En un entorno donde la fiscalización será cada vez más estricta y la tecnología ejercerá un papel determinante en la vigilancia del cumplimiento, Erika Escamilla, titular de Escamilla Contadores, comparte su visión sobre los desafíos que enfrentarán las empresas en 2026 y cómo su despacho se prepara para acompañarlas con profesionalismo y cercanía.
Valores que marcan diferencia
Desde su fundación en 2018, Escamilla Contadores ha destacado por tres valores esenciales: lealtad, honestidad y compromiso total con cada empresa.
Para su directora, la clave está en tratar cada negocio “como si fuera propio”.
Cuando un cliente enfrenta un problema, el equipo lo siente y actúa de manera inmediata, buscando soluciones ágiles y efectivas.
Este enfoque se transmite a los seis contadores del despacho y a su red de abogados fiscalistas y jurídicos externos, quienes trabajan de manera coordinada para brindar un servicio integral.
El 2026: un año de mayor fiscalización y nuevos requerimientos
Erika Escamilla explica que desde agosto han anticipado los cambios que impactarán a las empresas.
El SAT ha anunciado un aumento en los procesos de auditoría y una evolución en la forma de fiscalizar, apoyándose cada vez más en tecnología que cruza información bancaria, fiscal y administrativa.
Entre los principales retos destacan:
- Nuevas exigencias relacionadas con beneficiario controlador, aún desconocidas por muchas empresas.
- Ajustes en la ley antilavado y mayor vigilancia sobre operaciones vulnerables.
- Reformas laborales y solicitudes de información adicional a los patrones.
- Cambios en IEPS aplicables a sectores específicos como videojuegos o tabaco.
Escamilla advierte que no cumplir con estas obligaciones puede representar multas y procesos complejos.
Por eso, gran parte de su labor actual está enfocada en informar y preparar a los empresarios antes del cierre del año.
Para el SAT ya no hay empresas pequeñas
Uno de los puntos que más enfatiza es que hoy todos los contribuyentes están en el mapa de la autoridad, sin importar su tamaño.
Con los estados de cuenta digitalizados y timbrados, el SAT puede detectar discrepancias entre depósitos e ingresos declarados.
Por ello, recomienda que los emprendedores busquen asesoría desde el inicio, evitando años sin contabilidad o declaraciones en ceros, situaciones que suelen ser más costosas de regularizar.
Actualización constante y blindaje tecnológico
Detrás del trabajo del despacho hay horas de capacitación, cursos continuos y una infraestructura tecnológica sofisticada.
Escamilla Contadores opera con servidores protegidos, nube segura y estrictos contratos de confidencialidad firmados por cada miembro del equipo.
Además de capacitación fiscal y contable, también se mantienen actualizados en temas de tecnología e inteligencia artificial, conscientes de que estos recursos son parte esencial de la nueva fiscalización digital.
Erika Escamilla, como Síndico del Contribuyente de Canacintra Gómez Palacio, mantiene contacto directo con el SAT, lo que le permite anticipar tendencias y acompañar a sus clientes con información de primera mano.
Crecimiento responsable y enfoque en calidad
Con más de 110 clientes de distintos tamaños, Escamilla Contadores ha crecido aumentando su equipo solo cuando la demanda lo requiere, esto para no comprometer la calidad de su atención.
Gracias a este enfoque, en casi ocho años ningún cliente se ha retirado por inconformidades con el servicio.
Sin embargo, Erika Escamilla también señala que ha aprendido a decir adiós a quienes no cumplen con su parte como empresarios, pues esto genera riesgos que pueden repercutir en el despacho.
Un contador como aliado de confianza
Escamilla compara el rol del contador con el de un médico o un sacerdote, es alguien a quien se le confían los datos más sensibles de una empresa.
Bajo esa visión, asegura que su compromiso es trabajar con ética y enfocándose en reconstruir y ordenar la contabilidad de quienes llegan con retrasos o procesos incompletos.
También impulsa a emprendedores y empresas de nueva creación, ofreciéndoles orientación sobre formalidad, obligaciones y finanzas personales, incluso mediante talleres diseñados para quienes no tienen formación contable.
Historias que inspiran crecimiento
Entre los casos que más la enorgullecen se encuentra el de un emprendedor que inició al mismo tiempo que ella. Con el acompañamiento del despacho, hoy cuenta con sucursales en Ciudad de México, Monterrey y Torreón, y trabaja con clientes como Soriana y Panasonic.
Para la contadora, ver crecer a una empresa desde cero, es un logro compartido que reafirma su vocación.
Una visión que combina esfuerzo, equipo y compromiso
Erika Escamilla reconoce que el crecimiento del despacho ha sido producto del esfuerzo, la disciplina y el apoyo de su familia y equipo.
Lo que comenzó como un sueño en 2009, hoy es una firma consolidada, respetada por cámaras empresariales y valorada por sus clientes.
Su promesa es ofrecer paz financiera, acompañamiento total y una ética profesional inquebrantable. Para quienes buscan un aliado sólido y preparado para los desafíos del 2026, Escamilla Contadores representa una opción confiable.
Si deseas preparar tu empresa para los retos fiscales del 2026 y construir una verdadera paz financiera, Escamilla Contadores está listo para acompañarte.
Agenda una asesoría y recibe el respaldo de un equipo experto, actualizado y comprometido con tu crecimiento.
