo realmente un contrato de planta, ellos me proponen por ejemplo, hacer Luzia y firmamos un contrato por un año, trabajo en ese proyecto, el show se abre al público, entrego documentación y se acabó. Ellos (el show de Luzia) siguen por su lado haciendo giras y yo soy de producción, estoy en el lado de creación de proyectos nuevos.

Cuando acabó la planeación de Luzia y estaba por comenzar Séptimo Día, me hablaron y fui también a la creación, entonces empecé a trabajar en Montreal, después nos fuimos a Buenos Aires a montar el show, a trabajar con el director para crear el espectáculo desde cero. Después de eso se hace la premier y en teoría, ahí se acababa mi contrato y ya, yo me iba para otro proyecto. Si fue algo especial que del lado de la creación me brinqué al lado de operaciones, que son los que ya se van de tour, por eso es cuando paso de gestor de proyecto a jefe de automatización en Séptimo Día y anduve de gira con ellos. Terminando la gira en México me salí y ya fue cuando tomé un nuevo proyecto del teatro en China en el que tengo contrato hasta marzo del próximo año y después se acaba. Si después de eso ya no me ofrecen otro contrato, pues se acabó mi vida con el Cirque, pero si  no, brinco a otro proyecto y así va.

El proyecto en el que estoy trabajando es un teatro permanente como Joya, no está de tour y ese teatro está en China. Yo estoy trabajando desde Montreal pero si vamos a China de vez en cuando, y a partir de este mes ya nos vamos seis meses a montar el show igual desde cero.

Entonces, ¿tú creas el concepto o la idea del show junto con el equipo de producción?

Cirque es una máquina tan grande que hay un equipo creativo y ahí es en donde están los que escriben el show, los directores, diseñadores de escenografía, iluminación, de elementos acrobáticos, etc, etc. Entonces ese grupo de expertos son los que crean el concepto del show y después, estamos gente como yo que somos gestores de proyecto y nos encargamos de realizar esa visión.

Por ejemplo, ellos nos dicen: queremos que aquí vuele una persona y que parezca que son estrellas y tenga lucecitas en el traje.  Entonces nosotros tenemos que diseñarlo, generar y crear cómo va a ser que ese traje tenga lucecitas y cómo se le va  a hacer para que vuele a la manera en que los directores quieren. Ahí es la parte en la que realmente necesitas ser ceativo, porque hay veces que lo que te piden no se puede hacer como tal, pero le propones otra cosa, pero realmente nosotros no tenemos injerencia en el show como tal.

¿En qué producciones has trabajado?

En Joya, Luzia, Séptimo Día y ahora este show permamente en China que todavía no tiene nombre.

De los proyectos en los que has trabajado con Cirque Du Soleil, ¿Cuál ha sido el que más te ha apasionado?

¿La verdad? Luzia (se emociona), lo que pasa es que irónicamente en los últimos tres (antes del de China) he tenido una conexión mayor que la que ha tenido la gente de la producción, porque aparte de ser Joya el primero, es en México. Luego Luzia fue mi primer proyecto sabiendo bien lo que estaba haciendo (entre risas), mi primero como gestor de proyecto y personalmente me representó muchos desafíos que me gustaron.

Es un show que está inspirado en México y dentro de ese show hay varios mexicanos como: el diseñador de escenografía, Eugenio Caballero, es un genio y me encantó trabajar con él; la cantante Majo Cornejo; en la guitarra, Rodrigo de la Mora; el titiritero Gerardo Ballester Franzoni y en Pole Dance, Diana Ham es otra artista mexicana que participa en el show, entonces habíamos muchos mexicanos y otros tantos latinoscon increíble talento en cada una de sus respectivas disciplinas.

Se creó un ambiente que a mí realmente me gustó mucho, el trabajar con ellos y aparte ver el show que es un México, pero no uno cliché, lo cual es genial, hizo que me encantara ese show, desde la música, la escenografía, todo es muy bueno. ¡Imagínate! mi primer proyecto en Cirque y es un show que está basado e inspirado en mi país, pues estaba sobre las nubes, por eso es el que más me ha impactado.

Todos me han gustado, pero Luzia tiene un pedacito especial.

¿Tienes alguna anécdota que te haya sucedido trabajando en el Cirque?

Me han pasado muchísimas cosas y de todo, son muchos desafíos. En una ocasión, me tenían que entregar varias piezas automatizadas para Luzia, eran sistemas de control y tenía que checar todo y era un día antes de Navidad, entonces todo mundo estaba vuelto loco.

Fue ese desafío de sentir que todo se venía encima y empezar a sacar todos tus pendientes uno tras otro, si nos aventamos un día como de 15 horas seguidas nada más montando y checando rápidamente si funcionaba la pieza y seguíamos con la siguiente máquina.

Con la gente también, en Luzia cuando estábamos esperando durante la creación, hay mucho tiempo muerto para nosotros en lo que dialogan los diseñadores y en ese ratito, un miembro de la banda de músicos del show empezó con una tonadita y el otro le seguía y así varios, hasta que el backstage terminó siendo una fiesta porque empezaban a tocar y otros a bailar mientras los directores intentaban calmarnos. Son horas tan largas de trabajo que aprovechas esos ratitos para despabilarte.

¿Qué consejos darías a las personas que quieren dedicarse a lo que tú haces?

Trabajo, trabajo y un poquito más de trabajo. Todo en esta vida te enseña algo, desde el trabajo más pequeño. Si algo te gusta, que lo hagas bien. Todo se basa en la ética laboral. Si no haces las cosas de corazón, sin pasión, se nota.

Créditos: Cecilia de Paul

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