Dely Ramírez: Una fuerza que se mueve con Laguna Yo Te Quiero

Players of Life - Gravatar
6 Min Lectura

En algunas ocasiones, vidas enteras parecen desarrollarse en torno a una idea central, que acompaña cada decisión; sin embargo, para Dely Ramírez, directora de Laguna Yo Te Quiero, el pulso de esa idea no es menos que la propia trascendencia. 

Pero, no la trascendencia ostentosa ni la que se persigue con estridencia, sino aquella que se vive desde el día a día y desde la responsabilidad, entendiendo que “vinimos a ser felices y a dejar huella”, entregando cada vez un poco más de lo que ya somos.

Dely Ramírez, de Perú para La Laguna

La historia de Dely Ramírez comenzó lejos de las tierras laguneras. Nació en Tarapoto, Perú, en medio de una familia de clase media, trabajadora, tradicional y profundamente católica, cuya llegada a México no fue consecuencia de un proyecto migratorio, sino de una necesidad médica de ella.

“Yo tengo un hemangioma de nacimiento”, explica, contando que México era, en aquel entonces, el único lugar con el tratamiento láser capaz de atenderla y que, su madre, preocupada por las complicaciones que pudieran venir, viajó con ella a este país en busca de una solución. 

Dely Ramírez es directora de Laguna Yo Te Quiero.
Dely Ramírez es directora de Laguna Yo Te Quiero.

Luego, entre consultas y salas de espera, su familia conoció Torreón, y se enamoró de la calidez de los laguneros, lo que sumado al peligro creciente que vivía Perú durante los años del terrorismo, terminó por definir su destino en La Laguna.

Adaptarse no fue sencillo, pero Dely creció, estudió, se formó y construyó una vida, graduándose como química farmacobióloga y estudiando, más tarde, una maestría en Administración y Alta Dirección, una maestría en Medio Ambiente y un doctorado en Administración con acentuación en finanzas. 

Su historia con Laguna Yo Te Quiero

Aunque actualmente es una apasionada capaz de entregarlo todo por la asociación, el ingreso de Dely Ramírez a Laguna Yo Te Quiero fue casi accidental. 

Ella cuenta que recién había concluido de trabajar para una empresa francesa cuando encontró un anuncio que buscaba a alguien para liderar un proyecto ambiental. El reto parecía complicado, pues suponía reunir a 40 mil personas para una limpieza masiva.

“Dije: no va a pasar”, recuerda entre risas. Pero sí ocurrió. Y la experiencia la marcó tan profundamente que, 14 años después, dice sin titubeos que ahora considera a Laguna Yo Te Quiero “como un hijo más”.

Hoy, la asociación es donataria autorizada, cuenta con diversas certificaciones y está enfocando sus esfuerzos en apostar por un horizonte más amplio, con el objetivo de consolidarse institucionalmente y lograr alianzas con organizaciones de mayor escala. 

Para tales fines, el corazón actual de sus propósitos es Tierra de Titanes, un proyecto nacido en 2019 para impulsar una cultura emprendedora de largo aliento, para lo cual formó alianzas con empresas y con Founder Institute, una aceleradora con sede en Silicon Valley especializada en preparar startups para escalar globalmente.

Por supuesto, en esta como en las otras labores de Laguna Yo Te Quiero, el equipo que sostiene todo es fundamental, y se compone por un consejo empresarial que fija el rumbo, una mesa directiva, una dirección ejecutiva a cargo de Dely, y un conjunto de voluntarios que permite operar proyectos de gran escala sin perder la eficiencia. 

Dely es una apasionada capaz de entregarlo todo por Laguna Yo Te Quiero.
Dely es una apasionada capaz de entregarlo todo por Laguna Yo Te Quiero.

El siguiente horizonte

Fuera del trabajo, es madre de dos hijos, algo que describe con tremenda emoción, compartiendo que batalló mucho para ser mamá.

Adicionalmente, la vida de Dely Ramírez se mueve lo mismo en la intimidad de la familia que en la adrenalina de los deportes extremos; dos escenarios que parecerían opuestos, pero que le forman, casi por igual, carácter e identidad. 

Combinando ambas pasiones y ligándolas con su vida profesional, sabe que la vida siempre tiene sorpresas, pero está convencida de que su siguiente horizonte incluye un proyecto propio, con una consultoría financiera que ha ido construyendo desde pequeña escala, pero que visualiza en grande. 

Por el momento, al verse a sí misma contando su historia, se describe con la certeza y la seguridad de quien pareciera llevarlo en la sangre, refiriendo que las mejores palabras que caben en su persona son “conocimiento, innovación y lealtad”.

Tres coordenadas que, sin duda, definen su tránsito por la vida. Dándole, además, una voz que sabe que “cualquiera, desde cualquier trinchera, puede aportar un granito de arena” y que “no necesitamos hacerlo siempre en grande”, pues “una sola persona puede construir grandes cosas”.

Comparte este artículo