El nuevo Plan Hidráulico de Nuevo León busca garantizar el abastecimiento de agua potable para los siguientes décadas, precisamente por esa razón se ha puesto sobre la mesa la construcción de una nueva presa que pueda dar solución a los problemas de la Zona Metropolitana de Monterrey y 23 municipios de la entidad.
Conagua, la dependencia gubernamental responsable de administrar, controlar, regular y proteger el líquido vital en el país, le ha dado la concesión al gobierno de Nuevo León para construir la Presa Libertad, una estructura que podrá almacenar 150 litros por segundo, traduciéndose en abastecimiento para más de 250,000 habitantes.
La construcción de la presa comenzará el siguiente año y estará disponible en 10 años. Se prevé que la inversión ascienda a $9,533 millones de pesos, incluyendo costos de operación y mantenimiento por 30 años.
El Plan Hídrico de Nuevo León está estimado en $6,000 millones de pesos, también incluye la construcción de cuatro plantas de tratamiento de aguas, crecimiento de la red de distribución de agua tratada y rehabilitación de la red de agua potable.
Más de 4.8 millones de habitantes será beneficiados con acceso a mejor consumo de agua potable, alcanzando una cobertura de 24 municipios.
Otro de los probables beneficios tiene que ver con los precios que se cobrarán a los usuarios con toma domiciliaria. El estudio señala si bien seguirán existiendo condiciones de restricción al consumo aun con la construcción de la nueva presa, estas limitaciones se mitigan, lo cual permite lograr reducciones en el precio implícito que internalizarán cada año los usuarios domésticos.
La cortina de la Presa Libertad está proyectada con una altura de 40 metros, y una longitud de 2 mil 160 metros. Se va a construir con concreto compactado con rodillo y dispondrá de un canal de desvío, que es la obra que permitirá modificar el cauce natural del río Potosí, de manera provisional, durante el periodo de construcción de la presa, estimado en cuatro años.