La evaluación de los riesgos y oportunidades que presentan es responsabilidad clave de quienes dirigen y administran las compañías. Sin embargo, la tarea nunca ha sido más complicada y difícil que al iniciar el 2013, por ello la importancia de sus decisiones es mayor. Pero la perspectiva no es del todo sombría, ya que el último pronóstico de mercados de rápido crecimiento de Ernst & Young arroja datos positivos.
El área donde se han originado muchas de las dificultades es la Eurozona, donde el crecimiento ha sido estancado, y según nuestros recientes pronósticos para la región, se estima que será negativo el primer semestre del año. La ralentización de la demanda de los mercados y los problemas de liquidez crediticia en Europa comienzan a afectar a los mercados de rápido crecimiento, pero no al punto de poner en riesgo sus buenas perspectivas.
De acuerdo con nuestro último pronóstico para mercados de rápido crecimiento, se espera que representen casi la mitad del crecimiento mundial en la próxima década.
Ciertamente, el desarrollo de ninguna manera es uniforme en el continente y el riesgo político nunca se ha alejado de la mente de muchos inversionistas. Pero el aumento en el precio de los commodities y una mayor consideración de políticas orientadas a los negocios en muchos países, da frutos.
En el incierto contexto global actual, es posible que las empresas tengan que bajar sus expectativas de obtener rápidas ganancias provenientes de la clase media en acelerada expansión dentro de muchas economías emergentes. Aunque sí existen oportunidades, puede que sean menores a las que se anticiparon: países emergentes como China e India contraen sus políticas monetarias en respuesta a presiones inflacionarias, en tanto que otros ponen más énfasis en la disciplina fiscal.
Por su parte, las naciones desarrolladas saben que tendrán una dura batalla en sus manos en cuanto a competir con algunas de las compañías de más rápido crecimiento que en algunos países son como “campeones nacionales”.