¿Te has quedado alguna vez solo? ¿Todo el día pasándola contigo mismo? Podrás decir que sí e inclusive puede ser tu forma de vida, pero ¿qué tanto realmente te acompañas? ¿Qué tanto te das lo que necesitas y eres equipo de ti mismo?
Aprender a convivir contigo es un arte que a pocos les enseñan desde pequeños y que valdría la pena que se incluyera en las escuelas, pues tu mejor compañero siempre serás tu. Te han enseñado a estar siempre lleno de ruido y de cosas por hacer, a buscar siempre el hacer algo para sentirte bien.
Instruirse en ello a una edad tardía es una tarea ardua y difícil, pero el premio es un compañero de lujo que sabe lo que realmente necesitas y te lo puede dar.
A mucha gente no le gusta la sensación de estar solo y huyen con música, haciendo algo, jugando, saliendo, etc., pero de lo que no se dan cuenta es que lo que sienten es su verdad retumbando, y asusta porque no están acostumbrados a escucharla. Cuando estas solo, tu ser se pone contento, pues sabe que no hay nada que te distraiga de estar contigo mismo, es como si dijera: ¡por fin! ¡estamos solos para conocernos!
Esta semana date la oportunidad de pasar un rato contigo mismo sin hacer nada; de crear un espacio con todo lo que eres, tratándote con amor y cuidado; puede que en un principio no te va a gustar pero esta bien, déjalo sentir y continúa ¡No pasará nada! más que te encuentres con tu mejor compañero de vida: tú.
Utiliza esta técnica: obsérvate, respira, da espacio a lo que venga; no importan los pensamientos que lleguen eso no eres tú, simplemente son ideas, déjalas pasar. Superando eso que siempre guardas, tendrás la experiencia de conocerte, de poderte ver tal cual eres, sorprendiéndote de lo maravilloso que eres y que posiblemente no te has dado cuenta.
¡Todo se irá algún día menos tú! ¿No crees que ya es tiempo de unirte y conectarte a ti mismo?