La gastronomía lagunera suma un nuevo capítulo con la apertura de Malinche 1952, un espacio que recupera la tradición culinaria que por años ha sido referente en la región, pero que hoy se presenta bajo una visión renovada, contemporánea y pensada para nuevas generaciones.
Ubicado sobre Avenida Saltillo 400 #754, en la ciudad de Torreón, Coahuila, el restaurante abrió recientemente sus puertas con una propuesta que honra sus raíces mientras da paso a una nueva era en sabor, presentación y experiencia.
Desde su arquitectura hasta su concepto gastronómico, Malinche 1952 refleja al México actual: uno que dialoga entre lo tradicional y lo moderno.
Un mural protagonista recibe a los comensales y funciona como recordatorio constante de la inspiración cultural que da origen a su cocina, creando un entorno que invita no solo a comer, sino a quedarse, compartir y hacer sobremesa.
Conversamos con su chef Gabriela Martínez, quien comenzó su historia en La Malinche y hoy la recupera en este nuevo espacio que sin duda querrás conocer.

Una cocina con historia y pasión
Detrás de cada cocina, existen guardianes que honran los legados gastronómicos. En este caso, la cocina de Malinche 1952 está a cargo de la chef Gabriela Martínez, quien con más de 30 años de experiencia ha creado un menú más amplio, diverso y con un toque gourmet.
Gabriela define su oficio como un don que se comparte a través del sabor. Para ella, cocinar es transmitir emociones.
Cada platillo busca provocar una reacción genuina en quien lo prueba; un recuerdo, la sorpresa o el deseo de volver. Esa respuesta del comensal, asegura, es el mayor reconocimiento a su trabajo.
La historia de Gabriela en la cocina comenzó de manera orgánica, dentro del entorno familiar que dio origen a La Malinche.
Aprendió las bases de la tradición, respetó los sabores originales y, con el tiempo, fue construyendo su propio sazón. Ese proceso permitió que la cocina evolucionara sin perder identidad.
Hoy, Malinche 1952 conserva el sabor que lo caracteriza, pero lo presenta de una manera distinta. Platos renovados, atención al detalle y una experiencia que se aleja del formato tradicional para acercarse a una propuesta gastronómica más elaborada.
“El sabor no cambia, cambia la forma de servirlo”, explica la chef, asegurando que la esencia permanece intacta.
¿Qué probar en Malinche 1952?
Para quienes visitan el restaurante por primera vez, la recomendación es comenzar con la tostada tradicional Malinche, un clásico que ha acompañado a generaciones y que sigue siendo uno de los platillos más representativos.
A esta se suma una de las grandes innovaciones del menú: la tostada de cochinita pibil, que se ha convertido rápidamente en favorita.
Otros imperdibles incluyen el caldo Malinche, el caldo tlalpeño y un mole que destaca por su profundidad de sabor. Platillos que conectan con la cocina de casa, pero con una ejecución cuidada y contemporánea.

Platillos que transforman tu experiencia
Una de las grandes novedades de Malinche 1952 es su menú de desayunos. La propuesta busca diferenciarse no solo en sabor, sino en concepto.
Destacan los chilaquiles con corte en cuadro, diseñados para conservar la textura crujiente y ofrecer bocados equilibrados, una innovación que se ha convertido en sello del lugar.
Pensando en las familias, el menú incluye opciones para niños, como taquitos kids con tortillas diseñadas especialmente para ellos y hot cakes con figuras, logrando que la experiencia también sea atractiva para los más pequeños.
Un espacio para todos
El diseño del restaurante fue concebido para recibir tanto a jóvenes como a adultos, con música ambiental, áreas amplias y una distribución que invita a disfrutar con calma. Para Gabriela Martínez, este proyecto representa un sueño cumplido de una cocina completamente equipada, pensada para crear, innovar y compartir.
Malinche 1952 no solo busca que sus visitantes prueben un platillo, sino que regresen para seguir descubriendo una propuesta gastronómica que evoluciona constantemente, siempre con el comensal como eje central.

Malinche 1952 invita a los laguneros y visitantes a descubrir, comparar y redescubrir el sabor que ha marcado historia, ahora en un espacio renovado. La mesa está puesta para quienes buscan tradición, calidad y una experiencia gastronómica que celebra el pasado mientras mira hacia el futuro.



