Lo que comenzó como un juego se convirtió en su más grande pasión y su manera de ganarse la vida.
Alin Osuna, una mujer de 33 años, encontró en el atletismo una válvula de escape y la oportunidad de orientar a otros corredores a mejorar su técnica de carrera.
La también maestra de música se introdujo en el deporte cuando cursaba la preparatoria, un día simplemente comenzó a correr y decidió inscribirse a su primer carrera de 10 kilómetros.
A partir de ese momento, Alin entrenó de forma disciplinada y llamó la atención de otros atletas, quienes le pedían consejos para sus entrenamientos.
“Conforme pasaron los años y yo daba mis entrenamientos personales, la gente que más se acercaba a mí eran los corredores, entonces me puse a investigar y estudiar la técnica de carrera y todos los ejercicios relacionados con correr y así fue que empecé a desarrollarme en entrenamientos exclusivos para corredores y me especialicé en eso”.
Fue de esta manera que Alin se certificó a través de la Athletic Certification and Training Commission, acreditada por la NCCA.
La corredora, quien ha participado en maratones como el de Ottawa, Chicago y el de la Ciudad de México, indicó que el deporte además de hacerla una persona disciplinada, es una terapia.
“Creo que estamos hechos para movernos, el movimiento es inherente al cuerpo humano. Es lo que disfruto, que me sirve para desestresarme, para mantenerme cuadrada en mis rutinas diarias. Es una vía de escape, es mi trabajo”.
Como beneficios del deporte también mencionó el mejoramiento del estado físico y la salud, lo cual contribuye a la felicidad de una persona.
Indicó que gracias al deporte y a su trabajo como entrenadora, ha tenido la oportunidad de conocer a muchas personas que pasaron de ser sus alumnos a ser sus amigos, además su deseo por competir en los más importantes maratones la ha llevado a visitar diversas partes del mundo.
Expresó también que otra de sus más grandes satisfacciones es la de cruzar la meta de una carrera de cualquier distancia, especialmente la de un maratón, pues te hace sentir una persona poderosa.
El mayor reto al que se ha enfrentado, dijo, fue dar clases en la etapa final de su embarazo.
“Acabo de ser mamá y fue un reto llegar al final dando mis clases, tenía que seguir demostrándole a mis entrenos que si yo estaba ahí con 38 semanas de embarazo ellos se tenían que parar y hacerlo”.
Actualmente Alin continúa dando entrenamientos personales y además encabeza a un grupo de corredores a quienes les enseña técnica de carrera.
Concluyó con una invitación a niños y jóvenes para que se motiven a practicar deporte, pues es más divertido de lo que parece, y a los padres a que prediquen con el ejemplo y contribuyan a mejorar la salud de sus hijos y eviten problemas de obesidad infantil.